/ lunes 17 de junio de 2019

Los problemas del IMSS

PRISMA

Salvador Morales Riubí, nuevo titular de la Delegación Regional del Seguro Social en Baja California, en actitud -digna de mención- que nunca tuvieron sus antecesores en tan relevante posición, aceptó públicamente las tremendas fallas y deficiencias que viene padeciendo la institución en perjuicio de miles de derechohabientes.

Desde hace varios días, el político panista tijuanense ha estado difundiendo en diversos medios de comunicación la falta de personal médico -sobre todo en el área de especialidades-, deficiencia que pega muy duro a quienes padecen enfermedades degenerativas. A consecuencia de ello, las citas con especialistas tardan meses, declaró a nuestro diario al advertir que cuenta con 490 plazas vacantes no contratadas precisamente por falta de presupuesto. En lo personal nos tocó vivir una amarga experiencia cuando se nos programó una cita en un plazo de seis meses en cardiología.

De acuerdo con su comentario, las normas médicas establecidas para esta clase de atención médica indican que los pacientes “no deben esperar más de un mes para ser atendidos”. Sin embargo, la triste realidad es otra. Hay otra gran falla en los servicios médicos que no mencionó Morales Riubí. Tiene que ver con la realización de estudios radiológicos o exámenes químicos que demandan con urgencia los pacientes, que son diferidos porque “los equipos están descompuestos o por no contar con los insumos requeridos para hacerlos”, así como la escasez de medicamentos. Otro aspecto interesante señalado: La falta de recursos económicos que “no han sido liberados por la Secretaría de Hacienda”.

Pese a que las deficiencias enumeradas se ven reflejadas en la baja calidad y el rezago de la atención que deben de recibir 2 millones 300 mil afiliados a la institución en Baja California. El dato nos lleva a preguntar a los funcionarios de dicha dependencia: ¿Qué esperan para proporcionar el dinero necesario para subsanar las carencias que presenta el funcionamiento del IMSS? ¿Qué está haciendo con los miles de millones de pesos que recauda aquí por concepto de cuotas obrero-patronales. Porque, eso sí -hay que aclararlo-, el personal de cobranza funciona con una eficiencia y rapidez que quisiéramos ver en el otorgamiento de los servicios. Por lo pronto, resulta alentador que el Delegado haya aceptado los grandes problemas que enfrenta y la urgencia de resolverlos en lugar de ocultarlos como sucedió en el pasado. Por el bien de la institución y sobre todo, de los derechohabientes, esperamos sea escuchado su aviso de alerta.

Pregunta final: ¿Sirve de algo el Consejo Consultivo? Los problemas del IMSS Salvador García Estrada PRISMA

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Salvador Morales Riubí, nuevo titular de la Delegación Regional del Seguro Social en Baja California, en actitud -digna de mención- que nunca tuvieron sus antecesores en tan relevante posición, aceptó públicamente las tremendas fallas y deficiencias que viene padeciendo la institución en perjuicio de miles de derechohabientes.

Desde hace varios días, el político panista tijuanense ha estado difundiendo en diversos medios de comunicación la falta de personal médico -sobre todo en el área de especialidades-, deficiencia que pega muy duro a quienes padecen enfermedades degenerativas. A consecuencia de ello, las citas con especialistas tardan meses, declaró a nuestro diario al advertir que cuenta con 490 plazas vacantes no contratadas precisamente por falta de presupuesto. En lo personal nos tocó vivir una amarga experiencia cuando se nos programó una cita en un plazo de seis meses en cardiología.

De acuerdo con su comentario, las normas médicas establecidas para esta clase de atención médica indican que los pacientes “no deben esperar más de un mes para ser atendidos”. Sin embargo, la triste realidad es otra. Hay otra gran falla en los servicios médicos que no mencionó Morales Riubí. Tiene que ver con la realización de estudios radiológicos o exámenes químicos que demandan con urgencia los pacientes, que son diferidos porque “los equipos están descompuestos o por no contar con los insumos requeridos para hacerlos”, así como la escasez de medicamentos. Otro aspecto interesante señalado: La falta de recursos económicos que “no han sido liberados por la Secretaría de Hacienda”.

Pese a que las deficiencias enumeradas se ven reflejadas en la baja calidad y el rezago de la atención que deben de recibir 2 millones 300 mil afiliados a la institución en Baja California. El dato nos lleva a preguntar a los funcionarios de dicha dependencia: ¿Qué esperan para proporcionar el dinero necesario para subsanar las carencias que presenta el funcionamiento del IMSS? ¿Qué está haciendo con los miles de millones de pesos que recauda aquí por concepto de cuotas obrero-patronales. Porque, eso sí -hay que aclararlo-, el personal de cobranza funciona con una eficiencia y rapidez que quisiéramos ver en el otorgamiento de los servicios. Por lo pronto, resulta alentador que el Delegado haya aceptado los grandes problemas que enfrenta y la urgencia de resolverlos en lugar de ocultarlos como sucedió en el pasado. Por el bien de la institución y sobre todo, de los derechohabientes, esperamos sea escuchado su aviso de alerta.

Pregunta final: ¿Sirve de algo el Consejo Consultivo? Los problemas del IMSS Salvador García Estrada PRISMA