/ miércoles 2 de diciembre de 2020

Los retos de la vacuna

EL MURO

Tan solo anunciando avances, las empresas farmacéuticas ya vivieron efectos secundarios con la vacuna del Covid: Incrementaron su valor en el mercado bursátil.

Aprovechando eso, directivos de algunas compañías ganaron mucho dinero vendiendo parte de sus acciones altamente cotizadas. En algunos casos, como el del CEO de Pfizer, quien se embolsó 5 millones de euros, se trató de acuerdos legales establecidos previamente; en otros no está tan claro, pero de igual forma estamos hablando de cosas legales que se ven muy mal porque lucran con la necesidad del mundo.

Por si fuera poco, científicos independientes a las farmacéuticas están preocupados porque todo lo que sabemos sobre la supuesta eficacia-efectividad de los productos ha sido transmitido a través de boletines de prensa diseñados por las propias empresas. Sabemos que en estos momentos existen 70 vacunas en alguna de las 5 etapas por las que atraviesa la investigación, aunque ninguna ha sido autorizada para uso completo. Por cierto, el 10 de diciembre, el Departamento de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) analizará la posible aprobación de emergencia de la vacuna de Pfizer, esa que requiere temperaturas de menos 70 centígrados para su almacenamiento. El 17 será el turno de Moderna.

Resulta entendible que la premura pandémica dé lugar a los atajos, lo que no es tan bueno es que los atajos terminen en imprecisiones, como la supuesta alta eficacia de algunas vacunas. Astra Zeneca ha reconocido que la eficacia del 90% aplicaba solo para un segmento de 2 mil 700 voluntarios, todos ellos menores de 55 años. Es decir, no hay certeza sobre la cobertura para la población de adultos mayores.

Ahora, por extraño que parezca, éste podría ser el menos grave de los retos, suponiendo que alguna de las vacunas será realmente funcional con el paso de los años para combatir el coronavirus. El verdadero reto estará en el diseño de la logística para la distribución y aplicación.

Hasta el momento recomiendan priorizar a adultos mayores y personal médico, pero los autores de “Priorisitation of population groups ith the most interactions…” concluyeron, usando modelos matemáticos, que hacerlo de esa forma –sobre todo en el caso de los mayores- incrementa el número de muertos, pero si se inocula a las personas que interactúan más, por ejemplo una cajera de mercado, los fallecimientos pueden reducirse hasta en 70%.

Antes que otra cosa, conviene tener paciencia porque aunque es casi un hecho que alguna de las vacunas estará disponible en Mexicali, no será pronto (ojo: las vacunas que están por llegar a México forman parte de la etapa de prueba fase III). Entretanto, las medidas sanitarias como el cubrebocas y la distancia deberían ser vistas como un hábito que nos protege y no como una carga estorbosa.

vicmarcen09@gmail.com


EL MURO

Tan solo anunciando avances, las empresas farmacéuticas ya vivieron efectos secundarios con la vacuna del Covid: Incrementaron su valor en el mercado bursátil.

Aprovechando eso, directivos de algunas compañías ganaron mucho dinero vendiendo parte de sus acciones altamente cotizadas. En algunos casos, como el del CEO de Pfizer, quien se embolsó 5 millones de euros, se trató de acuerdos legales establecidos previamente; en otros no está tan claro, pero de igual forma estamos hablando de cosas legales que se ven muy mal porque lucran con la necesidad del mundo.

Por si fuera poco, científicos independientes a las farmacéuticas están preocupados porque todo lo que sabemos sobre la supuesta eficacia-efectividad de los productos ha sido transmitido a través de boletines de prensa diseñados por las propias empresas. Sabemos que en estos momentos existen 70 vacunas en alguna de las 5 etapas por las que atraviesa la investigación, aunque ninguna ha sido autorizada para uso completo. Por cierto, el 10 de diciembre, el Departamento de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) analizará la posible aprobación de emergencia de la vacuna de Pfizer, esa que requiere temperaturas de menos 70 centígrados para su almacenamiento. El 17 será el turno de Moderna.

Resulta entendible que la premura pandémica dé lugar a los atajos, lo que no es tan bueno es que los atajos terminen en imprecisiones, como la supuesta alta eficacia de algunas vacunas. Astra Zeneca ha reconocido que la eficacia del 90% aplicaba solo para un segmento de 2 mil 700 voluntarios, todos ellos menores de 55 años. Es decir, no hay certeza sobre la cobertura para la población de adultos mayores.

Ahora, por extraño que parezca, éste podría ser el menos grave de los retos, suponiendo que alguna de las vacunas será realmente funcional con el paso de los años para combatir el coronavirus. El verdadero reto estará en el diseño de la logística para la distribución y aplicación.

Hasta el momento recomiendan priorizar a adultos mayores y personal médico, pero los autores de “Priorisitation of population groups ith the most interactions…” concluyeron, usando modelos matemáticos, que hacerlo de esa forma –sobre todo en el caso de los mayores- incrementa el número de muertos, pero si se inocula a las personas que interactúan más, por ejemplo una cajera de mercado, los fallecimientos pueden reducirse hasta en 70%.

Antes que otra cosa, conviene tener paciencia porque aunque es casi un hecho que alguna de las vacunas estará disponible en Mexicali, no será pronto (ojo: las vacunas que están por llegar a México forman parte de la etapa de prueba fase III). Entretanto, las medidas sanitarias como el cubrebocas y la distancia deberían ser vistas como un hábito que nos protege y no como una carga estorbosa.

vicmarcen09@gmail.com