/ viernes 20 de agosto de 2021

Los seres humanos no somos islas...

QUO VADIS

De una u otra forma la humanidad ha ido comprendiendo que las personas no somos “islas” ajenas a lo que nos rodea…a nuestro devenir, sino que todas y cada una de las personas estamos interconectadas mucho más de lo que imaginamos, tanto que hay una codependencia en relación con la naturaleza misma.

No se descubre el hilo negro con esa reflexión, ni tampoco con recalcar que el homo sapiens, como especie, es la más depredadora de todas las existentes en el planeta y para el efecto dos ejemplos convertidos en dramas que ocurren ahora en el mundo: Primero, el calentamiento global con sus terroríficas consecuencias como el deshielo de los glaciares, las fatídicas tormentas y huracanes y no menos grave la desaparición de especies animales y vegetales, largos efectos nocivos en agricultura y ganadería, incendios forestales, contaminación ambiental, del aire que respiramos, etc., que de alguna manera parece que entramos en razón de corregir…

Segundo, por citar otro ejemplo, la cobarde retirada de las fuerzas estadounidenses en Afganistán dejando al libre albedrío del gobierno talibán la forma de vida de millones de mujeres y niñas que ya son presa fácil de una religiosidad probadamente agresiva y violenta, sin subestimar la suerte de familias completas que tratan de huir de su país aunque les cueste la vida.

En ese orden de ideas, entonces, quizá entendamos que para combatir los efectos nocivos del calentamiento global como la violencia, explotación y abuso contra seres humanos debemos pensar y actuar de manera solidaria, aun cuando creamos que lo que ocurre en otra parte del planeta es distante de nuestro devenir.

En Afganistán, por si no lo sabe, estas son las 29 prohibiciones que seguramente decretará el gobierno talibán para su población femenina:

https://www.24-horas.mx/2021/08/16/estas-son-29-prohibiciones-que-los-talibanes-imponen-a-las-mujeres/

Luego de leerlas estoy casi seguro que reflexionará --como todo ser humano razonable-- lo impropio e inhumano que resulta la retirada de los EU por orden presidencial dejando a su suerte a millones de personas y subestimando que en esa guerra perdieran la vida 2 mil 448 soldados estadounidenses, 66 mil militares y policías afganos, 47 mil 245 civiles y 444 trabajadores humanitarios y la pérdida de millones de millones de dólares.

Aquí lo importante es pensar y actuar como seres humanos solidarios para reprobar actitudes como la del Presidente Biden como la población afgana, como también ocurrió cuando Donald Trump, sentado en la misma silla, decidió abandonar en 2017 el Acuerdo de París para combatir el cambio climático…y que después corrigió el mismo Biden.

De cualquier forma y para tener vigente la importancia de no sentirnos “islas”, recordemos (como tercer ejemplo) la cruda y dolorosa realidad que viven los migrantes que son capturados y expulsados de los EU precisamente ahora. ¿O no?

pibenavarro115@hotmail.com

QUO VADIS

De una u otra forma la humanidad ha ido comprendiendo que las personas no somos “islas” ajenas a lo que nos rodea…a nuestro devenir, sino que todas y cada una de las personas estamos interconectadas mucho más de lo que imaginamos, tanto que hay una codependencia en relación con la naturaleza misma.

No se descubre el hilo negro con esa reflexión, ni tampoco con recalcar que el homo sapiens, como especie, es la más depredadora de todas las existentes en el planeta y para el efecto dos ejemplos convertidos en dramas que ocurren ahora en el mundo: Primero, el calentamiento global con sus terroríficas consecuencias como el deshielo de los glaciares, las fatídicas tormentas y huracanes y no menos grave la desaparición de especies animales y vegetales, largos efectos nocivos en agricultura y ganadería, incendios forestales, contaminación ambiental, del aire que respiramos, etc., que de alguna manera parece que entramos en razón de corregir…

Segundo, por citar otro ejemplo, la cobarde retirada de las fuerzas estadounidenses en Afganistán dejando al libre albedrío del gobierno talibán la forma de vida de millones de mujeres y niñas que ya son presa fácil de una religiosidad probadamente agresiva y violenta, sin subestimar la suerte de familias completas que tratan de huir de su país aunque les cueste la vida.

En ese orden de ideas, entonces, quizá entendamos que para combatir los efectos nocivos del calentamiento global como la violencia, explotación y abuso contra seres humanos debemos pensar y actuar de manera solidaria, aun cuando creamos que lo que ocurre en otra parte del planeta es distante de nuestro devenir.

En Afganistán, por si no lo sabe, estas son las 29 prohibiciones que seguramente decretará el gobierno talibán para su población femenina:

https://www.24-horas.mx/2021/08/16/estas-son-29-prohibiciones-que-los-talibanes-imponen-a-las-mujeres/

Luego de leerlas estoy casi seguro que reflexionará --como todo ser humano razonable-- lo impropio e inhumano que resulta la retirada de los EU por orden presidencial dejando a su suerte a millones de personas y subestimando que en esa guerra perdieran la vida 2 mil 448 soldados estadounidenses, 66 mil militares y policías afganos, 47 mil 245 civiles y 444 trabajadores humanitarios y la pérdida de millones de millones de dólares.

Aquí lo importante es pensar y actuar como seres humanos solidarios para reprobar actitudes como la del Presidente Biden como la población afgana, como también ocurrió cuando Donald Trump, sentado en la misma silla, decidió abandonar en 2017 el Acuerdo de París para combatir el cambio climático…y que después corrigió el mismo Biden.

De cualquier forma y para tener vigente la importancia de no sentirnos “islas”, recordemos (como tercer ejemplo) la cruda y dolorosa realidad que viven los migrantes que son capturados y expulsados de los EU precisamente ahora. ¿O no?

pibenavarro115@hotmail.com