/ viernes 20 de marzo de 2020

Marina y la imagen de Mexicali…

QUO VADIS

Casi fuera de la agenda pública en Mexicali tenemos los añejos problemas de los baches e inundaciones, aun cuando hay en este escenario arduo trabajo encabezado por la joven presidenta Marina del Pilar Ávila Olmeda y su equipo de colaboradores que han demostrado eficiencia y voluntad, pero no es suficiente…

Y no lo es porque Marina, como es del dominio público, se despliega con un presupuesto muy ajustado frente a un montón de problemáticas y necesidades en la capital bajacaliforniana que sinceramente le acota sensiblemente su capacidad de maniobra.

Ante esta realidad y con organismos no gubernamentales que le apoyan en tareas que conducen a eficientar el servicio público y la solidaridad de autoridades estatales y federales, es momento de que la alcaldesa tome decisiones capitales para que todos y cada uno de los ciudadanos cumplan con sus responsabilidades sociales y, sobre todo, las leyes, reglamentos y normas que rigen nuestra vida comunitaria.

Por ejemplo, si los baches e inundaciones son macro problemas que no se podrán resolver a fondo y en forma, sino con la disponibilidad de bastantes miles de millones de pesos, es preciso restringir ya y de una buena vez el tránsito de automotores “pesados” en pavimentos frágiles por ejemplo, la primera calle atrás de la Bimbo (Valle de los Ángeles), que es utilizada diariamente por automotores de carga para “agarrar” el bulevar Venustiano Carranza y casos como éste hay muchos. También tenemos al transporte público, cuyas aportaciones para mantenimiento de vialidades es evidentemente insuficiente y por ello necesario revisar que contribuyan con equidad y de acuerdo a la utilidad que les dejan las concesiones, más cuando está bajando el precio de la gasolina.

No menos importante está el problema de los habitantes sucios, los que tiran basura en cualquier punto, más en terrenos baldíos, cuyos propietarios no son multados y llevados los predios hasta su remate por no cumplir normas para evitar que se conviertan en focos de contaminación…

Y ni qué decir de miles de conductores, talleres, tiendas, negocios, etc., que con impunidad total bloquean el paso de peatones obligándolos a caminar por donde pasan los autos y camiones… Ya basta entonces de tanta falta descarada de los ciudadanos…

Si falta presupuesto para tener una mejor ciudad, la presidenta Marina, su equipo y el Cabildo tienen una disyuntiva: ¿Entrarle a multar y cambiar a irresponsables mexicalenses (en ciudad y su valle)?, o de plano conducirse por rutas menos riesgosas en su quehacer público, pero con resultados quizá menos efectivos para darle a la ciudad y sus habitantes una mejor calidad de vida.

Y todo esto tiene que ver no solo con su perfil como máxima autoridad municipal, sino también en la forma como comunica a sus gobernados lo que hace o deja de hacer y por lo pronto, parece que cuenta con la mayoría. ¿O no?

pibenavarro@gmail.com

QUO VADIS

Casi fuera de la agenda pública en Mexicali tenemos los añejos problemas de los baches e inundaciones, aun cuando hay en este escenario arduo trabajo encabezado por la joven presidenta Marina del Pilar Ávila Olmeda y su equipo de colaboradores que han demostrado eficiencia y voluntad, pero no es suficiente…

Y no lo es porque Marina, como es del dominio público, se despliega con un presupuesto muy ajustado frente a un montón de problemáticas y necesidades en la capital bajacaliforniana que sinceramente le acota sensiblemente su capacidad de maniobra.

Ante esta realidad y con organismos no gubernamentales que le apoyan en tareas que conducen a eficientar el servicio público y la solidaridad de autoridades estatales y federales, es momento de que la alcaldesa tome decisiones capitales para que todos y cada uno de los ciudadanos cumplan con sus responsabilidades sociales y, sobre todo, las leyes, reglamentos y normas que rigen nuestra vida comunitaria.

Por ejemplo, si los baches e inundaciones son macro problemas que no se podrán resolver a fondo y en forma, sino con la disponibilidad de bastantes miles de millones de pesos, es preciso restringir ya y de una buena vez el tránsito de automotores “pesados” en pavimentos frágiles por ejemplo, la primera calle atrás de la Bimbo (Valle de los Ángeles), que es utilizada diariamente por automotores de carga para “agarrar” el bulevar Venustiano Carranza y casos como éste hay muchos. También tenemos al transporte público, cuyas aportaciones para mantenimiento de vialidades es evidentemente insuficiente y por ello necesario revisar que contribuyan con equidad y de acuerdo a la utilidad que les dejan las concesiones, más cuando está bajando el precio de la gasolina.

No menos importante está el problema de los habitantes sucios, los que tiran basura en cualquier punto, más en terrenos baldíos, cuyos propietarios no son multados y llevados los predios hasta su remate por no cumplir normas para evitar que se conviertan en focos de contaminación…

Y ni qué decir de miles de conductores, talleres, tiendas, negocios, etc., que con impunidad total bloquean el paso de peatones obligándolos a caminar por donde pasan los autos y camiones… Ya basta entonces de tanta falta descarada de los ciudadanos…

Si falta presupuesto para tener una mejor ciudad, la presidenta Marina, su equipo y el Cabildo tienen una disyuntiva: ¿Entrarle a multar y cambiar a irresponsables mexicalenses (en ciudad y su valle)?, o de plano conducirse por rutas menos riesgosas en su quehacer público, pero con resultados quizá menos efectivos para darle a la ciudad y sus habitantes una mejor calidad de vida.

Y todo esto tiene que ver no solo con su perfil como máxima autoridad municipal, sino también en la forma como comunica a sus gobernados lo que hace o deja de hacer y por lo pronto, parece que cuenta con la mayoría. ¿O no?

pibenavarro@gmail.com