/ miércoles 15 de julio de 2020

Matemáticas pandémicas

EL MURO

Las señales apuntan a que ya llegamos al pico de la pandemia, lo cual es una noticia genial más que catastrófica, porque luego de eso lo que sigue es el regreso a la normalidad.

En un simple ejercicio matemático, a la vuelta de un mes dos insignificantes contagios al día creciendo a ritmo exponencial factor 2, terminan convirtiéndose en 1 mil 73 millones 741 mil 824 personas infectadas. Esto fue lo que los funcionarios gubernamentales intentaron explicar, pero no pudieron, quizá en parte se deba a que nunca entendieron lo que es comunicar riesgos, algo muy diferente a diseñar campañas para obtener votos o para descalificar a rivales políticos.

Sin embargo, las infecciones de Covid jamás han sido una marcha constante ni simétrica, las medidas de confinamiento impuestas ralentizaron el asunto, los comportamientos responsables de algunas personas ayudaron a evitar la diseminación, pero a pesar de eso no fue suficiente para evitar la propagación del virus en la comunidad.

Siempre fue importante conocer –a pesar de no practicarse test masivos- el total de enfermos. Al principio de la cuarentena, sirvió para proyectar cómo funcionaría el sistema hospitalario. A estas alturas es útil para ver cuándo permitir el regreso a las actividades cotidianas y analizar si podría existir un rebrote en invierno, cuando las condiciones del clima, el aire seco predominante, facilitan la permanencia del virus en el ambiente.

Las cifras oficiales de infectados ni de chiste son creíbles, pero no necesariamente porque la autoridad oculte mañosamente la situación, sino debido a que básicamente se nutren con los casos que llegan a los hospitales gubernamentales y a algunas clínicas particulares (así funciona el sistema Centinela que -por cierto- no es un modelo matemático), pero omiten los casos que se tratan en consultorios, en casa y obvio, no incluyen a las personas que de ningún modo se percataron que tuvieron el virus, ya que el sector Salud carece de personal básico, como los rastreadores, especialistas que mantienen comunicación con sospechosos de contagio.

Las matemáticas pandémicas, aunque no son sentencias proféticas, han servido para darnos una idea de la realidad. Con base a factores como el tamaño de la población, número inicial de infecciones, número básico de reproducción, tiempo de transmisión del virus, tasa de letalidad, tiempo de recuperación, tasa de hospitalización, tiempo transcurrido entre la incubación del virus hasta la muerte, tiempo de recuperación de casos leves, tiempo de hospitalización, entre otros tantos elementos, es posible hacer proyecciones.

Todo indica que 4/5 partes de la población de Mexicali tiene o ya tuvo el virus, la enorme mayoría sin haber sufrido ninguna complicación. Por eso vemos a la autoridad relajada, porque sabe que de alguna u otra forma ha terminado por sacar adelante el problema con el menor desgaste posible para su futuro político. Por eso los vemos enfrascados en diferentes pleitos políticos, porque para ellos la pandemia ya se acabó…

vicmarcen09@gmail.com


EL MURO

Las señales apuntan a que ya llegamos al pico de la pandemia, lo cual es una noticia genial más que catastrófica, porque luego de eso lo que sigue es el regreso a la normalidad.

En un simple ejercicio matemático, a la vuelta de un mes dos insignificantes contagios al día creciendo a ritmo exponencial factor 2, terminan convirtiéndose en 1 mil 73 millones 741 mil 824 personas infectadas. Esto fue lo que los funcionarios gubernamentales intentaron explicar, pero no pudieron, quizá en parte se deba a que nunca entendieron lo que es comunicar riesgos, algo muy diferente a diseñar campañas para obtener votos o para descalificar a rivales políticos.

Sin embargo, las infecciones de Covid jamás han sido una marcha constante ni simétrica, las medidas de confinamiento impuestas ralentizaron el asunto, los comportamientos responsables de algunas personas ayudaron a evitar la diseminación, pero a pesar de eso no fue suficiente para evitar la propagación del virus en la comunidad.

Siempre fue importante conocer –a pesar de no practicarse test masivos- el total de enfermos. Al principio de la cuarentena, sirvió para proyectar cómo funcionaría el sistema hospitalario. A estas alturas es útil para ver cuándo permitir el regreso a las actividades cotidianas y analizar si podría existir un rebrote en invierno, cuando las condiciones del clima, el aire seco predominante, facilitan la permanencia del virus en el ambiente.

Las cifras oficiales de infectados ni de chiste son creíbles, pero no necesariamente porque la autoridad oculte mañosamente la situación, sino debido a que básicamente se nutren con los casos que llegan a los hospitales gubernamentales y a algunas clínicas particulares (así funciona el sistema Centinela que -por cierto- no es un modelo matemático), pero omiten los casos que se tratan en consultorios, en casa y obvio, no incluyen a las personas que de ningún modo se percataron que tuvieron el virus, ya que el sector Salud carece de personal básico, como los rastreadores, especialistas que mantienen comunicación con sospechosos de contagio.

Las matemáticas pandémicas, aunque no son sentencias proféticas, han servido para darnos una idea de la realidad. Con base a factores como el tamaño de la población, número inicial de infecciones, número básico de reproducción, tiempo de transmisión del virus, tasa de letalidad, tiempo de recuperación, tasa de hospitalización, tiempo transcurrido entre la incubación del virus hasta la muerte, tiempo de recuperación de casos leves, tiempo de hospitalización, entre otros tantos elementos, es posible hacer proyecciones.

Todo indica que 4/5 partes de la población de Mexicali tiene o ya tuvo el virus, la enorme mayoría sin haber sufrido ninguna complicación. Por eso vemos a la autoridad relajada, porque sabe que de alguna u otra forma ha terminado por sacar adelante el problema con el menor desgaste posible para su futuro político. Por eso los vemos enfrascados en diferentes pleitos políticos, porque para ellos la pandemia ya se acabó…

vicmarcen09@gmail.com