/ viernes 28 de diciembre de 2018

Mexicali es un milagro del Río Colorado…

La Espiga


Siguiendo con la reseña del libro “Pioneros de Mexicali” del historiador, narrador y periodista Enrique Estrada Barrera, editado en 1973, aparece el testimonio de:

-Ernestina Monreal Vda. de Pedroza. Llegó a Mexicali en 1902 cuando solo había unas cuantas carpitas. Su familia venía proveniente del mineral El Álamo y después de Ensenada emprenden la aventura hacia Mexicali donde había mucha tierra disponible.

En su travesía remontan la Sierra de Picachos; con un atajo de mulas pasaron por la Laguna Salada llena de agua hasta llegar a El Río (actualmente Mexicali). Su padre levantó una casita con pedazos de madera, emplaste de lodo y techo de tule. En aquellos años se vivía con muchas dificultades: El calor intenso, los ventarrones, las inundaciones, el frío congelante. Pese a todo, su familia decidió quedarse.

Doña Ernestina se casó con un militar de la tropa del coronel Esteban Cantú.

-Ernesto González León. Llegó a Mexicali en 1904 con su familia de origen sudcaliforniano, venían de Ensenada en busca de nuevos horizontes. Se acomodan en el hoy Centro Histórico; fueron vecinos de otras familias de pioneros como las de Delfina Vda. de Moreno, Daniel Sández, Jesús Orozco, José Manuel Vizcarra, Ramón Zumaya, Urbano Vázquez, Benigno González, José María y Santiago Castro.

De joven Ernesto trabajó en una maderería de Calexico. A partir de 1924 consiguió un terreno en la colonia Agrícola Rivera donde se dedicó a la siembra de alfalfa y algodón.

-Edelmira Monreal Romero. Nacida en Ensenada, llegó de niña a Mexicali; se vinieron en burros atravesando con muchas dificultades La Rumorosa. Su familia se acomodó en el Centro Histórico por la calle Bravo.

Sus padres Florencio Monreal y María Rosario Romero levantaron su casita de ramas en la parte poblada del incipiente caserío. “En ese entonces todo aquello eran puros terregales… me acuerdo que hacíamos juguetes con los huesos de los animales, con las patas con que se hace el menudo…”.

-Ricarda Arias Vda. de González. Tenía 116 años cuando fue entrevistada. Su familia proveniente de Zacatecas llegó a Mexicali a principios del siglo XX0 cuando solo los indios cucapá vivían en las orillas del Río Colorado.

“…Todo estaba pelón en Mexicali, no había más que dos o tres casitas cerca de la Línea internacional…”.

-Juanita Cárdenas Vda. de Cota. Llegó a Mexicali en 1908 proveniente de El Triunfo, B.C.S. Con 115 años de edad, platica sobre su arribo a nuestra ciudad. Lo moderno en aquellos tiempos eran los carritos jalados por caballos, las calles céntricas estaban cerca del cruce fronterizo.

Doña Juanita vivía por la avenida Arista cerca de la calle F. Ella vio los cimientos del Palacio de Gobierno allá por 1919; no pensaba contemplar terminada aquella magna obra.

Cuando quedó viuda empezó a trabajar como cocinera en la casa del coronel Esteban Cantú, tiempo después laboró en la cocina del famoso restaurante El León de Oro.

En el verano enciende a ratos su “cooler”, pero no lo soporta por el ruido. “…Antes para el calor lo único que teníamos eran mosquiteros”. Así era la vida de los pioneros de Mexicali.

Archivo Histórico del Municipio de Mexicali. IMACUM.

La Espiga


Siguiendo con la reseña del libro “Pioneros de Mexicali” del historiador, narrador y periodista Enrique Estrada Barrera, editado en 1973, aparece el testimonio de:

-Ernestina Monreal Vda. de Pedroza. Llegó a Mexicali en 1902 cuando solo había unas cuantas carpitas. Su familia venía proveniente del mineral El Álamo y después de Ensenada emprenden la aventura hacia Mexicali donde había mucha tierra disponible.

En su travesía remontan la Sierra de Picachos; con un atajo de mulas pasaron por la Laguna Salada llena de agua hasta llegar a El Río (actualmente Mexicali). Su padre levantó una casita con pedazos de madera, emplaste de lodo y techo de tule. En aquellos años se vivía con muchas dificultades: El calor intenso, los ventarrones, las inundaciones, el frío congelante. Pese a todo, su familia decidió quedarse.

Doña Ernestina se casó con un militar de la tropa del coronel Esteban Cantú.

-Ernesto González León. Llegó a Mexicali en 1904 con su familia de origen sudcaliforniano, venían de Ensenada en busca de nuevos horizontes. Se acomodan en el hoy Centro Histórico; fueron vecinos de otras familias de pioneros como las de Delfina Vda. de Moreno, Daniel Sández, Jesús Orozco, José Manuel Vizcarra, Ramón Zumaya, Urbano Vázquez, Benigno González, José María y Santiago Castro.

De joven Ernesto trabajó en una maderería de Calexico. A partir de 1924 consiguió un terreno en la colonia Agrícola Rivera donde se dedicó a la siembra de alfalfa y algodón.

-Edelmira Monreal Romero. Nacida en Ensenada, llegó de niña a Mexicali; se vinieron en burros atravesando con muchas dificultades La Rumorosa. Su familia se acomodó en el Centro Histórico por la calle Bravo.

Sus padres Florencio Monreal y María Rosario Romero levantaron su casita de ramas en la parte poblada del incipiente caserío. “En ese entonces todo aquello eran puros terregales… me acuerdo que hacíamos juguetes con los huesos de los animales, con las patas con que se hace el menudo…”.

-Ricarda Arias Vda. de González. Tenía 116 años cuando fue entrevistada. Su familia proveniente de Zacatecas llegó a Mexicali a principios del siglo XX0 cuando solo los indios cucapá vivían en las orillas del Río Colorado.

“…Todo estaba pelón en Mexicali, no había más que dos o tres casitas cerca de la Línea internacional…”.

-Juanita Cárdenas Vda. de Cota. Llegó a Mexicali en 1908 proveniente de El Triunfo, B.C.S. Con 115 años de edad, platica sobre su arribo a nuestra ciudad. Lo moderno en aquellos tiempos eran los carritos jalados por caballos, las calles céntricas estaban cerca del cruce fronterizo.

Doña Juanita vivía por la avenida Arista cerca de la calle F. Ella vio los cimientos del Palacio de Gobierno allá por 1919; no pensaba contemplar terminada aquella magna obra.

Cuando quedó viuda empezó a trabajar como cocinera en la casa del coronel Esteban Cantú, tiempo después laboró en la cocina del famoso restaurante El León de Oro.

En el verano enciende a ratos su “cooler”, pero no lo soporta por el ruido. “…Antes para el calor lo único que teníamos eran mosquiteros”. Así era la vida de los pioneros de Mexicali.

Archivo Histórico del Municipio de Mexicali. IMACUM.