/ miércoles 16 de marzo de 2022

Mujeres mejorando

EL MURO

La ciencia confirma la errónea creencia empírica: La mujer vale menos y eso afecta su autoconfianza.

Mientras las soluciones se alejen de este enfoque del problema, cualquier propuesta, incluida las patrullas moradas o las marchas con finales destructivos, solo serán impactantes ilusiones cognitivas que nunca aportarán una respuesta eficaz.

A todos nos conviene trabajar en el asunto de la mujer, porque un justo piso parejo en su trato significaría también una eventual mejora en la convivencia con las minorías, con la gente con discapacidad. El camino es muy complicado y la presencia de mujeres en posiciones de poder no debería ser tomado como un avance, porque el caso de ellas, sí, muy digno de reconocimiento, fue resultado de una formación familiar extraordinaria, un modelo casi imposible de replicar en el resto de las familias cachanillas.

Sergio Caro | La Voz de la Frontera

El 9 de marzo fue presentado “The stereotype that girls lack talent: A worldwide investigation”, un trabajo cuyo resultado mostró -entre otros puntos- que las niñas se perciben como incapaces de atender tareas asociadas a la genialidad, como las matemáticas, algo que ocurre con más frecuencia irónicamente en países desarrollados donde la brecha de género no parece ser tan ancha.

Eso no es privativo del mundo blanco, ya que en “Parents think their sons are brigther…” las madres de familia zulúes consideran a sus hijos con mejor capacidad intelectual que sus hijas. El resto de los padres en el mundo confirman esa tendencia, salvo que a las niñas les otorgan una superior inteligencia verbal y musical. Esto también fue el resultado del trabajo “Adults and children implicitly associate brilliance with men…” y de “Gender stereotypes can explain the gender…”.

A pesar de que la evidencia demuestra la inexistente diferencia en las capacidades lógico matemáticas entre hombres y mujeres superdotados (“The gender-equality paradox in science…”), en la vida cotidiana escolar, un docente tiende a decantarse por un hombre al momento de brindar una oportunidad de crecimiento (“Gifted girls: Gender bias in gifted…”).

Todo lo anterior termina por orillar a las mujeres a hacer a un lado cualquier carrera universitaria generadora de ansiedad, que implique brillantez matemática (“Messages about brilliance undermine women´s…”). La buena noticia es que desde hace 70 años la percepción hacia las mujeres en el mundo ha ido mejorando (“Gender stereotypes have changed…”), la mala es que los resultados no permean por igual a todos los estratos. La buena noticia es que si tomamos los caminos precisos, las cosas pueden avanzar en Mexicali; la mala es que si la pasión predomina, el proyecto de mujeres mejorando será un cuento de nunca acabar.

vicmarcen09@gmail.com


EL MURO

La ciencia confirma la errónea creencia empírica: La mujer vale menos y eso afecta su autoconfianza.

Mientras las soluciones se alejen de este enfoque del problema, cualquier propuesta, incluida las patrullas moradas o las marchas con finales destructivos, solo serán impactantes ilusiones cognitivas que nunca aportarán una respuesta eficaz.

A todos nos conviene trabajar en el asunto de la mujer, porque un justo piso parejo en su trato significaría también una eventual mejora en la convivencia con las minorías, con la gente con discapacidad. El camino es muy complicado y la presencia de mujeres en posiciones de poder no debería ser tomado como un avance, porque el caso de ellas, sí, muy digno de reconocimiento, fue resultado de una formación familiar extraordinaria, un modelo casi imposible de replicar en el resto de las familias cachanillas.

Sergio Caro | La Voz de la Frontera

El 9 de marzo fue presentado “The stereotype that girls lack talent: A worldwide investigation”, un trabajo cuyo resultado mostró -entre otros puntos- que las niñas se perciben como incapaces de atender tareas asociadas a la genialidad, como las matemáticas, algo que ocurre con más frecuencia irónicamente en países desarrollados donde la brecha de género no parece ser tan ancha.

Eso no es privativo del mundo blanco, ya que en “Parents think their sons are brigther…” las madres de familia zulúes consideran a sus hijos con mejor capacidad intelectual que sus hijas. El resto de los padres en el mundo confirman esa tendencia, salvo que a las niñas les otorgan una superior inteligencia verbal y musical. Esto también fue el resultado del trabajo “Adults and children implicitly associate brilliance with men…” y de “Gender stereotypes can explain the gender…”.

A pesar de que la evidencia demuestra la inexistente diferencia en las capacidades lógico matemáticas entre hombres y mujeres superdotados (“The gender-equality paradox in science…”), en la vida cotidiana escolar, un docente tiende a decantarse por un hombre al momento de brindar una oportunidad de crecimiento (“Gifted girls: Gender bias in gifted…”).

Todo lo anterior termina por orillar a las mujeres a hacer a un lado cualquier carrera universitaria generadora de ansiedad, que implique brillantez matemática (“Messages about brilliance undermine women´s…”). La buena noticia es que desde hace 70 años la percepción hacia las mujeres en el mundo ha ido mejorando (“Gender stereotypes have changed…”), la mala es que los resultados no permean por igual a todos los estratos. La buena noticia es que si tomamos los caminos precisos, las cosas pueden avanzar en Mexicali; la mala es que si la pasión predomina, el proyecto de mujeres mejorando será un cuento de nunca acabar.

vicmarcen09@gmail.com