/ sábado 20 de abril de 2019

Músicos y cantantes de Mexicali (primera parte)

La Espiga de Neón


Nuestro Mexicali multicultural nació como una prolongación del Valle Imperial, en sus inicios tenía la imagen de un pueblo del Viejo Oeste norteamericano, desde luego que la música que se escuchaba en aquellos años de principios del Siglo 20 era el famoso Country Western, sin faltar los cantos religiosos provenientes de las iglesias de Calexico.

Para los agitados años veinte los casinos, cabarets y clubes nocturnos se llenaron con los ritmos audaces del Foxtrot, el Charleston y el Boogie Boogie, sin faltar las polkas, marchas y valses como el de nuestra pieza musical por excelencia: “La Rosa de Mexicali”, de 1923.

Aquella música sabrosa interpretada por las orquestas americanas era la que se captaba en los antiguos radios y consolas de bulbos enormes que se usaban en las casas de madera estilo Californiano.

El profesor Hermenegildo Pérez Cervantes nos dejó algunos trabajos memorables sobre la Época Dorada de los músicos cachanillas, en un artículo titulado “Los trovadores de Mexicali” publicado en el 2003, Pérez Cervantes evoca en 1927 cuando tres jóvenes alumnas de la Escuela Normal y Preparatoria de Mexicali (ubicada en la escuela “Cuauhtémoc”) fueron convocadas por el profesor Luzsiglo Figueroa para formar el Trío Magisterial con la intención de amenizar eventos culturales, festejos familiares y ceremonias cívicas.

Estas muchachas cachanillas eran Enriqueta Romero, Victoria Cuevas y Narcisa Barrón. Entre su repertorio predilecto figuraban canciones románticas y valses clásicos de la música mexicana, tales como: “Ojos de juventud”, “Recuerdo”, “Dios nunca muere”, “Rosalía”, “Nidito de Amor”, “Viva mi desgracia”, “Noche azul”, “Morir soñando”, “Alejandra”…

En 1932 sale al aire la señal radiofónica de la XEAO, una radiodifusora pionera que operó Luis Castro López, creador del aparato trasmisor. Con esta radio local los cantantes, músicos, declamadores y ejecutantes aficionados de Mexicali tuvieron un espacio para difundir sus aptitudes artísticas, por fin la música mexicana se pudo escuchar en los hogares cachanillas.

Las familias locales empiezan a adquirir radios, pues ya pueden disfrutar de un entretenimiento adicional al deporte llanero y a la cerveza Mexicali. Uno de los primeros trovadores destacados fue el joven Fiacro Maldonado, de oficio jornalero, pero dotado de una estupenda voz de barítono e intérprete de hermosas melodías románticas.

Luego vendría el Dueto Bohemio formado por Manuel Ortiz y José Guadalupe Alcántar, ellos interpretaban canciones de los Hermanos Martínez Gil, los Cuates Castilla, Agustín Lara, Gonzalo Curiel, Tata Nacho, Alfonso Esparza Oteo y Lorenzo Barcelata.

En 1936 destacó un joven de 16 años alumno de la escuela “Benito Juárez”, su nombre era Carlos Muro. Al egresar de sus estudios continuó la carrera de cantante amenizando fiestas familiares, en serenatas y reuniones de amigos destacaba por su estupenda voz.

La Estación de Radio XEAA y su programa “La Hora Blanco y Negro” que a partir de 1939 deleitó a las familias cachanillas fue un semillero de valores artísticos locales. (Continuará).

Archivo Histórico del Municipio de Mexicali. IMACUM.



La Espiga de Neón


Nuestro Mexicali multicultural nació como una prolongación del Valle Imperial, en sus inicios tenía la imagen de un pueblo del Viejo Oeste norteamericano, desde luego que la música que se escuchaba en aquellos años de principios del Siglo 20 era el famoso Country Western, sin faltar los cantos religiosos provenientes de las iglesias de Calexico.

Para los agitados años veinte los casinos, cabarets y clubes nocturnos se llenaron con los ritmos audaces del Foxtrot, el Charleston y el Boogie Boogie, sin faltar las polkas, marchas y valses como el de nuestra pieza musical por excelencia: “La Rosa de Mexicali”, de 1923.

Aquella música sabrosa interpretada por las orquestas americanas era la que se captaba en los antiguos radios y consolas de bulbos enormes que se usaban en las casas de madera estilo Californiano.

El profesor Hermenegildo Pérez Cervantes nos dejó algunos trabajos memorables sobre la Época Dorada de los músicos cachanillas, en un artículo titulado “Los trovadores de Mexicali” publicado en el 2003, Pérez Cervantes evoca en 1927 cuando tres jóvenes alumnas de la Escuela Normal y Preparatoria de Mexicali (ubicada en la escuela “Cuauhtémoc”) fueron convocadas por el profesor Luzsiglo Figueroa para formar el Trío Magisterial con la intención de amenizar eventos culturales, festejos familiares y ceremonias cívicas.

Estas muchachas cachanillas eran Enriqueta Romero, Victoria Cuevas y Narcisa Barrón. Entre su repertorio predilecto figuraban canciones románticas y valses clásicos de la música mexicana, tales como: “Ojos de juventud”, “Recuerdo”, “Dios nunca muere”, “Rosalía”, “Nidito de Amor”, “Viva mi desgracia”, “Noche azul”, “Morir soñando”, “Alejandra”…

En 1932 sale al aire la señal radiofónica de la XEAO, una radiodifusora pionera que operó Luis Castro López, creador del aparato trasmisor. Con esta radio local los cantantes, músicos, declamadores y ejecutantes aficionados de Mexicali tuvieron un espacio para difundir sus aptitudes artísticas, por fin la música mexicana se pudo escuchar en los hogares cachanillas.

Las familias locales empiezan a adquirir radios, pues ya pueden disfrutar de un entretenimiento adicional al deporte llanero y a la cerveza Mexicali. Uno de los primeros trovadores destacados fue el joven Fiacro Maldonado, de oficio jornalero, pero dotado de una estupenda voz de barítono e intérprete de hermosas melodías románticas.

Luego vendría el Dueto Bohemio formado por Manuel Ortiz y José Guadalupe Alcántar, ellos interpretaban canciones de los Hermanos Martínez Gil, los Cuates Castilla, Agustín Lara, Gonzalo Curiel, Tata Nacho, Alfonso Esparza Oteo y Lorenzo Barcelata.

En 1936 destacó un joven de 16 años alumno de la escuela “Benito Juárez”, su nombre era Carlos Muro. Al egresar de sus estudios continuó la carrera de cantante amenizando fiestas familiares, en serenatas y reuniones de amigos destacaba por su estupenda voz.

La Estación de Radio XEAA y su programa “La Hora Blanco y Negro” que a partir de 1939 deleitó a las familias cachanillas fue un semillero de valores artísticos locales. (Continuará).

Archivo Histórico del Municipio de Mexicali. IMACUM.