PRISMA
Un tema que se nos había quedado en el tintero tiene que ver con la controvertida diputada federal priísta Nancy Sánchez Arredondo.
La historia: Hace algunas semanas -tal vez meses- el presidente Peña Nieto anunció que estaría al margen del proceso electoral, por cierto cada día más “calientito”. Poco después del anuncio, Nancy declaró a la prensa local -ignoramos si lo hizo a nivel nacional- que el Presidente de la República “le había pedido que participara en la actual contienda como candidata a senadora”. Como es lógico suponer, dio a entender que aceptaba la invitación de la manera más gustosa y de ello dieron cuenta medios de comunicación local con gran amplitud y a todos consta que estaba casi lista para lanzarse en busca de un escaño en el Senado de la República, encabezando la fórmula priísta. Los observadores políticos -hoy tan ocupados-no dejaron de señalar un punto de suma importancia: Que la diputada -cuya labor principal ha sido atacar sistemáticamente la actuación del gobernador Francisco Vega de Lamadrid- lo que se dice “balconeó” al ocupante de Los Pinos al hacer pública la invitación que según declaró le hizo EPN, ya que mientras éste negaba su injerencia en el proceso electoral, ella demostraba que sí al aceptar que había sido invitada. Poco después, como es bien sabido, la diputada que mucho ha crecido políticamente bajo la protección de un alto dirigente priísta, dio marcha atrás y anunció renunciar a la nominación que había aceptado por la sugerencia presidencial.
La declinación a participar tuvo origen en el hecho de que por decisión de los altos mandos tricolores fue bajada al segundo lugar -al parecer por cuestiones de género-, hecho que no le gustó…
La declinación a participar tuvo origen en el hecho que Nancy -por decisión de los altos mandos tricolores- fue bajada al segundo lugar -al parecer por cuestiones de género- hecho que no le gustó y decidió retirarse de la contienda que todos afirman “cada día se pone más interesante”. Ahora bien, si la legisladora mexicalense aseguró a medios haber sido invitada por el propio Presidente de la Nación a participar -cosa que aceptó en principio- y finalmente decide no hacerlo, se da un hecho que puede interpretarse como rotundo no a una invitación presidencial. Ante tal estado de cosas, el episodio nos lleva a dos grandes conclusiones: Que la diputada -a lo mejor de manera inconsciente- demostró que Peña Nieto sí ha metido su manita en el proceso, como lo señalan algunos. La segunda sería que Nancy tuvo arrestos para rechazar una invitación y decir no al Presidente de la República. En un país en donde nadie puede decir no al Presidente, prueba que NSA es muy valiente.
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