/ viernes 4 de septiembre de 2020

No es lo mismo, pero es igual…

QUO VADIS

En este Mes de la Patria, cuando se supone que las autoridades –TODAS-- deben guardar un poquito de compostura y practicar lo que queda de valores por los que murieron cientos de miles, seguramente millones de mexicanos durante la Revolución Mexicana y sus graves consecuencias como hambre, enfermedades, despojos, etc., legisladores de San Lázaro, “camalonean” y practican el “canibalismo” político de forma abierta y lo más desaseada posible…

Primero, nada de respetar la plataforma, principios y otras fanfarronerías que estipulan los partidos que utilizaron para llegar al poder público; nada de respetar el interés de los ciudadanos que los eligieron como legisladores y mucho menos argumentar el porqué de su aferrada intención de entrarle a una lucha de todos contra todos donde sobrevivirán, sin duda, los que sean más cochinos, puercos, marranos y asquerosos porque así han sido, son y seguirán siendo.

El descaro y desaguisado iniciado el pasado 31 de agosto en la Cámara de Diputados federal por el ínclito vicecoordinador del Partido del Trabajo, Gerardo Fernàndez Noroña, no se puede interpretar de otra manera: Su terquedad para ser presidente de la Mesa Directiva en el último año de este periodo legislativo arrebató temporalmente al PRI esa posibilidad, pero todo parece indicar que la priísta Dulce Marìa Sauri será quien ocupe tan peleado cargo no obstante a que su partido incurrió en una práctica similar a la del petista: Jalar a su bancada a diputados perredistas.

Cualquiera que sea el caso de diputados federales o locales que migran de una bancada a otra de acuerdo a sus intereses y al mejor postor puede deducirse que no es lo mismo, pero es igual a las deserciones de delincuentes que pasan de una banda a otra o a “pelear” de manera independiente porque, reitero, en el caso de los caros legisladores no sustentan públicamente el porqué de su “transformación” y la utilidad pública que justifique la misma, de tal suerte que esa sucia práctica tiene que acotarse.

Corresponde a la sociedad organizada, la que con su voto y dinero (vía prerrogativas a partidos) hace posibles a estos sinvergüenzas y estafadores de la política, inducir reformas que impidan ese “chapulineo” que tras bambalinas puede estar infestado de auténticos pirómanos vestidos de bomberos o, para que mejor me entienda, animales políticos que “perviven” en el servicio público en base a falsas promesas y compromisos y no pocas acciones que, convertidas en políticas públicas, impiden o hacen lenta la transición de los mexicanos a una mejor calidad de vida que en estos tiempos se ha deteriorado y agravado de manera atípica.

Ya basta entonces de ofender la inteligencia del ciudadano común y de seguir opacando la gris democracia en nuestro país porque lo dice la vox populi: “Una cosa es Juan Domínguez y otra no me...”; y tratándose del último periodo legislativo será que “2021 es el año de Hidalgo y que…el que deje algo?...O, porqué, pues, el intento suicida por la presidencia de la Cámara de Diputados federal. ¿O no?

pibenavarro115@hotmail.com


QUO VADIS

En este Mes de la Patria, cuando se supone que las autoridades –TODAS-- deben guardar un poquito de compostura y practicar lo que queda de valores por los que murieron cientos de miles, seguramente millones de mexicanos durante la Revolución Mexicana y sus graves consecuencias como hambre, enfermedades, despojos, etc., legisladores de San Lázaro, “camalonean” y practican el “canibalismo” político de forma abierta y lo más desaseada posible…

Primero, nada de respetar la plataforma, principios y otras fanfarronerías que estipulan los partidos que utilizaron para llegar al poder público; nada de respetar el interés de los ciudadanos que los eligieron como legisladores y mucho menos argumentar el porqué de su aferrada intención de entrarle a una lucha de todos contra todos donde sobrevivirán, sin duda, los que sean más cochinos, puercos, marranos y asquerosos porque así han sido, son y seguirán siendo.

El descaro y desaguisado iniciado el pasado 31 de agosto en la Cámara de Diputados federal por el ínclito vicecoordinador del Partido del Trabajo, Gerardo Fernàndez Noroña, no se puede interpretar de otra manera: Su terquedad para ser presidente de la Mesa Directiva en el último año de este periodo legislativo arrebató temporalmente al PRI esa posibilidad, pero todo parece indicar que la priísta Dulce Marìa Sauri será quien ocupe tan peleado cargo no obstante a que su partido incurrió en una práctica similar a la del petista: Jalar a su bancada a diputados perredistas.

Cualquiera que sea el caso de diputados federales o locales que migran de una bancada a otra de acuerdo a sus intereses y al mejor postor puede deducirse que no es lo mismo, pero es igual a las deserciones de delincuentes que pasan de una banda a otra o a “pelear” de manera independiente porque, reitero, en el caso de los caros legisladores no sustentan públicamente el porqué de su “transformación” y la utilidad pública que justifique la misma, de tal suerte que esa sucia práctica tiene que acotarse.

Corresponde a la sociedad organizada, la que con su voto y dinero (vía prerrogativas a partidos) hace posibles a estos sinvergüenzas y estafadores de la política, inducir reformas que impidan ese “chapulineo” que tras bambalinas puede estar infestado de auténticos pirómanos vestidos de bomberos o, para que mejor me entienda, animales políticos que “perviven” en el servicio público en base a falsas promesas y compromisos y no pocas acciones que, convertidas en políticas públicas, impiden o hacen lenta la transición de los mexicanos a una mejor calidad de vida que en estos tiempos se ha deteriorado y agravado de manera atípica.

Ya basta entonces de ofender la inteligencia del ciudadano común y de seguir opacando la gris democracia en nuestro país porque lo dice la vox populi: “Una cosa es Juan Domínguez y otra no me...”; y tratándose del último periodo legislativo será que “2021 es el año de Hidalgo y que…el que deje algo?...O, porqué, pues, el intento suicida por la presidencia de la Cámara de Diputados federal. ¿O no?

pibenavarro115@hotmail.com