/ jueves 8 de marzo de 2018

¿Nuclear la nueva guerra?

VIENTOS

Recientemente el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se encargó de enchinarnos la piel con su declaración ante las dos cámaras de la Asamblea Federal, de ser la primera potencia nuclear del mundo, agregando en su mensaje “urbi et orbi”: “No quieren escucharnos, ¡Escúchenos ahora!”.

Por su puesto agregó que hoy son poseedores de un cohete internacional de elevado alcance que puede, por su radio de acción, tardar el tiempo necesario para dar con efectividad en el blanco preconcebido; y que es un cohete invencible (!) capaz de romper el blindaje antimisiles de los países occidentales. La referencia contra los Estados Unidos es obvia. Los rusos pueden ser aventurados y osados. Ya lo mostraron en la Segunda Guerra Mundial. Y dicen que son muy buenos jugadores de ajedrez, que es decir, capaces mentales. Los riesgos inútiles no se los juegan como el escenario aquél en tiempos de Kennedy, cuando dieron la vuelta a sus naves que iban a Cuba a llevar armamento nuevo y misiles de costa. Fue una buena prueba de intención… Pero hoy las cosas son distintas y el poder nuclear ruso, según números internacionales es muy grande y armas secretas bien guardadas. A esto habría que agregar una incógnita que depende de muchas cosas e imponderables: quiénes serían sus aliados. Porque China, aun cuando no es una potencia nuclear, si lo es en recursos humanos. Y los Estados Unidos creo que en esta ocasión no contarían con Francia y dudo que con Arabia Saudita. El nuevo cohete ruso se llama Kinzahl que en nuestro idioma significa daga. El simbolismo es obvio para los expertos en armas en el combate personal. La metáfora es evidente. El asunto es pensar con acuciosidad si Rusia daría el primer golpe en esta supuesta Tercera y definitiva Guerra Mundial Nuclear. Y no lo creo. Su arma más poderosa es su capacidad para el recurso diplomático, lo que EU no tiene y menos con un presidente como Trump, belicoso, temperamental y zafio. El primer golpe lo daría EU y ese no es su rasgo histórico: EU siempre ha entrado en otras guerras para luego cosechar del “tesoro” y sacar la mejor parte. Y las condiciones mundiales no le son propicias, inclusive en su propia nación. Por eso la actual multiplicación y desentierro de películas de guerra contra Alemania y Japón, que no representan ahora ninguna ayuda guerrera, pero que reitera la heroicidad norteamericana en la guerra y sus valores que ya se vieron en la orfandad en el regreso a la patria de quienes pudieron hacerlo, baldados físicamente, pero también mentalmente. Tengo la impresión que se trata de un “tanteo” de fuerzas el nuevo escenario entre Rusia y Estados Unidos. Posiblemente (y lo espero) que la sangre no llegue al río y que el mundo pueda seguir su camino con pequeñas guerritas como la Siria y las luchas entre Israel y sus vecinos. No estamos en posición de estimular algo que en definitiva nos destrozaría a todos. Si Rusia posee un cohete intercontinental de tan favorables “adornos” bélicos, que lo guarde para cuando el fin del mundo llegue y la historia diga como yo ahora: fin.

jaimepardoverdugo@yahoo.com.m x

VIENTOS

Recientemente el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se encargó de enchinarnos la piel con su declaración ante las dos cámaras de la Asamblea Federal, de ser la primera potencia nuclear del mundo, agregando en su mensaje “urbi et orbi”: “No quieren escucharnos, ¡Escúchenos ahora!”.

Por su puesto agregó que hoy son poseedores de un cohete internacional de elevado alcance que puede, por su radio de acción, tardar el tiempo necesario para dar con efectividad en el blanco preconcebido; y que es un cohete invencible (!) capaz de romper el blindaje antimisiles de los países occidentales. La referencia contra los Estados Unidos es obvia. Los rusos pueden ser aventurados y osados. Ya lo mostraron en la Segunda Guerra Mundial. Y dicen que son muy buenos jugadores de ajedrez, que es decir, capaces mentales. Los riesgos inútiles no se los juegan como el escenario aquél en tiempos de Kennedy, cuando dieron la vuelta a sus naves que iban a Cuba a llevar armamento nuevo y misiles de costa. Fue una buena prueba de intención… Pero hoy las cosas son distintas y el poder nuclear ruso, según números internacionales es muy grande y armas secretas bien guardadas. A esto habría que agregar una incógnita que depende de muchas cosas e imponderables: quiénes serían sus aliados. Porque China, aun cuando no es una potencia nuclear, si lo es en recursos humanos. Y los Estados Unidos creo que en esta ocasión no contarían con Francia y dudo que con Arabia Saudita. El nuevo cohete ruso se llama Kinzahl que en nuestro idioma significa daga. El simbolismo es obvio para los expertos en armas en el combate personal. La metáfora es evidente. El asunto es pensar con acuciosidad si Rusia daría el primer golpe en esta supuesta Tercera y definitiva Guerra Mundial Nuclear. Y no lo creo. Su arma más poderosa es su capacidad para el recurso diplomático, lo que EU no tiene y menos con un presidente como Trump, belicoso, temperamental y zafio. El primer golpe lo daría EU y ese no es su rasgo histórico: EU siempre ha entrado en otras guerras para luego cosechar del “tesoro” y sacar la mejor parte. Y las condiciones mundiales no le son propicias, inclusive en su propia nación. Por eso la actual multiplicación y desentierro de películas de guerra contra Alemania y Japón, que no representan ahora ninguna ayuda guerrera, pero que reitera la heroicidad norteamericana en la guerra y sus valores que ya se vieron en la orfandad en el regreso a la patria de quienes pudieron hacerlo, baldados físicamente, pero también mentalmente. Tengo la impresión que se trata de un “tanteo” de fuerzas el nuevo escenario entre Rusia y Estados Unidos. Posiblemente (y lo espero) que la sangre no llegue al río y que el mundo pueda seguir su camino con pequeñas guerritas como la Siria y las luchas entre Israel y sus vecinos. No estamos en posición de estimular algo que en definitiva nos destrozaría a todos. Si Rusia posee un cohete intercontinental de tan favorables “adornos” bélicos, que lo guarde para cuando el fin del mundo llegue y la historia diga como yo ahora: fin.

jaimepardoverdugo@yahoo.com.m x