/ martes 27 de julio de 2021

Otro país, con los jóvenes

Felipe Arizmendi Esquivel | La Voz de la Frontera

VER.- Una persona me platicó que quedó sorprendida porque fue a una tiendita de abarrotes del pueblo a comprar sus cosas y estaban allí tres jóvenes con armas, prepotentes y sintiéndose reyes del lugar, causando temor en los presentes. Lo que más le sorprendió fue que quien los lideraba era una jovencita, tatuada por todas partes, con un vocabulario y unas expresiones muy vulgares.

Un domingo, al salir de la misa de mediodía, pasando por la plaza del pueblo, frente a mí, a un metro de distancia, pasó una camioneta con unos diez jóvenes armados, miembros de un grupo que se dedica a extorsionar. Nos quedamos asombrados y preocupados con esos jóvenes engarzados por líderes de grupos armados que imponen sus leyes por todas partes.

Unos sacerdotes de Mazatlán me platicaron que muchos niños y adolescentes dicen sin ningún rubor que cuando sean mayores de edad su ilusión es llegar a ser narcotraficantes por los lujos y placeres que éstos presumen.

¿Qué hacemos por esa juventud? El Presidente de nuestro país sostiene que hay que atacar esto desde raíz, ofreciendo a los jóvenes oportunidades de estudiar y trabajar. Tiene toda la razón y hay que apoyar eso, pero quienes ya están dentro de esos grupos no entienden de abrazos y buenos consejos de sus mamás y hay que defender al pueblo pobre que sufre por esa delincuencia que no se detiene.

PENSAR

El Papa Francisco dijo a los jóvenes en Morelia el 16 de febrero de 2016:

“Uno de los mayores tesoros de esta tierra mexicana son sus jóvenes. Sí, son ustedes la riqueza de esta tierra; hay que transformarla en esperanza. La principal amenaza a la esperanza es hacerte creer que empiezas a ser valioso cuando te disfrazas de ropas, marcas, del último grito de la moda, o cuando te vuelves importante por tener dinero, pero en el fondo tu corazón no cree que seas digno de cariño, digno de amor. La principal amenaza es cuando uno siente que tiene que tener plata para comprar todo, incluso el cariño de los demás. La principal amenaza es creer que por tener un gran carro, eres feliz. Jesús, el que nos da la esperanza, nunca nos invitaría a ser sicarios, sino que nos llama discípulos. Nos llama amigos. Jesús nunca nos mandaría a la muerte, sino que todo en Él es invitación a la vida”.

ACTUAR

El Episcopado Mexicano, en nuestro Proyecto global de pastoral 2031+2033, hicimos la opción de ser “una Iglesia que comparte con los adolescentes y jóvenes la tarea de hacer un país lleno de esperanza, alegría y vida plena”...

Hicimos el compromiso de “promover iniciativas de educación y desarrollo humano integral de los adolescentes y jóvenes y realizar proyectos pastorales encaminados a ayudar a los jóvenes en riesgo de violencia, narcotráfico, prostitución, trata de personas, etc., con ambientes más sanos que les ayude a desarrollar su espíritu juvenil” (Ibid).

Padres de familia, maestros y párrocos: Escuchen y acompañen más a sus jóvenes.


Felipe Arizmendi Esquivel | La Voz de la Frontera

VER.- Una persona me platicó que quedó sorprendida porque fue a una tiendita de abarrotes del pueblo a comprar sus cosas y estaban allí tres jóvenes con armas, prepotentes y sintiéndose reyes del lugar, causando temor en los presentes. Lo que más le sorprendió fue que quien los lideraba era una jovencita, tatuada por todas partes, con un vocabulario y unas expresiones muy vulgares.

Un domingo, al salir de la misa de mediodía, pasando por la plaza del pueblo, frente a mí, a un metro de distancia, pasó una camioneta con unos diez jóvenes armados, miembros de un grupo que se dedica a extorsionar. Nos quedamos asombrados y preocupados con esos jóvenes engarzados por líderes de grupos armados que imponen sus leyes por todas partes.

Unos sacerdotes de Mazatlán me platicaron que muchos niños y adolescentes dicen sin ningún rubor que cuando sean mayores de edad su ilusión es llegar a ser narcotraficantes por los lujos y placeres que éstos presumen.

¿Qué hacemos por esa juventud? El Presidente de nuestro país sostiene que hay que atacar esto desde raíz, ofreciendo a los jóvenes oportunidades de estudiar y trabajar. Tiene toda la razón y hay que apoyar eso, pero quienes ya están dentro de esos grupos no entienden de abrazos y buenos consejos de sus mamás y hay que defender al pueblo pobre que sufre por esa delincuencia que no se detiene.

PENSAR

El Papa Francisco dijo a los jóvenes en Morelia el 16 de febrero de 2016:

“Uno de los mayores tesoros de esta tierra mexicana son sus jóvenes. Sí, son ustedes la riqueza de esta tierra; hay que transformarla en esperanza. La principal amenaza a la esperanza es hacerte creer que empiezas a ser valioso cuando te disfrazas de ropas, marcas, del último grito de la moda, o cuando te vuelves importante por tener dinero, pero en el fondo tu corazón no cree que seas digno de cariño, digno de amor. La principal amenaza es cuando uno siente que tiene que tener plata para comprar todo, incluso el cariño de los demás. La principal amenaza es creer que por tener un gran carro, eres feliz. Jesús, el que nos da la esperanza, nunca nos invitaría a ser sicarios, sino que nos llama discípulos. Nos llama amigos. Jesús nunca nos mandaría a la muerte, sino que todo en Él es invitación a la vida”.

ACTUAR

El Episcopado Mexicano, en nuestro Proyecto global de pastoral 2031+2033, hicimos la opción de ser “una Iglesia que comparte con los adolescentes y jóvenes la tarea de hacer un país lleno de esperanza, alegría y vida plena”...

Hicimos el compromiso de “promover iniciativas de educación y desarrollo humano integral de los adolescentes y jóvenes y realizar proyectos pastorales encaminados a ayudar a los jóvenes en riesgo de violencia, narcotráfico, prostitución, trata de personas, etc., con ambientes más sanos que les ayude a desarrollar su espíritu juvenil” (Ibid).

Padres de familia, maestros y párrocos: Escuchen y acompañen más a sus jóvenes.