Entre Teclas
Desde los orígenes de la humanidad, el hombre-varón-masculino ha presumido ser el llamado “sexo fuerte” porque tal frase la constriñe estrictamente a la fuerza física. Sin embargo, la verdadera fuerza física, espiritual y emocional está en manos de la mujer.
Aclaro que este artículo no tiene como propósito poner en una competencia entre la fuerza y facultades del hombre y la mujer; de ninguna manera. Hombre y mujer son el complemento perfecto de la naturaleza para la perpetuidad de la especie. Sin embargo, honor a quien honor merece.
Hoy en día la mujer ha incursionado en todos los campos de la actividad humana: Las empresas, la cultura, el arte, el deporte, la ciencia, el desarrollo social, la economía y la academia, entre otros.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas, las mujeres del mundo desean y merecen un futuro igualitario sin estigma, estereotipos ni violencia; un futuro que sea sostenible, pacífico, con igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas. Para lograr este objetivo, el mundo necesita mujeres en todas las mesas en las que se tomen decisiones.
Este año, el tema del Día Internacional de la Mujer fue “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”, celebra los enormes esfuerzos realizados por mujeres y niñas de todo el mundo a la hora de definir un futuro más igualitario y la recuperación ante la pandemia y resalta las deficiencias que persisten. Sin embargo, las mujeres siguen sin tener suficiente representación en la vida pública y la toma de decisiones, tal como refleja el reciente informe del Secretario General de las Naciones Unidas.
Hablar de la mujer en México es primero que nada decir que son más de la mitad de la población total, de más de la mitad de la población en edad de trabajar, de prácticamente la mitad de la matrícula escolar nacional y del mayor número de votantes registrados en el padrón electoral vigente. Las mujeres son mayoría en un país de arraigadas tradiciones machistas.
La presencia femenina en el mercado de trabajo se ha incrementado de manera notable en las últimas décadas, particularmente en los sectores productivos y de servicios. En México las mujeres representaban poco menos del 40% de la población económicamente activa.
Hoy en día la mujer en México puede ser un factor de cambio, no solo en el desarrollo social y económico del país, sino también en el futuro político.
