MENOS FACE Y MÁS BOOK
Si te ha gustado el deporte toda la vida, desde tu niñez, lo más probable es que esta actividad la repliques en tu vida adulta y que te resulte raro que la gente no disfrute como tú de este tipo de actividades. Invitas a tus amigos, parejas, incluso a las nuevas generaciones a que se unan al deporte.
Lo mismo ocurre con la lectura. Si desde pequeño te ha gustado lo más probable es que como adulto mires con orgullo tu biblioteca y veas cuánto has leído, viajado, aprendido e imaginado montándote en esas páginas y siempre buscas compañeros de viajes con quien compartir las aventuras lectoras. Por eso siempre agradezco los libros que se cruzan en mi vida que son ”fáciles” de leer, de comentar, de compartir y esta vez ha sido así.
“Por favor, sea breve” (edición de Clara Obligado, páginas de espuma, 214 páginas) es un libro recopilatorio de muchos microrrelatos, relatos que son una plana o incluso de un par de líneas. El micro relato más “famoso”, pero ya no el más corto es “Dinosaurio de Monterroso” y va así: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.
Por lo breve de estos relatos y por la gran cantidad de diferentes autores que acompañan esta edición que de manera magistral y con mucha dedicación seleccionó Clara Obligado (con la cual tengo una entrevista pendiente), es imposible que pasen desapercibidos en tu vida.
Jorge Luis Borges, Pedro Shimose, Marcial Fernández, Julio Torry, Vicente Huidobro, son algunos de los más de 50 autores que encontrarás en estas páginas, pero ¿qué podrás leer? Cuentos de soledad, de introspección, de monjas, de infidelidad, de amor, de fantasmas, de sexo, de apuestas y deudas, ente otros temas.
Este libro para mi gusto es para mayores de 13 años sin tope de edad, ya que las temáticas son múltiples como las sorpresas.
Si deseas regalar un libro para alguien que no es muy fan de leer, éste es un excelente título. Si te gusta escribir cuentos, este libro no debe faltar en tu colección o si deseas desconectar tu mente de la realidad minutos antes de dormir, este libro debería estar descansando en tu buró.
Me despido esperando verlos caminar con un libro bajo el brazo.
