/ viernes 2 de octubre de 2020

Que Dios nos agarre confesados…

QUO VADIS

Sobre la humanidad se cierne la ominosa sombra que representa la advertencia de Trump a sus adversarios en el sentido de que si no le dan…arrebata en pos de un nuevo periodo para gobernar el país que se considera militarmente el más poderoso del mundo.

Por otro frente está la cadavérica secuela que deja la pandemia con más de un millón de decesos que puede multiplicarse fácilmente por tres en toda estadística, mientras las irrazonables confrontaciones entre la especie humana crecen desmesuradamente.

Mire usted, si piensa como cualquier ciudadano común (mas no corriente) en que lo importante en su vida es su trabajo y bienestar de su familia, analistas coinciden en que está más que medio equivocado y dicen por qué: Primero porque una cosa es que los gobernados se sientan “patrones” de los gobernantes cuando en realidad el bienestar de la mayoría de la humanidad está en riesgo por lo que hacen o dejan de hacer quienes ostentan el poder público, sean de izquierda, derecha, centro o combinados, porque ya hay de todo en política, como ocurre con los “derechos humanos” que se inventan al calor de reclamos de minorías que pisotean valores, principios y hasta ultrajan la propia naturaleza.

Aquí en nuestra región, hablando de pifias políticas ajenas, están los coletazos que a la comunidad mexicana fronteriza le atiza la política del racista Trump o cómo ocultar las políticas públicas en nuestro país que antes, como ahora, siguen impositivas y ajenas a la idiosincrasia y convivencia fronteriza.

Así es la globalización, gracias a las facilidades de la comunicación nuestra privacidad se trastoca cuando sentimos que estamos en el paraíso o la calamidad del infierno por lo que se hace o deja de hacer, cuando los abusos y confrontaciones humanas por el poder, fama o dinero son indetenibles mientras la actitud depredadora robustece a mortales que se creen deidades auténticas de una monarquía casi en extinción por entender las sociedades que esa clase de personas no merecen vivir en palacios y a costa de la sangre y sudor del pueblo.

Por esos y otros componentes, los analistas concluyen: Cualquiera que tenga derecho a votar por quienes quieren el poder público no deben subestimar las realidades sociales, políticas y económicas, tener presente que INFORMACIÓN ES PODER y en esa mística de informarse identificar y desahuciar retóricas huecas como insultantes, de tal forma que en la emisión del voto haya consciente claridad para que continúe lo que se tiene o se cambie de destino con otros gobernantes; nada de abstenerse porque eso es complicidad pasiva de lo que resulte.

Hoy en día las redes permiten con mayor rapidez que personas simples trasciendan y sean motivo de cambios impensables por sus ideales y acciones; descubrir ese posible liderazgo en nuestra existencia es una cosa, pero por las dudas más vale que Dios nos agarre confesados ante realidades que tirios y troyanos disputan y todavìa falta ver qué pasa en este 2 de octubre de triste memoria... ¿O no?

pibenavarro115@hotmail.com


QUO VADIS

Sobre la humanidad se cierne la ominosa sombra que representa la advertencia de Trump a sus adversarios en el sentido de que si no le dan…arrebata en pos de un nuevo periodo para gobernar el país que se considera militarmente el más poderoso del mundo.

Por otro frente está la cadavérica secuela que deja la pandemia con más de un millón de decesos que puede multiplicarse fácilmente por tres en toda estadística, mientras las irrazonables confrontaciones entre la especie humana crecen desmesuradamente.

Mire usted, si piensa como cualquier ciudadano común (mas no corriente) en que lo importante en su vida es su trabajo y bienestar de su familia, analistas coinciden en que está más que medio equivocado y dicen por qué: Primero porque una cosa es que los gobernados se sientan “patrones” de los gobernantes cuando en realidad el bienestar de la mayoría de la humanidad está en riesgo por lo que hacen o dejan de hacer quienes ostentan el poder público, sean de izquierda, derecha, centro o combinados, porque ya hay de todo en política, como ocurre con los “derechos humanos” que se inventan al calor de reclamos de minorías que pisotean valores, principios y hasta ultrajan la propia naturaleza.

Aquí en nuestra región, hablando de pifias políticas ajenas, están los coletazos que a la comunidad mexicana fronteriza le atiza la política del racista Trump o cómo ocultar las políticas públicas en nuestro país que antes, como ahora, siguen impositivas y ajenas a la idiosincrasia y convivencia fronteriza.

Así es la globalización, gracias a las facilidades de la comunicación nuestra privacidad se trastoca cuando sentimos que estamos en el paraíso o la calamidad del infierno por lo que se hace o deja de hacer, cuando los abusos y confrontaciones humanas por el poder, fama o dinero son indetenibles mientras la actitud depredadora robustece a mortales que se creen deidades auténticas de una monarquía casi en extinción por entender las sociedades que esa clase de personas no merecen vivir en palacios y a costa de la sangre y sudor del pueblo.

Por esos y otros componentes, los analistas concluyen: Cualquiera que tenga derecho a votar por quienes quieren el poder público no deben subestimar las realidades sociales, políticas y económicas, tener presente que INFORMACIÓN ES PODER y en esa mística de informarse identificar y desahuciar retóricas huecas como insultantes, de tal forma que en la emisión del voto haya consciente claridad para que continúe lo que se tiene o se cambie de destino con otros gobernantes; nada de abstenerse porque eso es complicidad pasiva de lo que resulte.

Hoy en día las redes permiten con mayor rapidez que personas simples trasciendan y sean motivo de cambios impensables por sus ideales y acciones; descubrir ese posible liderazgo en nuestra existencia es una cosa, pero por las dudas más vale que Dios nos agarre confesados ante realidades que tirios y troyanos disputan y todavìa falta ver qué pasa en este 2 de octubre de triste memoria... ¿O no?

pibenavarro115@hotmail.com