/ jueves 29 de noviembre de 2018

Recordando a Luis Echeverría

Prisma


Si algún Presidente de la República ha mostrado interés en solucionar los problemas de Baja California brindándoles la atención debida, es precisamente Luis Echeverría Álvarez, a quien por cierto los bajacalifornianos mucho le debemos.

Lamentablemente no le hemos dado el reconocimiento que merece. Gracias a la amistad que le unía con el gobernador Milton Castellanos Everardo, éste tuvo la oportunidad de establecer una relación cordial con el mandatario que le permitió plantear -y pedir-, solución a la problemática que presentaba en ese entonces nuestra entidad en varios aspectos de nuestra vida cotidiana.

Por haber formado parte de la administración que encabezó el político chiapaneco, estuvimos en condiciones de constatar personalmente el interés de LEA por Baja California, apoyando siempre la creación de gran parte de la infraestructura que tenemos.

Atención especial dio al grave problema que enfrentaba Tijuana -resuelto favorablemente- debido a que cierta empresa reclamaba como suyo gran parte de su territorio, así como su intervención para impulsar la consolidación de nuestra Máxima Casa de Estudios, la UABC.

Imposible enumerar en este espacio los beneficios derivados de la obra pública federal y de la solución de problemas ancestrales que golpeaban a nuestra entidad. Las visitas de LEA -a Mexicali particularmente- en donde lo tratamos en persona, fueron tan frecuentes que permitieron establecer una relación cordial con los reporteros que cubrían la fuente en ese tiempo. Nunca mostró miedo alguno en concederles entrevistas, como otros que conocimos. Siempre fue atento y respetuoso con ellos.

Cuando Ernesto Zedillo Ponce de León arribó a Los Pinos -que siempre negó haber nacido en Pueblo Nuevo de Mexicali- pensamos que volverían los tiempos de LEA en cuanto a la atención de nuestra problemática.

Desafortunadamente no fue así. Su actitud fue totalmente negativa. Dos casos de muestra fueron cuando se le planteó el problema de las tarifas eléctricas, siendo su respuesta: “Si no la pagan se las cortarán”.

Las pocas veces que visitó Mexicali dicen se escondía de sus amigos”para que no le pidieran chamba”.

El relato vino a cuento al recordar que Enrique Peña Nieto únicamente nos visitó una vez durante su mandato. Su ciudad favorita fue la que todos los políticos prefieren: Tijuana. Su temor (sic) a los medios le impidió hablar con los periodistas locales. Sus viajes fueron siempre como “visitas de doctor”. Su desatención a nuestros problemas está a la vista.

Afortunadamente terminó su mandato pleno de yerros y suponemos vendrán mejores tiempos para BC al asumir la Presidencia de la República AMLO, quien ha prometido “no les fallaré”. Millones de mexicanos esperamos que así sea, por el bien de México.


Prisma


Si algún Presidente de la República ha mostrado interés en solucionar los problemas de Baja California brindándoles la atención debida, es precisamente Luis Echeverría Álvarez, a quien por cierto los bajacalifornianos mucho le debemos.

Lamentablemente no le hemos dado el reconocimiento que merece. Gracias a la amistad que le unía con el gobernador Milton Castellanos Everardo, éste tuvo la oportunidad de establecer una relación cordial con el mandatario que le permitió plantear -y pedir-, solución a la problemática que presentaba en ese entonces nuestra entidad en varios aspectos de nuestra vida cotidiana.

Por haber formado parte de la administración que encabezó el político chiapaneco, estuvimos en condiciones de constatar personalmente el interés de LEA por Baja California, apoyando siempre la creación de gran parte de la infraestructura que tenemos.

Atención especial dio al grave problema que enfrentaba Tijuana -resuelto favorablemente- debido a que cierta empresa reclamaba como suyo gran parte de su territorio, así como su intervención para impulsar la consolidación de nuestra Máxima Casa de Estudios, la UABC.

Imposible enumerar en este espacio los beneficios derivados de la obra pública federal y de la solución de problemas ancestrales que golpeaban a nuestra entidad. Las visitas de LEA -a Mexicali particularmente- en donde lo tratamos en persona, fueron tan frecuentes que permitieron establecer una relación cordial con los reporteros que cubrían la fuente en ese tiempo. Nunca mostró miedo alguno en concederles entrevistas, como otros que conocimos. Siempre fue atento y respetuoso con ellos.

Cuando Ernesto Zedillo Ponce de León arribó a Los Pinos -que siempre negó haber nacido en Pueblo Nuevo de Mexicali- pensamos que volverían los tiempos de LEA en cuanto a la atención de nuestra problemática.

Desafortunadamente no fue así. Su actitud fue totalmente negativa. Dos casos de muestra fueron cuando se le planteó el problema de las tarifas eléctricas, siendo su respuesta: “Si no la pagan se las cortarán”.

Las pocas veces que visitó Mexicali dicen se escondía de sus amigos”para que no le pidieran chamba”.

El relato vino a cuento al recordar que Enrique Peña Nieto únicamente nos visitó una vez durante su mandato. Su ciudad favorita fue la que todos los políticos prefieren: Tijuana. Su temor (sic) a los medios le impidió hablar con los periodistas locales. Sus viajes fueron siempre como “visitas de doctor”. Su desatención a nuestros problemas está a la vista.

Afortunadamente terminó su mandato pleno de yerros y suponemos vendrán mejores tiempos para BC al asumir la Presidencia de la República AMLO, quien ha prometido “no les fallaré”. Millones de mexicanos esperamos que así sea, por el bien de México.