Quo Vadis
Según una nota informativa en el diario El Vigía, durante abril, mayo y junio pasados, las 746 tiendas de conveniencia de marca muy conocida ubicadas en Ensenada, Playas de Rosarito, Tijuana y Tecate, lograron recaudar un total de 503 mil pesos que fueron finalmente entregados a la Cruz Roja del puerto para ser invertidos en capacitación de los socorristas.
Ese dato da una idea de lo que se puede lograr con los “redondeos” impulsados y encauzados con transparencia y, sobre todo, honestidad, pero ¿qué hay de aquellos negocios que se hacen de la vista gorda con el cambio…la feria en centavos que deben devolver al consumidor? ¡Nada!... Así es desafortunadamente…
No hay autoridad hacendaria ni para la defensa del consumidor que atienda de manera OFICIOSA y puntualmente este tipo de robo “hormiga” a los consumidores y esto ocurre desde tiempos inmemorables en perjuicio de la economía familiar, a menos que haya por ahí alguna reglamentación que ignoremos los consumidores y, más aún, que haya surtido efecto (multas efectivas y ejemplares) contra este tipo de abusos comerciales.
Son centavos los que roban en todo tipo de giros que ofrecen servicios y productos cuando éstos se cotizan en pesos y centavos, recurriendo algunos inclusive a pagar con dulces, chicles o lo que se les ocurra por unos 10, 15 o hasta 50 centavos de cambio. Es más, hay quienes de plano hacen su redondeo a placer y si tienen que devolver por ejemplo 1 peso 85 centavos, sólo regresan un peso con 50 centavos, si bien le va al consumidor.
Pero qué tal los banqueros y la infinidad de giros comerciales que manejan cuentas a crédito. Ahí sí son puntuales en marcar centavos en todo, hasta en el IVA a cobrar y con ello establecer verdaderos saqueos al bolsillo de sus clientes, si es que por ahí quedaron unos centavos por pagar y que con el tiempo se convertirán en deuda de pesos.
Por eso, porque no se vale que sigan robando a consumidores bajo el argumento de que no hay “cambio”, el redondeo debiera ser la opción rigorista en todos los negocios y sancionada por autoridades hacendarias, de manera que los montos acumulados -una vez donados- tampoco se utilicen en beneficio del negocio que hizo el acopio para hacerlos deducibles de impuestos; eso es saludar con sombrero ajeno y falsear el origen real de las donaciones.
Qué bueno fuera que la PROFECO mandara a sus inspectores a hacer compras a esas grandes, medianas y enanas tiendas comerciales y de servicios y verifiquen la negativa de entregar cambio a consumidores para aplicarles multas significativas que realmente les duelan…
En fin, no es poca cosa el tema si se observa en su dimensión general. Se trata de millones de pesos que diariamente en el país son hurtados a los consumidores y en mínima parte acumulados para instancias de beneficencia pública.
¿Quién dijo yo para iniciar una legislación federal al respecto ahora que está de moda poner a México como ejemplo de transformer?...O de lo contrario seguir tolerando este tipo de robo que empequeñece esfuerzos legítimos de directivos empresariales para apoyar la economía familiar.
Así que si exige los centavos de cambio y no hay…aguántese mientras no haya ley EFECTIVA que lo proteja.
