LA POLÍTICA DE LAS PERSONAS
Hace unos días el Congreso de Baja California aprobó la reducción al 50% del financiamiento a partidos políticos. Sin duda, un paso en respuesta a la exigencia de las personas desde hace años, sobre todo para los que hemos impulsado iniciativas con fines algo similares.
Haber reducido el 50% es solo un paso de todo un camino a trazar en materia de entrega de dinero público a los partidos políticos, ya que recordemos que el problema real y la indignación no radica tal cual en el cuánto les estamos dando, sino la falta de resultados de los mismos.
Por ejemplo, de las facultades constitucionales de los partidos es incentivar la participación ciudadana y fomentar la educación cívica de los ciudadanos, esto lo podemos medir con las votaciones, pues si estuvieran cumpliendo con sus responsabilidades la participación en las votaciones sería mayor y en Baja California en elecciones estatales ni siquiera el 30% de la ciudadanía se levanta a votar, esto quiere decir que los partidos se encuentran reprobados y no están cumpliendo con una de las principales razones de su existencia y si seguimos esta lógica, no se les debería de reducir el 50, sino mínimo el 70% de lo que reciben.
De esto trata la iniciativa #SinVotoNoHayDinero, iniciativa que este septiembre cumple ya tres años que las personas la entregamos al Congreso y aunque haya sido entregada a pasados diputados, los actuales ya la conocen, así que les invitamos a seguirla. Se trata de crear criterios de evaluación y no nada más a partidos políticos, sino a toda institución, secretaría, programa e inclusive servidores o funcionarios públicos que reciban dinero de las personas.
Lo que no se mide no se puede cambiar y mucho menos mejorar, es por ello que debemos concentrarnos en evaluar resultados, ya que ningún ente que no cumpla con su razón de ser merece un solo peso de nuestro dinero. Además, en materia de transparencia específicamente los partidos nos deben mucho, ya que les recordamos que sea uno o un millón el dinero que se les entregue, nos deben de rendir cuentas de exactamente en qué se gastó.
Otro punto que debemos dejar en claro es el uso de dinero en campañas electorales, se acercan las próximas elecciones y no nada más se trata de reducir el dinero público, sino de no abrir más la llave a dinero privado. Tanto partidos como candidatos deben entender algo: No nada más queremos campañas en donde el dinero público sea mínimo, sino el dinero en general. Se trata de migrar de campañas en donde gana el que puso más publicidad con su imagen, el que hizo guerra sucia e inclusive compra o condiciona votos, a campañas limpias y de las personas, en donde se concentren en generar propuestas reales y no en ver cómo atacan al contrincante o administraciones pasadas.
