Voz Campesina
Iniciar -desde el primer minuto de ayer- la veda electoral para partidos políticos significa que cuando menos hasta el próximo domingo descansaremos de la tremenda ‘spotiza’ mediática que nos han venido endilgando.
Aunque a falta de normatividad aplicable, cualquier ciudadano podrá expresar sus preferencias políticas a través de las redes sociales. Sin poder negarse que tal instrumento tecnológico ha sido aprovechado como alternativa de difusión proselitista, esperamos que también ahí se abra (voluntariamente) un espacio reflexivo y de preparación rumbo a la jornada electoral, máxime en nuestra querida tierra cachanilla, de agobiante calor.
Ajeno en absoluto a militancia alguna, sugiero ubicar a exactitud la casilla donde corresponda emitir el voto.
De partidos y candidatos: Que cumplan el retiro de propaganda fijada 50 metros alrededor de éstas a fin de que el proceso se desarrolle a salvo de incidentes. Que la libre voluntad popular encuentre oportunidad de manifestarse dentro de la tranquilidad que el propio pueblo de México merece más allá del apasionamiento, cercano al fanatismo, que suele encontrarse precisamente en las ‘redes’.
Acudamos a ejercer el derecho al sufragio, asumiendo que conocido el resultado de la elección deberá quedar atrás la singular forma (cibernética) de promover a candidatos y/o partidos que además genera cierta división comunitaria. Y se fomente la unidad ciudadana en torno a las instituciones nacionales.
El México del siglo XXI requiere de intensa participación social -no sólo en época de campañas-, sino que trascienda y continúe en vía del reclamo jurídico y/o las propuestas al gobierno, buscando transformar la innegable realidad que afecta mayormente a los más desprotegidos.
