/ jueves 21 de junio de 2018

Refugios

Voz Campesina


Con el inicio -formal- del verano cachanilla y temperaturas, de aquí pa’delante arriba de los 45 grados centígrados, se anunció que a partir de ayer abriría sus puertas el refugio temporal urbano, a cargo de la autoridad municipal.

Respecto al valle mexicalense, donde tampoco son pocas las personas vulnerables ante la canícula, aún no se informa si como el año anterior serán también instalados algunos de estos albergues, máxime en zonas como Los Algodones, con elevada densidad de migrantes bajo situación de calle; Ciudad Guadalupe Victoria (el 40), ejido Hermosillo, Ciudad Morelos (Cuervos) y poblados aledaños en que mientras ambos jefes del hogar (esposos), ayudados por cada hijo durante vacaciones escolares, parten antes de que el sol salga a partírsela entre los surcos y en casa quedan abuelos (en ocasiones bebés a su cuidado) ‘protegidos’ si acaso mediante vetustos aparatos (coolers) que generan más pena que confort.

Pese a dicha e innegable realidad, todo indica -espero equivocarme- que en la época no habrá refugios y/o albergues rurales. Sin desconocer que el campesino difícilmente podría abandonar la labor agrícola (de donde obtiene el magro jornal que le permite sobrevivir) para refugiarse en horarios más cálidos, tampoco se vale desatender al resto de su familia que permanece en la vivienda.

Días atrás sostuvimos amena plática con un buen amigo jornalero, quien nos comentó la siguiente idea: “Mire Lic., pa’ nosotros es mejor dormir un rato en lo fresco de tarde-noche, pues a mediodía hay que ‘jalar a güi güi’, porque no pone el gobierno albergues de las 6:00 (PM) a las 9:00 (PM) no ‘léase’ que cobre una feriecita pal’ pago de la luz, nuestras mujeres limpiarían bien y pos al otro dia nos vamos más alivianados al jale” (sic).

Al escucharlo, vino a mi memoria el principio de “tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales”. De aplicarlo aquí, se beneficiaría a quienes semana tras semana cultivan el alimento que consumimos. Cierto, no es algo fácil (eso cualquiera lo hace) aunque tampoco imposible. Cosa de imaginación e invertir las autoridades competentes, tiempo, recursos y esfuerzo.

En fin, el valle de Mexicali merece al menos saber si dentro del actual período canicular contará o no con refugios y/o albergues temporales.


Voz Campesina


Con el inicio -formal- del verano cachanilla y temperaturas, de aquí pa’delante arriba de los 45 grados centígrados, se anunció que a partir de ayer abriría sus puertas el refugio temporal urbano, a cargo de la autoridad municipal.

Respecto al valle mexicalense, donde tampoco son pocas las personas vulnerables ante la canícula, aún no se informa si como el año anterior serán también instalados algunos de estos albergues, máxime en zonas como Los Algodones, con elevada densidad de migrantes bajo situación de calle; Ciudad Guadalupe Victoria (el 40), ejido Hermosillo, Ciudad Morelos (Cuervos) y poblados aledaños en que mientras ambos jefes del hogar (esposos), ayudados por cada hijo durante vacaciones escolares, parten antes de que el sol salga a partírsela entre los surcos y en casa quedan abuelos (en ocasiones bebés a su cuidado) ‘protegidos’ si acaso mediante vetustos aparatos (coolers) que generan más pena que confort.

Pese a dicha e innegable realidad, todo indica -espero equivocarme- que en la época no habrá refugios y/o albergues rurales. Sin desconocer que el campesino difícilmente podría abandonar la labor agrícola (de donde obtiene el magro jornal que le permite sobrevivir) para refugiarse en horarios más cálidos, tampoco se vale desatender al resto de su familia que permanece en la vivienda.

Días atrás sostuvimos amena plática con un buen amigo jornalero, quien nos comentó la siguiente idea: “Mire Lic., pa’ nosotros es mejor dormir un rato en lo fresco de tarde-noche, pues a mediodía hay que ‘jalar a güi güi’, porque no pone el gobierno albergues de las 6:00 (PM) a las 9:00 (PM) no ‘léase’ que cobre una feriecita pal’ pago de la luz, nuestras mujeres limpiarían bien y pos al otro dia nos vamos más alivianados al jale” (sic).

Al escucharlo, vino a mi memoria el principio de “tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales”. De aplicarlo aquí, se beneficiaría a quienes semana tras semana cultivan el alimento que consumimos. Cierto, no es algo fácil (eso cualquiera lo hace) aunque tampoco imposible. Cosa de imaginación e invertir las autoridades competentes, tiempo, recursos y esfuerzo.

En fin, el valle de Mexicali merece al menos saber si dentro del actual período canicular contará o no con refugios y/o albergues temporales.


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