/ miércoles 11 de agosto de 2021

Regreso a clases, ¿solución mágica?

CONTRASENTIDO

Ya dijo el Presidente que el regreso a clases es sí o sí. Por lo que los Estados, maestros, padres de familia y alumnos deben de trabajar a marchar forzadas para rehabilitar los planteles educativos en menos de un mes.

Después de más de un año se planea regresar a las aulas presenciales, aunque sin saber aún los detalles del cómo, es decir, si será voluntario, gradual o completo. La pandemia sigue acechando a la sociedad, es innegable que estamos por entrar al punto más peligroso de la tercera oleada, pero también hay que señalar que la vacunación se ha generalizado y tal vez estemos cerca de la anhelada inmunidad de rebaño. Aún así se deben seguir todos los protocolos de seguridad necesarios para no correr el riesgo de otro confinamiento que sería desastroso para la endeble economía y un golpe duro, en lo emocional, para la sociedad.

José Luis Camarillo | El Sol de Tijuana

Entonces, el principal riesgo de las clases presenciales que debemos afrontar es la falta de recursos y de infraestructura en los planteles escolares. Para nadie es un secreto que operativamente las escuelas son sostenidas por los padres de familia, quienes tienen que sufragar por material de limpieza, papelería, agua potable. Aunado a lo anterior, seguramente ahora los padres de familia tendrán que incluir en su presupuesto la compra de gel, jabón, desinfectante y una serie de artículos necesarios para sobrellevar los efectos de la pandemia. Y el Estado, por su parte, tiene la nada fácil tarea de rehabilitar los planteles y de hacer costosos arreglos como ventilación en las aulas y garantizar los servicios públicos, tarea que seguramente le será imposible y terminemos regresando a clases con lo que hay.

Con clases presenciales y a distancia de una forma simultánea, los docentes tendrán que partirse en dos para atender las necesidades de los alumnos, pero con la misma carga curricular y sin los apoyos técnicos parece ser otra tarea imposible.

Espero estar equivocado, pero todo parece ser que se terminará en más simulación educativa. Por otro lado, ese modelo educativo requeriría de conectividad en las aulas, misma que es muy deficiente o está ausente en todos los planteles educativos.

Tal vez sea tiempo de preocuparnos y ocuparnos de nuestro sistema educativo para modernizarlo y para que esté realmente a la altura de las necesidades de nuestro México. Queda claro entonces que el regreso a clases será una realidad, pero también no debemos tener ninguna duda de que el problema del rezago educativo no se resolverá con clases presenciales.

glinarez@hotmail.com

CONTRASENTIDO

Ya dijo el Presidente que el regreso a clases es sí o sí. Por lo que los Estados, maestros, padres de familia y alumnos deben de trabajar a marchar forzadas para rehabilitar los planteles educativos en menos de un mes.

Después de más de un año se planea regresar a las aulas presenciales, aunque sin saber aún los detalles del cómo, es decir, si será voluntario, gradual o completo. La pandemia sigue acechando a la sociedad, es innegable que estamos por entrar al punto más peligroso de la tercera oleada, pero también hay que señalar que la vacunación se ha generalizado y tal vez estemos cerca de la anhelada inmunidad de rebaño. Aún así se deben seguir todos los protocolos de seguridad necesarios para no correr el riesgo de otro confinamiento que sería desastroso para la endeble economía y un golpe duro, en lo emocional, para la sociedad.

José Luis Camarillo | El Sol de Tijuana

Entonces, el principal riesgo de las clases presenciales que debemos afrontar es la falta de recursos y de infraestructura en los planteles escolares. Para nadie es un secreto que operativamente las escuelas son sostenidas por los padres de familia, quienes tienen que sufragar por material de limpieza, papelería, agua potable. Aunado a lo anterior, seguramente ahora los padres de familia tendrán que incluir en su presupuesto la compra de gel, jabón, desinfectante y una serie de artículos necesarios para sobrellevar los efectos de la pandemia. Y el Estado, por su parte, tiene la nada fácil tarea de rehabilitar los planteles y de hacer costosos arreglos como ventilación en las aulas y garantizar los servicios públicos, tarea que seguramente le será imposible y terminemos regresando a clases con lo que hay.

Con clases presenciales y a distancia de una forma simultánea, los docentes tendrán que partirse en dos para atender las necesidades de los alumnos, pero con la misma carga curricular y sin los apoyos técnicos parece ser otra tarea imposible.

Espero estar equivocado, pero todo parece ser que se terminará en más simulación educativa. Por otro lado, ese modelo educativo requeriría de conectividad en las aulas, misma que es muy deficiente o está ausente en todos los planteles educativos.

Tal vez sea tiempo de preocuparnos y ocuparnos de nuestro sistema educativo para modernizarlo y para que esté realmente a la altura de las necesidades de nuestro México. Queda claro entonces que el regreso a clases será una realidad, pero también no debemos tener ninguna duda de que el problema del rezago educativo no se resolverá con clases presenciales.

glinarez@hotmail.com