/ martes 3 de diciembre de 2019

Relevo generacional en el PAN

Entre Teclas


Cuando el PAN ganó la gubernatura de Baja California en 1989, muchos de los actuales panistas eran unos niños e incluso muchos no habían nacido. La mayoría de los activistas panistas de aquella época ya se han adelantado en el camino, o bien, son octogenarios casi retirados de la política.

Por lo tanto hoy en día el panismo bajacaliforniano se está jugando una nueva realidad: Se queda atrapado en el pasado o encuentra el eslabón que habrá de unir la historia con el futuro.

El próximo domingo 8 de diciembre se desarrollarán elecciones internas en el PAN precisamente para elegir a su nuevo dirigente estatal y con ello se estarán jugando su futuro en la vida pública. Por un lado se encuentra el inquieto Carlos Aguirre Amparano, un joven de 36 años de edad, que ingresó al PAN en 1998 durante la campaña de Víctor Hermosillo para presidente municipal de Mexicali. A partir de ese momento ha ocupado cargos en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN y en el Gobierno federal.

Carlos Aguirre cuenta con el respaldo de los exgobernadores Ernesto Ruffo Appel, Eugenio Elorduy Walther y José Guadalupe Osuna Millán, además de personajes como Rafael Morgan Álvarez y Gloria Loza, quien además es candidata a secretaria general, además de muchos jóvenes con quienes tiene una identidad generacional.

Por otro lado está participando Enrique Méndez, conocido como “Kiki Méndez”, quien tiene 52 años de edad y es apoyado por los expresidentes municipales de Tijuana, Jorge Ramos y Jesús González, así como de Rubén Armenta y Alejandro Bahena Flores. A Kiki Méndez lo siguen en su trayectoria estar inmiscuido en el escándalo del “Facturagate” en 2011 ocurrido precisamente durante la administración del expresidente municipal Jesús González Reyes, mismo a quien señalaron como principal responsable.

El otro tema que se le marca como negativo es haber renunciado en mayo de este año a la coordinación de la campaña de Óscar Vega Marín a la gubernatura de Baja California, solo dos semanas antes del día de la jornada electoral, cuando ya todo “todo mundo” sabía que Óscar Vega perdería la contienda.

Después del 1 de agosto pasado, cuando rindieron protesta los diputados integrantes de la XXIII Legislatura del Estado, el PAN volvió a los tiempos anteriores, a 1983, cuando era una oposición frontal al régimen priísta, pero que pocas posibilidades tenía de lograr triunfos electorales. A raíz de las derrotas de 2018 y 2019 muchos panistas están sin empleo.

Por tal motivo muchos miembros del PAN ven en la elección interna del próximo domingo la posibilidad de retomar el rumbo basado en los documentos básicos y principios fundamentales del PAN.

Cabe mencionar que la Comisión de Elecciones Internas del PAN trató por todos los medios de frenar la candidatura de Carlos Aguirre Amparano. Sin embargo, éste acudió a la Comisión Nacional Disciplinaria que en dos ocasiones ordenó al órgano local que aprobara su candidatura. Para muchos panistas, Carlos Aguirre es el factor de unión entre la vieja guardia panista y las nuevas generaciones. La moneda está en el aire…

Cuando el PAN ganó la gubernatura de Baja California en 1989, muchos de los actuales panistas eran unos niños e incluso muchos no habían nacido. La mayoría de los activistas panistas de aquella época ya se han adelantado en el camino, o bien, son octogenarios casi retirados de la política.

Por lo tanto hoy en día el panismo bajacaliforniano se está jugando una nueva realidad: Se queda atrapado en el pasado o encuentra el eslabón que habrá de unir la historia con el futuro.

El próximo domingo 8 de diciembre se desarrollarán elecciones internas en el PAN precisamente para elegir a su nuevo dirigente estatal y con ello se estarán jugando su futuro en la vida pública. Por un lado se encuentra el inquieto Carlos Aguirre Amparano, un joven de 36 años de edad, que ingresó al PAN en 1998 durante la campaña de Víctor Hermosillo para presidente municipal de Mexicali. A partir de ese momento ha ocupado cargos en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN y en el Gobierno federal.

Carlos Aguirre cuenta con el respaldo de los exgobernadores Ernesto Ruffo Appel, Eugenio Elorduy Walther y José Guadalupe Osuna Millán, además de personajes como Rafael Morgan Álvarez y Gloria Loza, quien además es candidata a secretaria general, además de muchos jóvenes con quienes tiene una identidad generacional.

Por otro lado está participando Enrique Méndez, conocido como “Kiki Méndez”, quien tiene 52 años de edad y es apoyado por los expresidentes municipales de Tijuana, Jorge Ramos y Jesús González, así como de Rubén Armenta y Alejandro Bahena Flores. A Kiki Méndez lo siguen en su trayectoria estar inmiscuido en el escándalo del “Facturagate” en 2011 ocurrido precisamente durante la administración del expresidente municipal Jesús González Reyes, mismo a quien señalaron como principal responsable.

El otro tema que se le marca como negativo es haber renunciado en mayo de este año a la coordinación de la campaña de Óscar Vega Marín a la gubernatura de Baja California, solo dos semanas antes del día de la jornada electoral, cuando ya todo “todo mundo” sabía que Óscar Vega perdería la contienda.

Después del 1 de agosto pasado, cuando rindieron protesta los diputados integrantes de la XXIII Legislatura del Estado, el PAN volvió a los tiempos anteriores, a 1983, cuando era una oposición frontal al régimen priísta, pero que pocas posibilidades tenía de lograr triunfos electorales. A raíz de las derrotas de 2018 y 2019 muchos panistas están sin empleo.

Por tal motivo muchos miembros del PAN ven en la elección interna del próximo domingo la posibilidad de retomar el rumbo basado en los documentos básicos y principios fundamentales del PAN.

Cabe mencionar que la Comisión de Elecciones Internas del PAN trató por todos los medios de frenar la candidatura de Carlos Aguirre Amparano. Sin embargo, éste acudió a la Comisión Nacional Disciplinaria que en dos ocasiones ordenó al órgano local que aprobara su candidatura. Para muchos panistas, Carlos Aguirre es el factor de unión entre la vieja guardia panista y las nuevas generaciones. La moneda está en el aire…

Entre Teclas


Cuando el PAN ganó la gubernatura de Baja California en 1989, muchos de los actuales panistas eran unos niños e incluso muchos no habían nacido. La mayoría de los activistas panistas de aquella época ya se han adelantado en el camino, o bien, son octogenarios casi retirados de la política.

Por lo tanto hoy en día el panismo bajacaliforniano se está jugando una nueva realidad: Se queda atrapado en el pasado o encuentra el eslabón que habrá de unir la historia con el futuro.

El próximo domingo 8 de diciembre se desarrollarán elecciones internas en el PAN precisamente para elegir a su nuevo dirigente estatal y con ello se estarán jugando su futuro en la vida pública. Por un lado se encuentra el inquieto Carlos Aguirre Amparano, un joven de 36 años de edad, que ingresó al PAN en 1998 durante la campaña de Víctor Hermosillo para presidente municipal de Mexicali. A partir de ese momento ha ocupado cargos en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN y en el Gobierno federal.

Carlos Aguirre cuenta con el respaldo de los exgobernadores Ernesto Ruffo Appel, Eugenio Elorduy Walther y José Guadalupe Osuna Millán, además de personajes como Rafael Morgan Álvarez y Gloria Loza, quien además es candidata a secretaria general, además de muchos jóvenes con quienes tiene una identidad generacional.

Por otro lado está participando Enrique Méndez, conocido como “Kiki Méndez”, quien tiene 52 años de edad y es apoyado por los expresidentes municipales de Tijuana, Jorge Ramos y Jesús González, así como de Rubén Armenta y Alejandro Bahena Flores. A Kiki Méndez lo siguen en su trayectoria estar inmiscuido en el escándalo del “Facturagate” en 2011 ocurrido precisamente durante la administración del expresidente municipal Jesús González Reyes, mismo a quien señalaron como principal responsable.

El otro tema que se le marca como negativo es haber renunciado en mayo de este año a la coordinación de la campaña de Óscar Vega Marín a la gubernatura de Baja California, solo dos semanas antes del día de la jornada electoral, cuando ya todo “todo mundo” sabía que Óscar Vega perdería la contienda.

Después del 1 de agosto pasado, cuando rindieron protesta los diputados integrantes de la XXIII Legislatura del Estado, el PAN volvió a los tiempos anteriores, a 1983, cuando era una oposición frontal al régimen priísta, pero que pocas posibilidades tenía de lograr triunfos electorales. A raíz de las derrotas de 2018 y 2019 muchos panistas están sin empleo.

Por tal motivo muchos miembros del PAN ven en la elección interna del próximo domingo la posibilidad de retomar el rumbo basado en los documentos básicos y principios fundamentales del PAN.

Cabe mencionar que la Comisión de Elecciones Internas del PAN trató por todos los medios de frenar la candidatura de Carlos Aguirre Amparano. Sin embargo, éste acudió a la Comisión Nacional Disciplinaria que en dos ocasiones ordenó al órgano local que aprobara su candidatura. Para muchos panistas, Carlos Aguirre es el factor de unión entre la vieja guardia panista y las nuevas generaciones. La moneda está en el aire…

Cuando el PAN ganó la gubernatura de Baja California en 1989, muchos de los actuales panistas eran unos niños e incluso muchos no habían nacido. La mayoría de los activistas panistas de aquella época ya se han adelantado en el camino, o bien, son octogenarios casi retirados de la política.

Por lo tanto hoy en día el panismo bajacaliforniano se está jugando una nueva realidad: Se queda atrapado en el pasado o encuentra el eslabón que habrá de unir la historia con el futuro.

El próximo domingo 8 de diciembre se desarrollarán elecciones internas en el PAN precisamente para elegir a su nuevo dirigente estatal y con ello se estarán jugando su futuro en la vida pública. Por un lado se encuentra el inquieto Carlos Aguirre Amparano, un joven de 36 años de edad, que ingresó al PAN en 1998 durante la campaña de Víctor Hermosillo para presidente municipal de Mexicali. A partir de ese momento ha ocupado cargos en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN y en el Gobierno federal.

Carlos Aguirre cuenta con el respaldo de los exgobernadores Ernesto Ruffo Appel, Eugenio Elorduy Walther y José Guadalupe Osuna Millán, además de personajes como Rafael Morgan Álvarez y Gloria Loza, quien además es candidata a secretaria general, además de muchos jóvenes con quienes tiene una identidad generacional.

Por otro lado está participando Enrique Méndez, conocido como “Kiki Méndez”, quien tiene 52 años de edad y es apoyado por los expresidentes municipales de Tijuana, Jorge Ramos y Jesús González, así como de Rubén Armenta y Alejandro Bahena Flores. A Kiki Méndez lo siguen en su trayectoria estar inmiscuido en el escándalo del “Facturagate” en 2011 ocurrido precisamente durante la administración del expresidente municipal Jesús González Reyes, mismo a quien señalaron como principal responsable.

El otro tema que se le marca como negativo es haber renunciado en mayo de este año a la coordinación de la campaña de Óscar Vega Marín a la gubernatura de Baja California, solo dos semanas antes del día de la jornada electoral, cuando ya todo “todo mundo” sabía que Óscar Vega perdería la contienda.

Después del 1 de agosto pasado, cuando rindieron protesta los diputados integrantes de la XXIII Legislatura del Estado, el PAN volvió a los tiempos anteriores, a 1983, cuando era una oposición frontal al régimen priísta, pero que pocas posibilidades tenía de lograr triunfos electorales. A raíz de las derrotas de 2018 y 2019 muchos panistas están sin empleo.

Por tal motivo muchos miembros del PAN ven en la elección interna del próximo domingo la posibilidad de retomar el rumbo basado en los documentos básicos y principios fundamentales del PAN.

Cabe mencionar que la Comisión de Elecciones Internas del PAN trató por todos los medios de frenar la candidatura de Carlos Aguirre Amparano. Sin embargo, éste acudió a la Comisión Nacional Disciplinaria que en dos ocasiones ordenó al órgano local que aprobara su candidatura. Para muchos panistas, Carlos Aguirre es el factor de unión entre la vieja guardia panista y las nuevas generaciones. La moneda está en el aire…

ÚLTIMASCOLUMNAS