PENSARES
Por medio de la presente presento mi renuncia a ser adulto. He decidido aceptar la responsabilidad de tener 7 años nuevamente: Quiero navegar barquitos de papel en un estanque y hacer anillos tirando piedras al agua para poder valorar lo sencillo otra vez.
Quiero pensar en que los dulces y los amigos son mejor que el dinero; salir cómodamente de mi casa sin preocuparme cómo luce mi cabeza o mi ropa; regresar a mi casa a una comida casera y que alguien me pregunte cómo te fue. Tomar largos baños y dormir diez horas todas las noches; recostarme a la sombra de un viejo roble y vender limonada con mis amigos en un día caluroso de verano.
Abrazar a mis padres todos los días y pensar que son para siempre; regresar a los tiempos donde la vida era simple. Cuando todo lo que sabía eran colores, tablas de sumar y cuentos de hadas y eso no me molestaba porque no sabía que no sabía y no me preocupaba por no saber. Con todo lo que sabía era feliz porque no sabía las cosas que preocupan y lastiman el corazón. Quiero pensar que el mundo es justo, que todas las personas son honestas y buenas; que no hay envidias, pensar que todo es posible.
En algún lugar de mi juventud maduré; aprendí demasiado, aprendí cómo la gente no sabe querer ni amar; cómo destruyen con la boca, cómo la envidia los rodea y los hace desear el mal sobre mentiras, matrimonios infelices, del sufrimiento, la enfermedad dolor y muerte.
Aprendí cómo el dinero puede destruir una familia y cómo el sexo lo usan como un medio para conseguir lo que quieren. Qué pasó con el tiempo en que pensaba que todo el mundo viviría para siempre porque no entendía el concepto de la muerte; cuando pensaba que lo peor que pasaba era que alguien me quitara mi pelota o me escogiera de último para ser su compañero de equipo.
Recuerdo cuando era inocente y pensaba que todo el mundo era feliz porque yo lo era; no me preocupaba por el tiempo, las deudas; solo pensaba en que iba a ser cuando fuera grande sin la preocupación de lograrlo o no.
Quiero vivir simple nuevamente, no quiero que mis días sean de facturas de médicos o medicinas; no quiero que sean de chismes y pérdida de seres queridos. Quiero creer en el poder de la sonrisa, del abrazo, del apretón de manos, de la palabra dulce, de la verdad, de la justicia, de la paz, los sueños, de la imaginación. Quiero volver a mis 7 años.
Espero que cada uno de nosotros pueda vivir un poco de ese niño que llevamos dentro y no nos dejemos arrastrar por la sociedad que nos rodea y poder aprender y valorar lo sencillo y lo bueno que nos rodea.
