QUO VADIS
Los fronterizos sabemos que cuando cruzamos a Estados Unidos a pie o en auto hay derechos y responsabilidades que atender puntualmente porque de no hacerlo las sanciones suelen ser muy costosas.
Allá, por ejemplo, no hay tolerancia para obstaculizar el paso de peatones, de tal forma que éstos no tienen pretextos para cruzar una calle de manera impropia o caminar por debajo de la banqueta. Aquí no, es todo lo contrario: Los peatones estamos obligados a caminar por donde transitan los automotores porque la permisibilidad es infinita, tanto que no solo autos y mercancía invaden las banquetas, sino también rejas domiciliarias totalmente abiertas o las que son “agrandadas” para que el automotor quepa dentro de casa y ni qué decir de los vendedores ambulantes que se “plantan” en cualquier lugar…
Esto trae como consecuencia lógica que los peatones andemos “toreando” automotores, ciclistas o motociclistas que circulan rápidos y furiosos por donde se puede, inclusive en zonas conocidas como “acotamiento” que deben ser de uso exclusivo de unidades de emergencia.
El tema es relevante porque -recordemos- el director de la Policía Municipal dijo recientemente que un perito (seguramente de esa corporación) determinó “responsabilidad compartida” de un conductor que atropelló y mató a una joven madre y su hija a finales de mayo pasado ahí por la calle Novena, pero gracias a un video se pudo observar la falsedad del criterio de ese perito y por ende, el desenlace que ocurra en el proceso penal correspondiente.
Pero volviendo al tema principal: Si así es el criterio de la autoridad municipal y se da como válido en un juicio la “responsabilidad compartida”, entonces será muy sencillo acreditar que cualquier peatón atropellado incurra en “responsabilidad compartida” por el solo hecho de caminar por debajo de la banqueta sin tomar en cuenta que su paso ha sido bloqueado.
Mire usted: El Reglamento de Tránsito municipal es muy claro en cuanto a derechos y responsabilidades de peatones y clarísimo en cuanto a multas que deben aplicarse a quienes obstaculizan de cualquier forma el paso de peatones y además a conductores irresponsables; no cumplir por omisión o acción lo que estipula el Reglamento de Tránsito convierte a los elementos de la Policía Municipal en cómplices de tragedias… o quizá, en un pensamiento simplista, deducir la autoridad que las personas suelen ser víctimas por estar en lugar y hora equivocados.
…Y si no lo quiere ver así la policía, entonces que asuma su responsabilidad y comience a poner orden en el respeto que merecen los peatones. Y conste que nomás se aborda aquí el tema de los pasos peatonales obstaculizados, porque el famoso Reglamento de Tránsito tiene una larga lista de normas que simple e injustificadamente no se cumplen cuando la actual presidenta municipal se ha comprometido a cumplir las leyes y normas que nos rigen. ¿O no?
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