/ viernes 24 de julio de 2020

Respuesta al ¿por qué? de Ciro…

QUO VADIS

En su edición nocturna del pasado 21 de julio y como editorial al final de su noticiero, Ciro Gómez Leyva, exclamó lo siguiente: “La estadística suele convertir en una banalidad a la muerte, pero 40 mil muertos no podrán ser nunca una helada cifra…cuántos de esos mexicanos tenían sueños, cuántos eran el ancla de sus familias, cuántos eran la ilusión de sus personas amadas, cuántos estaban en su juventud, cuántos estaban en la decrepitud, cuántos eran ricos…cuántos eran pobres… Hoy bien a bien no lo sabemos y quizá la pregunta más importante: Cuántos de los que murieron pudieron haber sido salvados…Esa es la pregunta que nos va a perseguir y que nos haremos por generaciones: 40 mil, ¿por qué? 40 mil y contando…”.

Momentos antes del editorial de Ciro, David Páramo, el tatuado fortachón que se autoetiqueta como “padre del análisis superior” (en materia de finanzas y economía), dijo palabras más palabras menos que no se iba a meter a hablar de que la Canacintra necesita créditos puente, ni tampoco con el programa de rescate que urgen los panistas, sino más bien a convocar a la gente a salir a consumir, a perder miedo porque esa es la única forma de reactivar la economía.

Así, en un programa con alta audiencia y evidentemente formador de opinión, los receptores captamos a Ciro, el periodista, firme y preocupado por las realidades sociales, económicas y políticas alrededor de la pandemia, mientras al mismo tiempo a un analista despreocupado por el creciente número de contagios y muertes, pero ocupado -como otros líderes, meses atrás-- en decirle a la gente que no tenga miedo, que salga y consuma sin reflexionar que en el escenario actual se sumaron por miles los pobres y sin trabajo en México.

Pero volviendo con Ciro a su ¿por qué? de los más de 40 mil muertos y los que quizá se pudieron salvar. La respuesta -creo- es por eso. Porque gente como Páramo -meses atrás-- le importó un bledo las medidas preventivas y restricciones para quedarse en casa para evitar contagios, porque desde el principio de la amenaza pandémica se dejaron las fronteras de México abiertas, porque no se hacen pruebas, no hay registro y seguimiento de asintomáticos y el mayor número de infectados siguen siendo enviados a sus hogares en vez de mantenerse aislados; porque el Sector Salud en México sigue sumamente limitado para proteger a su gente y brindar cuidados preventivos y tratamientos que minimicen desenlaces fatales de enfermos y por muchas otras causas ligadas más al quehacer humano que a hechos imponderables.

Por todo eso, en vez de hacer preguntas es preciso construir respuestas que nos lleven a evitar más contagios y muertes y analizar porque ahora, cuando es indetenible el creciente número de contagios y muertes por C-19 se cuestionan malas prácticas de alimentación de los mexicanos, en vez de las causas que condujeron a un sistema de salud cuestionable en el país sin subestimar, reitero, lo heroico del personal médico. ¿O no?

pibenavarro115@gmail.com


QUO VADIS

En su edición nocturna del pasado 21 de julio y como editorial al final de su noticiero, Ciro Gómez Leyva, exclamó lo siguiente: “La estadística suele convertir en una banalidad a la muerte, pero 40 mil muertos no podrán ser nunca una helada cifra…cuántos de esos mexicanos tenían sueños, cuántos eran el ancla de sus familias, cuántos eran la ilusión de sus personas amadas, cuántos estaban en su juventud, cuántos estaban en la decrepitud, cuántos eran ricos…cuántos eran pobres… Hoy bien a bien no lo sabemos y quizá la pregunta más importante: Cuántos de los que murieron pudieron haber sido salvados…Esa es la pregunta que nos va a perseguir y que nos haremos por generaciones: 40 mil, ¿por qué? 40 mil y contando…”.

Momentos antes del editorial de Ciro, David Páramo, el tatuado fortachón que se autoetiqueta como “padre del análisis superior” (en materia de finanzas y economía), dijo palabras más palabras menos que no se iba a meter a hablar de que la Canacintra necesita créditos puente, ni tampoco con el programa de rescate que urgen los panistas, sino más bien a convocar a la gente a salir a consumir, a perder miedo porque esa es la única forma de reactivar la economía.

Así, en un programa con alta audiencia y evidentemente formador de opinión, los receptores captamos a Ciro, el periodista, firme y preocupado por las realidades sociales, económicas y políticas alrededor de la pandemia, mientras al mismo tiempo a un analista despreocupado por el creciente número de contagios y muertes, pero ocupado -como otros líderes, meses atrás-- en decirle a la gente que no tenga miedo, que salga y consuma sin reflexionar que en el escenario actual se sumaron por miles los pobres y sin trabajo en México.

Pero volviendo con Ciro a su ¿por qué? de los más de 40 mil muertos y los que quizá se pudieron salvar. La respuesta -creo- es por eso. Porque gente como Páramo -meses atrás-- le importó un bledo las medidas preventivas y restricciones para quedarse en casa para evitar contagios, porque desde el principio de la amenaza pandémica se dejaron las fronteras de México abiertas, porque no se hacen pruebas, no hay registro y seguimiento de asintomáticos y el mayor número de infectados siguen siendo enviados a sus hogares en vez de mantenerse aislados; porque el Sector Salud en México sigue sumamente limitado para proteger a su gente y brindar cuidados preventivos y tratamientos que minimicen desenlaces fatales de enfermos y por muchas otras causas ligadas más al quehacer humano que a hechos imponderables.

Por todo eso, en vez de hacer preguntas es preciso construir respuestas que nos lleven a evitar más contagios y muertes y analizar porque ahora, cuando es indetenible el creciente número de contagios y muertes por C-19 se cuestionan malas prácticas de alimentación de los mexicanos, en vez de las causas que condujeron a un sistema de salud cuestionable en el país sin subestimar, reitero, lo heroico del personal médico. ¿O no?

pibenavarro115@gmail.com