/ lunes 26 de octubre de 2020

Retos de Mario Delgado

PRISMA

Finalmente, el diputado federal Mario Delgado logró su propósito: Convertirse en dirigente nacional de su partido Morena, luego de que la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE lo declaró ganador de la tercera encuesta organizada para elegir al mandamás del Partido hoy en el poder, superando al experimentado Porfirio Muñoz Ledo.

Por cierto, no ha faltado quien critique el hecho que los morenistas tuvieron que acudir a instancias externas para elegir a sus dirigentes, al no lograr ponerse de acuerdo su membresía para hacerlo en base a la normatividad establecida por sus estatutos, lo que evidencia el grave divisionismo que impera en sus filas, provocado por la lucha por obtener su control.

Sin embargo, así se dieron las cosas y los guindas ya tienen nuevo líder nacional -ahora sí- “haiga sido como haiga sido”, como diría el expresidente Felipe Calderón Hinojosa, hoy muy preocupado por el futuro del general Salvador Cienfuegos. Ahora bien ¿cuáles son los retos que esperan al todavía líder de la bancada morenista en la Cámara de Diputados?

Vaya que son muchos y muy delicados. El primero, quizás el más importante, es restablecer la unidad al interior del Partido, que se encuentra prácticamente resquebrajada por el surgimiento de grupos ambiciosos de poder con miras a procesos electorales venideros.

Basta observar el enfrentamiento que se está dando al interior del Partido -morenistas contra morenistas- para confirmar la gravedad del problema. Más crítica es la situación, si recordamos que un Partido dividido corre el riesgo de perder su fortaleza y llega débil a sus compromisos político-electorales.

Otra tarea nada fácil de superar por Delgado -a quien se considera una persona muy cercana al presidente Andrés López Obrador-, será la postulación de candidatos a gobernadores, alcaldes y diputados, en el proceso electoral que culminará en junio del año entrante. ¿Podrá lograr el consenso entre los grupos de poder que dicen tener las agallas suficientes para nominar sus candidatos, aunque no sean miembros del Partido?

Por otra parte, a la hora de las decisiones Delgado deberá analizar minuciosamente los méritos -antecedentes, preparación, experiencias, etc., etc- de los aspirantes tomando en cuenta el imperativo de presentar candidatos triunfadores para evitar que Morena siga perdiendo elecciones como acaba de ocurrir en varias entidades del país, en donde el PRI se llevó la mejor tajada del pastel electoral.

¿Cómo impactará en Baja California el mandato de Mario Delgado como dirigente nacional de Morena? La respuesta merece un capítulo aparte por razones obvias.

salgares4@gmail.com


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Finalmente, el diputado federal Mario Delgado logró su propósito: Convertirse en dirigente nacional de su partido Morena, luego de que la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE lo declaró ganador de la tercera encuesta organizada para elegir al mandamás del Partido hoy en el poder, superando al experimentado Porfirio Muñoz Ledo.

Por cierto, no ha faltado quien critique el hecho que los morenistas tuvieron que acudir a instancias externas para elegir a sus dirigentes, al no lograr ponerse de acuerdo su membresía para hacerlo en base a la normatividad establecida por sus estatutos, lo que evidencia el grave divisionismo que impera en sus filas, provocado por la lucha por obtener su control.

Sin embargo, así se dieron las cosas y los guindas ya tienen nuevo líder nacional -ahora sí- “haiga sido como haiga sido”, como diría el expresidente Felipe Calderón Hinojosa, hoy muy preocupado por el futuro del general Salvador Cienfuegos. Ahora bien ¿cuáles son los retos que esperan al todavía líder de la bancada morenista en la Cámara de Diputados?

Vaya que son muchos y muy delicados. El primero, quizás el más importante, es restablecer la unidad al interior del Partido, que se encuentra prácticamente resquebrajada por el surgimiento de grupos ambiciosos de poder con miras a procesos electorales venideros.

Basta observar el enfrentamiento que se está dando al interior del Partido -morenistas contra morenistas- para confirmar la gravedad del problema. Más crítica es la situación, si recordamos que un Partido dividido corre el riesgo de perder su fortaleza y llega débil a sus compromisos político-electorales.

Otra tarea nada fácil de superar por Delgado -a quien se considera una persona muy cercana al presidente Andrés López Obrador-, será la postulación de candidatos a gobernadores, alcaldes y diputados, en el proceso electoral que culminará en junio del año entrante. ¿Podrá lograr el consenso entre los grupos de poder que dicen tener las agallas suficientes para nominar sus candidatos, aunque no sean miembros del Partido?

Por otra parte, a la hora de las decisiones Delgado deberá analizar minuciosamente los méritos -antecedentes, preparación, experiencias, etc., etc- de los aspirantes tomando en cuenta el imperativo de presentar candidatos triunfadores para evitar que Morena siga perdiendo elecciones como acaba de ocurrir en varias entidades del país, en donde el PRI se llevó la mejor tajada del pastel electoral.

¿Cómo impactará en Baja California el mandato de Mario Delgado como dirigente nacional de Morena? La respuesta merece un capítulo aparte por razones obvias.

salgares4@gmail.com