/ jueves 23 de septiembre de 2021

Reventó la CELAC

CUCHILLITO DE PALO

La cumbre de la Comunidad de Estados Caribeños y Latinoamericanos hizo crack. Me pregunto qué tiene en la cabeza el tlatoani: Si quiere ser el sucesor de Fidel Castro o de Hugo Chàvez o reencarnarse en un Benito Juárez, que debe estar revolcándose en la tumba de ver tanta barbaridad.

Ni duda cabe que el objetivo de la archimentada cumbre era el de lanzarlo como líder máximo de Latinoamérica. La reunión lo único que confirmó son las diferencias ideológicas irreconciliables de los gobernantes de los distintos países.

Deslumbrado consigo mismo como está, fue incapaz de darse cuenta del rechazo de la mayoría del globo terráqueo a las dictaduras. Endiosó al tlterillo heredero de Fidel y Raúl Castro, pseudo presidente de Cuba, porque en última instancia el mentado “pueblo” tan cacareado por AMLO, no lo eligió. Lo colocó en las candilejas permitiéndole que discurseara, en pleno 16 de septiembre, mientras sus incompetentes lacayos mandaban a la última fila de los invitados al recién llegado a México, embajador de Estados Unidos. ¡Que se asoleara y tuviera que escuchar majaderías contra la nación a la que representa! Inauguró la cumbre en la que se previó que se trataran los problemas que agobian a gran parte del sacrificado Continente: Ni mención. Colombia, Chile y Brasil ni se molestaron en aparecerse.

Vinieron entonces los reclamos de tres Presidentes, en defensa de la democracia. Luis Lacalle de Uruguay, Mario Abdó de Paraguay y el de Ecuador, Guillermo Lasso, reclamaron la asistencia de los dictadores de Cuba y Venezuela.

Sus voces cruzaron fronteras con el clamor de la libertad para quienes viven bajo el yugo de semejantes tiranías. Lacalle exigió el respeto a los valores esenciales de la democracia, los distintos poderes del Estado, la celebración de elecciones libres, periódicas, transparentes y a los derechos humanos. Abdó dijo que no reconocía a esos gobiernos. Lasso fue más discreto, pero igual expresó su rechazo.

Terminó la reunión con el intento de Marcelo Ebrard por decir que se lograron grandes avances y rubricaron 40 puntos. La cara de López Obrador lo dijo todo. Fotografías en las que aparece –no sabe uno- si profundamente aburrido o “empadronado” por el fracaso. Imposible que no se diera cuenta.

Se esperaba se trataran los temas candentes que afectan a millones de seres humanos. La pobreza generalizada, la falta de oportunidades, la migración que lacera a tantos infelices en la frontera Sur, donde la Guardia Nacional los detiene a base de golpes.

Otro de los graves azotes es el narcotráfico y la corrupción acendrada de tantos de estos megamequetrefes que se consideran líderes nacionales. Habría que investigarlos y sacar a la luz pública las inmensas cuentas que tienen en bancos del “Imperio”.

Nos convertimos en el hazmerreir internacional. La prensa extranjera, en su mayoría, solo se refirió a la presencia del par de dictadores en México. Los congresistas gringos, de origen hispano, tronaron contra AMLO e hicieron una fuerte condena del asunto a través de las redes sociales.

Deplorable el desembolso de nuestros impuestos para desperdiciarlo en faramallas tropicales, al gusto del emperador de Palacio, al que le salió el tiro por la culata.

CUCHILLITO DE PALO

La cumbre de la Comunidad de Estados Caribeños y Latinoamericanos hizo crack. Me pregunto qué tiene en la cabeza el tlatoani: Si quiere ser el sucesor de Fidel Castro o de Hugo Chàvez o reencarnarse en un Benito Juárez, que debe estar revolcándose en la tumba de ver tanta barbaridad.

Ni duda cabe que el objetivo de la archimentada cumbre era el de lanzarlo como líder máximo de Latinoamérica. La reunión lo único que confirmó son las diferencias ideológicas irreconciliables de los gobernantes de los distintos países.

Deslumbrado consigo mismo como está, fue incapaz de darse cuenta del rechazo de la mayoría del globo terráqueo a las dictaduras. Endiosó al tlterillo heredero de Fidel y Raúl Castro, pseudo presidente de Cuba, porque en última instancia el mentado “pueblo” tan cacareado por AMLO, no lo eligió. Lo colocó en las candilejas permitiéndole que discurseara, en pleno 16 de septiembre, mientras sus incompetentes lacayos mandaban a la última fila de los invitados al recién llegado a México, embajador de Estados Unidos. ¡Que se asoleara y tuviera que escuchar majaderías contra la nación a la que representa! Inauguró la cumbre en la que se previó que se trataran los problemas que agobian a gran parte del sacrificado Continente: Ni mención. Colombia, Chile y Brasil ni se molestaron en aparecerse.

Vinieron entonces los reclamos de tres Presidentes, en defensa de la democracia. Luis Lacalle de Uruguay, Mario Abdó de Paraguay y el de Ecuador, Guillermo Lasso, reclamaron la asistencia de los dictadores de Cuba y Venezuela.

Sus voces cruzaron fronteras con el clamor de la libertad para quienes viven bajo el yugo de semejantes tiranías. Lacalle exigió el respeto a los valores esenciales de la democracia, los distintos poderes del Estado, la celebración de elecciones libres, periódicas, transparentes y a los derechos humanos. Abdó dijo que no reconocía a esos gobiernos. Lasso fue más discreto, pero igual expresó su rechazo.

Terminó la reunión con el intento de Marcelo Ebrard por decir que se lograron grandes avances y rubricaron 40 puntos. La cara de López Obrador lo dijo todo. Fotografías en las que aparece –no sabe uno- si profundamente aburrido o “empadronado” por el fracaso. Imposible que no se diera cuenta.

Se esperaba se trataran los temas candentes que afectan a millones de seres humanos. La pobreza generalizada, la falta de oportunidades, la migración que lacera a tantos infelices en la frontera Sur, donde la Guardia Nacional los detiene a base de golpes.

Otro de los graves azotes es el narcotráfico y la corrupción acendrada de tantos de estos megamequetrefes que se consideran líderes nacionales. Habría que investigarlos y sacar a la luz pública las inmensas cuentas que tienen en bancos del “Imperio”.

Nos convertimos en el hazmerreir internacional. La prensa extranjera, en su mayoría, solo se refirió a la presencia del par de dictadores en México. Los congresistas gringos, de origen hispano, tronaron contra AMLO e hicieron una fuerte condena del asunto a través de las redes sociales.

Deplorable el desembolso de nuestros impuestos para desperdiciarlo en faramallas tropicales, al gusto del emperador de Palacio, al que le salió el tiro por la culata.

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