/ martes 12 de abril de 2022

Revocación… sin grandes sorpresas

ENTRE TECLAS

El domingo pasado en México se vivió un proceso de revocación de mandato organizado por la autoridad electoral, el primero en su tipo en toda la historia del país.

Sin embargo, también hay que decirlo, el proceso de participación ciudadano más desaseado desde 1988 cuando por medio de un vergonzoso fraude electoral Carlos Salinas de Gortari se sentó en el “trono” presidencial gracias a la “caída del sistema” orquestado por el entonces secretario de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz, hoy director general de la CFE.

Sergio Caro | La Voz de la Frontera

Más allá de los resultados numéricos, lo que se debe analizar es la forma en que se hicieron las cosas durante este ¿proceso democrático? El Instituto Nacional Electoral no contó con el presupuesto suficiente para la organización y desarrollo del proceso y la jornada del domingo 10 de abril además nunca antes (desde su fundación) el INE había sido atacado desde el “púlpito presidencial”. Al final, más allá de los números que arroje oficialmente la revocación del mandato, pareciera que los propósitos son otros. Pronto sabremos de qué se trata.

Pero volvamos a la “jornada electoral” del pasado domingo. El Listado nominal de electores consta de 92 millones 800 mil ciudadanos con credencial para votar; se instalaron 57 mil 500 casillas electorales y votó alrededor del 17% del listado nominal, lo que representa alrededor de 16 millones de sufragios. Alrededor del 90% de los electores votó a favor de que el presidente Andrés Manuel López Obrador continúe en su cargo; el 8% votó a favor de que AMLO dejara el cargo y el 2% restante anuló su voto.

La jornada electoral se desarrolló en calma, salvo muy contadas excepciones. Según el presidente del Consejo General del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, el INE nuevamente demostró que tiene mucha experiencia en la organización de elecciones con resultados confiables.

Cabe señalar que desde hace semanas se llevó a cabo una intensa campaña promocional, especialmente en anuncios espectaculares, a favor de que el presidente López Obrador continuara, a pesar de que las autoridades electorales expresaron en repetidas ocasiones que dicha promoción estaba prohibida. Todos los niveles de gobierno federal, estatales y municipales, así como legisladores de Morena se abocaron a promocionar a favor la consulta de revocación y a “preparar” la jornada del 10 de abril. Como en los años 60’s, 70’s y 80’s, toda la fuerza del Estado se desbordó para llevar electores a las urnas. Es preciso señalar que independientemente de los resultados, la consulta no tiene validez legal, ya que para que fuera “vinculatoria” se debía registrar una votación del 40% del Listado Nominal y solo se alcanzó el 17%. Sin embargo, desde el punto de vista político representa un triunfo para AMLO.

enlaceinf.820@hotmail.com

ENTRE TECLAS

El domingo pasado en México se vivió un proceso de revocación de mandato organizado por la autoridad electoral, el primero en su tipo en toda la historia del país.

Sin embargo, también hay que decirlo, el proceso de participación ciudadano más desaseado desde 1988 cuando por medio de un vergonzoso fraude electoral Carlos Salinas de Gortari se sentó en el “trono” presidencial gracias a la “caída del sistema” orquestado por el entonces secretario de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz, hoy director general de la CFE.

Sergio Caro | La Voz de la Frontera

Más allá de los resultados numéricos, lo que se debe analizar es la forma en que se hicieron las cosas durante este ¿proceso democrático? El Instituto Nacional Electoral no contó con el presupuesto suficiente para la organización y desarrollo del proceso y la jornada del domingo 10 de abril además nunca antes (desde su fundación) el INE había sido atacado desde el “púlpito presidencial”. Al final, más allá de los números que arroje oficialmente la revocación del mandato, pareciera que los propósitos son otros. Pronto sabremos de qué se trata.

Pero volvamos a la “jornada electoral” del pasado domingo. El Listado nominal de electores consta de 92 millones 800 mil ciudadanos con credencial para votar; se instalaron 57 mil 500 casillas electorales y votó alrededor del 17% del listado nominal, lo que representa alrededor de 16 millones de sufragios. Alrededor del 90% de los electores votó a favor de que el presidente Andrés Manuel López Obrador continúe en su cargo; el 8% votó a favor de que AMLO dejara el cargo y el 2% restante anuló su voto.

La jornada electoral se desarrolló en calma, salvo muy contadas excepciones. Según el presidente del Consejo General del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, el INE nuevamente demostró que tiene mucha experiencia en la organización de elecciones con resultados confiables.

Cabe señalar que desde hace semanas se llevó a cabo una intensa campaña promocional, especialmente en anuncios espectaculares, a favor de que el presidente López Obrador continuara, a pesar de que las autoridades electorales expresaron en repetidas ocasiones que dicha promoción estaba prohibida. Todos los niveles de gobierno federal, estatales y municipales, así como legisladores de Morena se abocaron a promocionar a favor la consulta de revocación y a “preparar” la jornada del 10 de abril. Como en los años 60’s, 70’s y 80’s, toda la fuerza del Estado se desbordó para llevar electores a las urnas. Es preciso señalar que independientemente de los resultados, la consulta no tiene validez legal, ya que para que fuera “vinculatoria” se debía registrar una votación del 40% del Listado Nominal y solo se alcanzó el 17%. Sin embargo, desde el punto de vista político representa un triunfo para AMLO.

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