/ viernes 21 de septiembre de 2018

Ricardo Flores Magón… apunte

Vientos


Una de las grandes y reales figuras históricas de México fue Ricardo Flores Magón. Su presencia humana, su sensibilidad de hombre de lucha social, su anticipación intelectual, ideológica, con lo que luego fue basamento para inducir al pueblo mexicano a la revolución que encabezó Madero en 1910, fueron suficientes para que el presidente Ávila Camacho consintiera en trasladar sus restos a la Rotonda de los Hombres Ilustres.

Murió en los Estados Unidos de Norteamérica, exiliado y encarcelado por su lucha allá en contra del gobierno mexicano. Determinación arisca, salvaje, alejada de la razón y de la libertad de pensamiento. Y su cadáver fue transportado a México, gracias a los trabajadores ferrocarrileros mexicanos que hicieron suya la tarea en 1923. Ya aquí, el gobierno mexicano lo reconoció, oficialmente, como uno “de los más destacados precursores de la Revolución Social Mexicana. Su cuerpo quedó depositado entonces en el Panteón Francés en donde el orador oficial, entre otras cosas expresó: “Agitar, sacudir el espíritu dormido de las masas, ora con la peroración del mitin o con la acción ya agresiva en el campo de la lucha; sufrir por ello persecución, prisiones y la muerte misma; eso fue su vida”. Pocos en este mundo, como el propio Madero como positivo contraste entrambos.

Después el presidente Manuel Ávila Camacho propuso al Congreso de la Unión que los restos de Ricardo fueron depositados en la Rotonda de los Hombres Ilustres de México. Se armó la de “Dios es Cristo” entre los antisocialistas, empresarios y opositores de Lázaro Cárdenas que ya no era gobierno y todo lo que oliera a socialismo o cualquier otra teoría como el anarquismo que atentara contra sus bienes materiales. Sus argumentos inconsistentes, sus juicios de valor no prosperaron y el día 1 de mayo de 1945, los restos de Ricardo fueron depositados en la Rotonda mencionada con una gran reunión de masas de trabajadores y seguidores idealistas como él. Yo estuve ahí, en esa reunión impresionante. Y puedo dar fe.

Todo lo entrecomillado aquí, son datos del libro “Historia del Estado de Baja California, de 1500 a 1980”, de la autoría del licenciado Alfonso Salazar Rovirosa. De él, finalmente, esta opinión: “…triunfaron las fuerzas políticas… los obreros de México carentes de información verídica y rindieron gran homenaje a Ricardo…”.

Lo anterior expresado es un derecho de Salazar Rovirosa, pero son juicios de valor, no es historia neutral. Todavía es hora que no se determina esa “información verídica”. De ese jaez, similares problemas mexicanos vuelan por ahí sin solución, típico mexicano…


Vientos


Una de las grandes y reales figuras históricas de México fue Ricardo Flores Magón. Su presencia humana, su sensibilidad de hombre de lucha social, su anticipación intelectual, ideológica, con lo que luego fue basamento para inducir al pueblo mexicano a la revolución que encabezó Madero en 1910, fueron suficientes para que el presidente Ávila Camacho consintiera en trasladar sus restos a la Rotonda de los Hombres Ilustres.

Murió en los Estados Unidos de Norteamérica, exiliado y encarcelado por su lucha allá en contra del gobierno mexicano. Determinación arisca, salvaje, alejada de la razón y de la libertad de pensamiento. Y su cadáver fue transportado a México, gracias a los trabajadores ferrocarrileros mexicanos que hicieron suya la tarea en 1923. Ya aquí, el gobierno mexicano lo reconoció, oficialmente, como uno “de los más destacados precursores de la Revolución Social Mexicana. Su cuerpo quedó depositado entonces en el Panteón Francés en donde el orador oficial, entre otras cosas expresó: “Agitar, sacudir el espíritu dormido de las masas, ora con la peroración del mitin o con la acción ya agresiva en el campo de la lucha; sufrir por ello persecución, prisiones y la muerte misma; eso fue su vida”. Pocos en este mundo, como el propio Madero como positivo contraste entrambos.

Después el presidente Manuel Ávila Camacho propuso al Congreso de la Unión que los restos de Ricardo fueron depositados en la Rotonda de los Hombres Ilustres de México. Se armó la de “Dios es Cristo” entre los antisocialistas, empresarios y opositores de Lázaro Cárdenas que ya no era gobierno y todo lo que oliera a socialismo o cualquier otra teoría como el anarquismo que atentara contra sus bienes materiales. Sus argumentos inconsistentes, sus juicios de valor no prosperaron y el día 1 de mayo de 1945, los restos de Ricardo fueron depositados en la Rotonda mencionada con una gran reunión de masas de trabajadores y seguidores idealistas como él. Yo estuve ahí, en esa reunión impresionante. Y puedo dar fe.

Todo lo entrecomillado aquí, son datos del libro “Historia del Estado de Baja California, de 1500 a 1980”, de la autoría del licenciado Alfonso Salazar Rovirosa. De él, finalmente, esta opinión: “…triunfaron las fuerzas políticas… los obreros de México carentes de información verídica y rindieron gran homenaje a Ricardo…”.

Lo anterior expresado es un derecho de Salazar Rovirosa, pero son juicios de valor, no es historia neutral. Todavía es hora que no se determina esa “información verídica”. De ese jaez, similares problemas mexicanos vuelan por ahí sin solución, típico mexicano…