/ viernes 15 de enero de 2021

Salven al soldado mexicano

QUO VADIS

En medio del doloroso luto y pérdidas incalculables que sigue causando la pavorosa Covid-19, los fallidos ensayos para salvar vidas en México parecen no acabar…

Desde marzo pasado el sector Salud dio a los mexicanos una falsa esperanza de que la pandemia poco daño haría si nos cuidábamos. Pero oh triste realidad, gran parte de la población no sabe, no quiere o no puede ajustarse a las medidas preventivas porque no cree más que en los santos, en su buena suerte o en el viacrucis de ganarse la vida como se pueda o padecer hambres y vida indigna a raíz del desempleo brutal a que obligó el cierre de actividades “no esenciales”-

También, pero con muy pocas excepciones se sigue dejando al libre albedrío de la gente apegarse a normas preventivas que garantizan mejor salud pública cuando la autoridad, como tal, debe impedir que espacios privados y públicos se utilicen como tierra de nadie. Y ni qué decir de los ensayos infructuosos para tratar de controlar por aire, mar y tierra la llegada de viajeros nacionales y extranjeros infectados porque ya sucedió lo lógico: Ya tenemos en suelo mexicano la “nueva cepa” del coronavirus y en un momento donde los contagios y decesos escalan a niveles que espantan.

En esos escenarios también se tratan de “acomodar” los ensayos para habilitar espacios y hospitales improvisados por si se necesitaban allá a mediados del 2020…y zúmbale, antes de cantar victoria porque no se saturaron (porque se morían en casa) ya tenemos en muchas partes de México escasez de camas y medicamentos para tratar de salvar la vida del soldado que en cada hijo (a) la Patria dio a México.

Esos son algunos de los ensayos que la sociedad y quienes dirigen la Salud Pública han practicado a un alto costo de vidas de mexicanos de todas las edades y ambos sexos, aunque con marcada incidencia en aquellos que se consideran vulnerables por patologías que, combinadas con el Covid-19, los llevan casi irremediablemente a la muerte.

Por eso no estoy de acuerdo en el calendario de vacunación ahora que aparecieron fórmulas para prevenir la infección de coronavirus, porque si bien puedo ser uno de los beneficiados después de que se haya inoculado al heroico personal médico, también es cierto que alguien más joven, pero hipertenso, diabético o con otra enfermedad necesita vacunarse primero para ponerlo a salvo.

En suma, el más reciente ensayo -no el de abrir un casino en Mexicali en pleno semáforo rojo-, sino el del calendario de vacunación en México será para unos lógico y pertinente, pero qué mejor sería que todos, absolutamente todos, trabajemos de común acuerdo para que sin egoísmo y con absoluto humanismo en espacios públicos y privados se multiplique la vacunación, en vez de que tirios y troyanos sigan protagonizando largas y estériles confrontaciones que nada tienen que ver con lo más valioso, importante y urgente en nuestro país: Salvar vidas de sus soldados. ¿O no?

pibenavarro115@hotmail.com

QUO VADIS

En medio del doloroso luto y pérdidas incalculables que sigue causando la pavorosa Covid-19, los fallidos ensayos para salvar vidas en México parecen no acabar…

Desde marzo pasado el sector Salud dio a los mexicanos una falsa esperanza de que la pandemia poco daño haría si nos cuidábamos. Pero oh triste realidad, gran parte de la población no sabe, no quiere o no puede ajustarse a las medidas preventivas porque no cree más que en los santos, en su buena suerte o en el viacrucis de ganarse la vida como se pueda o padecer hambres y vida indigna a raíz del desempleo brutal a que obligó el cierre de actividades “no esenciales”-

También, pero con muy pocas excepciones se sigue dejando al libre albedrío de la gente apegarse a normas preventivas que garantizan mejor salud pública cuando la autoridad, como tal, debe impedir que espacios privados y públicos se utilicen como tierra de nadie. Y ni qué decir de los ensayos infructuosos para tratar de controlar por aire, mar y tierra la llegada de viajeros nacionales y extranjeros infectados porque ya sucedió lo lógico: Ya tenemos en suelo mexicano la “nueva cepa” del coronavirus y en un momento donde los contagios y decesos escalan a niveles que espantan.

En esos escenarios también se tratan de “acomodar” los ensayos para habilitar espacios y hospitales improvisados por si se necesitaban allá a mediados del 2020…y zúmbale, antes de cantar victoria porque no se saturaron (porque se morían en casa) ya tenemos en muchas partes de México escasez de camas y medicamentos para tratar de salvar la vida del soldado que en cada hijo (a) la Patria dio a México.

Esos son algunos de los ensayos que la sociedad y quienes dirigen la Salud Pública han practicado a un alto costo de vidas de mexicanos de todas las edades y ambos sexos, aunque con marcada incidencia en aquellos que se consideran vulnerables por patologías que, combinadas con el Covid-19, los llevan casi irremediablemente a la muerte.

Por eso no estoy de acuerdo en el calendario de vacunación ahora que aparecieron fórmulas para prevenir la infección de coronavirus, porque si bien puedo ser uno de los beneficiados después de que se haya inoculado al heroico personal médico, también es cierto que alguien más joven, pero hipertenso, diabético o con otra enfermedad necesita vacunarse primero para ponerlo a salvo.

En suma, el más reciente ensayo -no el de abrir un casino en Mexicali en pleno semáforo rojo-, sino el del calendario de vacunación en México será para unos lógico y pertinente, pero qué mejor sería que todos, absolutamente todos, trabajemos de común acuerdo para que sin egoísmo y con absoluto humanismo en espacios públicos y privados se multiplique la vacunación, en vez de que tirios y troyanos sigan protagonizando largas y estériles confrontaciones que nada tienen que ver con lo más valioso, importante y urgente en nuestro país: Salvar vidas de sus soldados. ¿O no?

pibenavarro115@hotmail.com