/ miércoles 11 de abril de 2018

¿Se acuerda de la “Coneja”?... Pues…

VIENTOS

Me dio el tema de hoy don Jaime Rodríguez Calderón llamado “El Bronco”, al que el INE contó 190 mil firmas de apoyo apócrifas y le negó el registro electoral como candidato independiente a la Presidencia de la República.

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en un arranque salido por impulsos mefistofélicos, votó, mayoritariamente (hubo cerebros de calidad opuestos) para darle curso “legal” al registro del gobernador de Nuevo León, con licencia y de paso ungirlo candidato por sus “esplendentes pistolas”.

Pero le voy a transmitir al lector preocupado por las fangosas aguas de la política y la impunidad reinante, lo que Alejandro Suárez, reportero de OEM, consignó y que sólo requiere un ¡Ah! luego de leer el primer párrafo; de un ¡Oh! tras del segundo y de un ¡Uhhhh! en el caso el último párrafo. Por supuesto que respeto a la manera de Voltaire lo que opinen los lectores y los que dieron el pase usted señor “Bronco” porque es un derecho inalienable opinar como se desee y meter “la pata” cuando se quiera, se pueda o se equivoque. Con un usted perdone “la Patria se salva”, dijo Lascanoux un día que se refrescaba bajo las aguas tibias de las cataratas de Palo Verde al Sur de Cuernavaca. Pero lo prometido es deuda y paso a transcribir el asunto: “Tomando en cuenta la afectación que puede generarse al actor al estar transcurriendo ya la etapa de campaña, se considera inviable conceder el efecto ordinario de una sentencia que tiene por acreditada la violación a la garantía de audiencia… se considera necesario ordenar a la autoridad responsable que tenga por cumplido el requisito relativo al número de apoyos necesario para la postulación del actor como candidato a la Presidencia de la República” por la vía independiente y emita un nuevo acuerdo en el que se pronuncie respecto del cumplimiento de los demás requisitos legales atinentes y de ser el caso, le otorgue el registro correspondiente”.

La historia es fácil: hubo 1 millón 155 mil firmas de apoyo que el Instituto Nacional Electoral, como autoridad responsable, contabilizó y que serían suficientes para negar cualquier registro por ultrajes a la decencia y a la honestidad ciudadana. Pero se dejó que se revisaran en conjunto, es decir con el “actor” presente. Y despejaron el 8.4%. El INE supuso que lo siguiente sobrarían firmas apócrifas para dar el límite de autorización del registro que de por sí ya era una burla. Y “El Bronco” se fue, con un derecho muy jalado de los pelos, a la revisión del TEPJF y éste dijo lo que transcribí, que me parece, en su formación gramatical y de construcción legal, una burla, porque se le ordena al INE que diga que el hoy candidato Rodríguez cumplió con todos los requisitos, con lo que está más limpio que la señora Zavala y los tres reyes magos con partidos de apoyo.

Huele a marcos de impunidad. La impunidad es certera cuando se pasa por el arco del triunfo a las leyes para dar protección a los delincuentes. Y las firmas apócrifas es, en alguna forma, delincuencia. Lo que no es legal es ilegal. No puede ser más o menos legal o ilegal. Por tanto el TEPJF lo siento metido en una barranca que exige malabares para sacarlo de ahí. Y no se trata del “Bronco”. Sus abogados pasaron por los ministros de la Corte. Pero ya seguiremos con tan bonito ejemplar…

jaimepardoverdugo@yahoo.com.mx


VIENTOS

Me dio el tema de hoy don Jaime Rodríguez Calderón llamado “El Bronco”, al que el INE contó 190 mil firmas de apoyo apócrifas y le negó el registro electoral como candidato independiente a la Presidencia de la República.

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en un arranque salido por impulsos mefistofélicos, votó, mayoritariamente (hubo cerebros de calidad opuestos) para darle curso “legal” al registro del gobernador de Nuevo León, con licencia y de paso ungirlo candidato por sus “esplendentes pistolas”.

Pero le voy a transmitir al lector preocupado por las fangosas aguas de la política y la impunidad reinante, lo que Alejandro Suárez, reportero de OEM, consignó y que sólo requiere un ¡Ah! luego de leer el primer párrafo; de un ¡Oh! tras del segundo y de un ¡Uhhhh! en el caso el último párrafo. Por supuesto que respeto a la manera de Voltaire lo que opinen los lectores y los que dieron el pase usted señor “Bronco” porque es un derecho inalienable opinar como se desee y meter “la pata” cuando se quiera, se pueda o se equivoque. Con un usted perdone “la Patria se salva”, dijo Lascanoux un día que se refrescaba bajo las aguas tibias de las cataratas de Palo Verde al Sur de Cuernavaca. Pero lo prometido es deuda y paso a transcribir el asunto: “Tomando en cuenta la afectación que puede generarse al actor al estar transcurriendo ya la etapa de campaña, se considera inviable conceder el efecto ordinario de una sentencia que tiene por acreditada la violación a la garantía de audiencia… se considera necesario ordenar a la autoridad responsable que tenga por cumplido el requisito relativo al número de apoyos necesario para la postulación del actor como candidato a la Presidencia de la República” por la vía independiente y emita un nuevo acuerdo en el que se pronuncie respecto del cumplimiento de los demás requisitos legales atinentes y de ser el caso, le otorgue el registro correspondiente”.

La historia es fácil: hubo 1 millón 155 mil firmas de apoyo que el Instituto Nacional Electoral, como autoridad responsable, contabilizó y que serían suficientes para negar cualquier registro por ultrajes a la decencia y a la honestidad ciudadana. Pero se dejó que se revisaran en conjunto, es decir con el “actor” presente. Y despejaron el 8.4%. El INE supuso que lo siguiente sobrarían firmas apócrifas para dar el límite de autorización del registro que de por sí ya era una burla. Y “El Bronco” se fue, con un derecho muy jalado de los pelos, a la revisión del TEPJF y éste dijo lo que transcribí, que me parece, en su formación gramatical y de construcción legal, una burla, porque se le ordena al INE que diga que el hoy candidato Rodríguez cumplió con todos los requisitos, con lo que está más limpio que la señora Zavala y los tres reyes magos con partidos de apoyo.

Huele a marcos de impunidad. La impunidad es certera cuando se pasa por el arco del triunfo a las leyes para dar protección a los delincuentes. Y las firmas apócrifas es, en alguna forma, delincuencia. Lo que no es legal es ilegal. No puede ser más o menos legal o ilegal. Por tanto el TEPJF lo siento metido en una barranca que exige malabares para sacarlo de ahí. Y no se trata del “Bronco”. Sus abogados pasaron por los ministros de la Corte. Pero ya seguiremos con tan bonito ejemplar…

jaimepardoverdugo@yahoo.com.mx