/ miércoles 5 de mayo de 2021

Ser niño en tiempos de pandemia

CONTRASENTIDO

Los recientes festejos del Día del Niño nos dejan una profunda reflexión sobre lo que significa ser niño en tiempos de pandemia.

Se supone que la mencionada etapa es la era más feliz de la estancia de una persona en la vida, es una época que se recuerda con gran agrado y que marca significativamente la madurez y vejez de un individuo. Sin embargo, a pesar de que la pandemia no ha sido tan agresiva en materia de salud con los infantes, pero sí les ha pegado en el área emocional, que puede dejar más efectos que un daño físico.

El hecho de estar confinados en el hogar tiene a nuestros hijos más expuestos a los problemas del núcleo familiar, porque la escuela representaba una especie de fuga a la realidad para quienes lamentablemente sufren esos problemas. Es decir, la realidad de ver fallecer a familiares, amigos y vecinos; sufrir los estragos económicos por la contracción de la economía; ser partícipes de los sacrificios para adquirir los insumos médicos en caso de contagio y una serie de efectos directos al sentido emocional hacen una verdadera bomba que al tiempo nos puede estallar justo al centro de la sociedad.

Aunado al confinamiento, tenemos que observar que se están perdiendo los espacios de socialización directa por el distanciamiento social, que en definitiva agravarán los efectos emocionales que se manifestarán con mayor fuerza en las próximas generaciones. Tal pareciera que la complejidad del tema no tiene salidas, pero si aplicamos la creatividad e innovación podremos aspirar a reducir significativamente los efectos. Precisamente, en el uso de la tecnología tenemos a un gran aliado en los procesos de socialización de los niños, solo es cuestión de supervisar adecuadamente su uso y hacer algunos cambios en las plataformas para construir espacios sanos de socialización. Se sabe que lo anterior no es lo ideal, pero tampoco podemos negarnos a esa posibilidad.

Entonces, ser niño en tiempos de pandemia significa un foco rojo que debemos de atender los adultos para garantizar un mejor futuro para la sociedad en general. De nosotros depende que esta pandemia forje el carácter de una nueva generación que sea capaz de anotar en la historia que sobrevivió a una pandemia de forma exitosa. ¡Manos a la obra por el bien de nuestro futuro!

glinarez@hotmail.com

CONTRASENTIDO

Los recientes festejos del Día del Niño nos dejan una profunda reflexión sobre lo que significa ser niño en tiempos de pandemia.

Se supone que la mencionada etapa es la era más feliz de la estancia de una persona en la vida, es una época que se recuerda con gran agrado y que marca significativamente la madurez y vejez de un individuo. Sin embargo, a pesar de que la pandemia no ha sido tan agresiva en materia de salud con los infantes, pero sí les ha pegado en el área emocional, que puede dejar más efectos que un daño físico.

El hecho de estar confinados en el hogar tiene a nuestros hijos más expuestos a los problemas del núcleo familiar, porque la escuela representaba una especie de fuga a la realidad para quienes lamentablemente sufren esos problemas. Es decir, la realidad de ver fallecer a familiares, amigos y vecinos; sufrir los estragos económicos por la contracción de la economía; ser partícipes de los sacrificios para adquirir los insumos médicos en caso de contagio y una serie de efectos directos al sentido emocional hacen una verdadera bomba que al tiempo nos puede estallar justo al centro de la sociedad.

Aunado al confinamiento, tenemos que observar que se están perdiendo los espacios de socialización directa por el distanciamiento social, que en definitiva agravarán los efectos emocionales que se manifestarán con mayor fuerza en las próximas generaciones. Tal pareciera que la complejidad del tema no tiene salidas, pero si aplicamos la creatividad e innovación podremos aspirar a reducir significativamente los efectos. Precisamente, en el uso de la tecnología tenemos a un gran aliado en los procesos de socialización de los niños, solo es cuestión de supervisar adecuadamente su uso y hacer algunos cambios en las plataformas para construir espacios sanos de socialización. Se sabe que lo anterior no es lo ideal, pero tampoco podemos negarnos a esa posibilidad.

Entonces, ser niño en tiempos de pandemia significa un foco rojo que debemos de atender los adultos para garantizar un mejor futuro para la sociedad en general. De nosotros depende que esta pandemia forje el carácter de una nueva generación que sea capaz de anotar en la historia que sobrevivió a una pandemia de forma exitosa. ¡Manos a la obra por el bien de nuestro futuro!

glinarez@hotmail.com