/ viernes 3 de julio de 2020

“Sí…y solo sí…”

QUO VADIS

La frase, hay que recordar, es regularmente utilizada por el subsecretario de Salud en México, el ahora famoso e idolatrado rock star Hugo López-Gatell (HLG) para enfatizar a gobernantes y gobernados sus recomendaciones y pronósticos acerca de la pandemia que –apocalípticamente-- azota a la humanidad y cuyos efectos se ilustran en terribles estadísticas.

Lo enfatiza así, verbalmente, para incidir en el subconsciente de sus receptores, de tal suerte que si éstos no cumplen y atienden su estilo para abatir los contagios, con ello predispone que luego no haya reclamos a las variantes que en tiempo y forma desafortunada y repetidamente a lo largo de lo que va del año caen en descrédito.

Tiene HLG en esa breve frase lo que podría ser una coartada para desmentir a sus detractores, porque le sobran ejemplos para ilustrar cómo diversos “sí…y solo sí” fueron desoídos para minimizar la multiplicación de contagios y los decesos por Covid-19 en México, independientemente de que el mismo HLG diga respetar, pero a la vez desatender directrices de expertos de la Organización Mundial (y Panamericana) de la Salud, aunque esto último es harina de otro costal que podría ser sujeto de análisis y juicio internacional para deslindar responsabilidades a no pocos líderes y científicos charlatanes como advenedizos que merecen enjuiciarse por omisiones o acciones que incidieron en la muerte de cientos de miles de enfermos del Covid-19.

Tengamos presente que una cosa es prevenir y combatir la enfermedad con lo disponible en recursos humanos, materiales y financieros y otra identificar a los protagonistas de causas y efectos de limitantes que derivaron en resultados indeseables para enfermos y personal médico dentro o fuera de hospitales públicos o privados.

En ese orden de ideas, quizá sea momento para que así como la Fiscalía General de la República anuncia como monumental mentira la “verdad histórica” en el gobierno de Enrique Peña Nieto acerca de lo que pasó a 43 estudiantes de Ayotzinapa y prevea ya severas acciones contra quienes incurrieron en omisiones o acciones indebidas en ese caso, también procure justicia en el escenario pandèmico y otros sonados dramas impunes en el país.

En otras palabras y sentido la retórica frase de HLG puede tener uso genérico, es decir, es aplicable no solo en su lenguaje anti pandémico, sino también en el rubro de justicia u otros de las actividades humanas públicas o privadas, de tal suerte que “sí…y solo sí” se avanzara sistemáticamente contra quienes directa o indirectamente causan (o han causado) daños y dolor de diversa naturaleza a inocentes, entonces el presidente Andrés Manuel López Obrador estará logrando consolidar lo que a dos años de su gestión pondera: La honestidad como forma de vida y de gobierno. Esto porque llama la atención que Alejandro Gertz Manero, precisamente en esta fecha conmemorativa del lopezobradorismo, saque a relucir avances del caso Ayotzinapa…Dicho de otra forma, una golondrina no hace verano…¿O no?

pibenavarro115@gmail.com


QUO VADIS

La frase, hay que recordar, es regularmente utilizada por el subsecretario de Salud en México, el ahora famoso e idolatrado rock star Hugo López-Gatell (HLG) para enfatizar a gobernantes y gobernados sus recomendaciones y pronósticos acerca de la pandemia que –apocalípticamente-- azota a la humanidad y cuyos efectos se ilustran en terribles estadísticas.

Lo enfatiza así, verbalmente, para incidir en el subconsciente de sus receptores, de tal suerte que si éstos no cumplen y atienden su estilo para abatir los contagios, con ello predispone que luego no haya reclamos a las variantes que en tiempo y forma desafortunada y repetidamente a lo largo de lo que va del año caen en descrédito.

Tiene HLG en esa breve frase lo que podría ser una coartada para desmentir a sus detractores, porque le sobran ejemplos para ilustrar cómo diversos “sí…y solo sí” fueron desoídos para minimizar la multiplicación de contagios y los decesos por Covid-19 en México, independientemente de que el mismo HLG diga respetar, pero a la vez desatender directrices de expertos de la Organización Mundial (y Panamericana) de la Salud, aunque esto último es harina de otro costal que podría ser sujeto de análisis y juicio internacional para deslindar responsabilidades a no pocos líderes y científicos charlatanes como advenedizos que merecen enjuiciarse por omisiones o acciones que incidieron en la muerte de cientos de miles de enfermos del Covid-19.

Tengamos presente que una cosa es prevenir y combatir la enfermedad con lo disponible en recursos humanos, materiales y financieros y otra identificar a los protagonistas de causas y efectos de limitantes que derivaron en resultados indeseables para enfermos y personal médico dentro o fuera de hospitales públicos o privados.

En ese orden de ideas, quizá sea momento para que así como la Fiscalía General de la República anuncia como monumental mentira la “verdad histórica” en el gobierno de Enrique Peña Nieto acerca de lo que pasó a 43 estudiantes de Ayotzinapa y prevea ya severas acciones contra quienes incurrieron en omisiones o acciones indebidas en ese caso, también procure justicia en el escenario pandèmico y otros sonados dramas impunes en el país.

En otras palabras y sentido la retórica frase de HLG puede tener uso genérico, es decir, es aplicable no solo en su lenguaje anti pandémico, sino también en el rubro de justicia u otros de las actividades humanas públicas o privadas, de tal suerte que “sí…y solo sí” se avanzara sistemáticamente contra quienes directa o indirectamente causan (o han causado) daños y dolor de diversa naturaleza a inocentes, entonces el presidente Andrés Manuel López Obrador estará logrando consolidar lo que a dos años de su gestión pondera: La honestidad como forma de vida y de gobierno. Esto porque llama la atención que Alejandro Gertz Manero, precisamente en esta fecha conmemorativa del lopezobradorismo, saque a relucir avances del caso Ayotzinapa…Dicho de otra forma, una golondrina no hace verano…¿O no?

pibenavarro115@gmail.com