/ viernes 25 de octubre de 2019

Tierra de nadie…

Quo Vadis



Con sentido común “tierra de nadie” suele denominarse a un territorio situado entre dos fuerzas en combate donde ninguna de las dos lo ocupa permanentemente…y así, por el estilo, parecen etiquetarse y multiplicarse amplios espacios en México…

Lo vemos en los diferentes combates que hoy en día protagonizan tirios y troyanos. Por ejemplo y sin dejar de lado que esto lo describo de manera coloquial, en México hace décadas hay un combate con inusitada tolerancia ciudadana contra la delincuencia en todas sus formas de manifestación, porque simple y llanamente todavía no se exige que el poder público haga lo que tenga que hacer para que se tengan las leyes y herramientas apropiadas para abatirla.

De ahí se deriva otro combate, el de los ciudadanos contra las autoridades, ya sea porque éstas no cumplen con su deber, por omisiones graves, abusos de autoridad y en muy pocas ocasiones por corrupción, seguramente porque en el último caso ambos sectores están coludidos.

Por separado hay que considerar el combate de autoridades contra la delincuencia, donde las noticias no siempre son halagadoras porque en el “estira y afloja” los malos suelen evadir la justicia… No podríamos dejar de lado el omnipresente combate que protagonizan los dueños y señores del crimen organizado, letal por naturaleza y en donde no hay tregua sino venganza pura de tal forma y tamaño que un día cualquiera hay 9, 10 u 11 ejecutados, desaparecidos, etc… y al día siguiente igual o peor.

En la visión general también hay combates entre padre y madre que regularmente acaban con la célula familiar dejando a hijos malheridos sentimental y hasta económicamente y otros combates no menos dolorosos entre hijos y/o éstos contra sus padres por razones que en el siglo XXI ya deberían resolverse con más inteligencia que con reacción.

Y ¿qué le parece incluir en este listado de combates que tenemos a la orden del día en México el que también protagonizan autoridades vs. autoridades, ya sea por dinero de los ciudadanos que se supone debería ser dispuesto y entregado con equidad o por incumplimiento de responsabilidades. Muy amplio, por cierto, el abanico de causas que confrontan gobiernos municipales vs. estatales, estatales vs. federal o todos contra todos para ver de qué cuero salen más correas.

Y ahí tiene otro combate: El de los políticos contra políticos, del mismo o diferente partido, con luchas tan sonoras como sangrientas que dejan mucho qué desear de parte de la sociedad a la que se deben.

Hay, pues, muchos combates en el territorio mexicano convertido (coloquialmente) en “tierra de nadie”, donde los malos como los buenos hacen reclamos a su manera y no pocos a los que no les dan…arrebatan.

¿Cuándo podremos los mexicanos vivir en paz, seguros y con auténtico progreso, sin trastocar libertades, responsabilidades y derechos?, no lo sé, pero al paso que vamos, la mayoría de los ciudadanos parecen ajenos y peligrosamente omisos a su devenir y aquí vale recordar una frase de Alexandre Dumas: En lo individual, “lo que te hace un hombre (o mujer siendo fiel a la paridad de género) es lo que haces cuando llega la tormenta”…Pero ¿usted qué opina?

Quo Vadis



Con sentido común “tierra de nadie” suele denominarse a un territorio situado entre dos fuerzas en combate donde ninguna de las dos lo ocupa permanentemente…y así, por el estilo, parecen etiquetarse y multiplicarse amplios espacios en México…

Lo vemos en los diferentes combates que hoy en día protagonizan tirios y troyanos. Por ejemplo y sin dejar de lado que esto lo describo de manera coloquial, en México hace décadas hay un combate con inusitada tolerancia ciudadana contra la delincuencia en todas sus formas de manifestación, porque simple y llanamente todavía no se exige que el poder público haga lo que tenga que hacer para que se tengan las leyes y herramientas apropiadas para abatirla.

De ahí se deriva otro combate, el de los ciudadanos contra las autoridades, ya sea porque éstas no cumplen con su deber, por omisiones graves, abusos de autoridad y en muy pocas ocasiones por corrupción, seguramente porque en el último caso ambos sectores están coludidos.

Por separado hay que considerar el combate de autoridades contra la delincuencia, donde las noticias no siempre son halagadoras porque en el “estira y afloja” los malos suelen evadir la justicia… No podríamos dejar de lado el omnipresente combate que protagonizan los dueños y señores del crimen organizado, letal por naturaleza y en donde no hay tregua sino venganza pura de tal forma y tamaño que un día cualquiera hay 9, 10 u 11 ejecutados, desaparecidos, etc… y al día siguiente igual o peor.

En la visión general también hay combates entre padre y madre que regularmente acaban con la célula familiar dejando a hijos malheridos sentimental y hasta económicamente y otros combates no menos dolorosos entre hijos y/o éstos contra sus padres por razones que en el siglo XXI ya deberían resolverse con más inteligencia que con reacción.

Y ¿qué le parece incluir en este listado de combates que tenemos a la orden del día en México el que también protagonizan autoridades vs. autoridades, ya sea por dinero de los ciudadanos que se supone debería ser dispuesto y entregado con equidad o por incumplimiento de responsabilidades. Muy amplio, por cierto, el abanico de causas que confrontan gobiernos municipales vs. estatales, estatales vs. federal o todos contra todos para ver de qué cuero salen más correas.

Y ahí tiene otro combate: El de los políticos contra políticos, del mismo o diferente partido, con luchas tan sonoras como sangrientas que dejan mucho qué desear de parte de la sociedad a la que se deben.

Hay, pues, muchos combates en el territorio mexicano convertido (coloquialmente) en “tierra de nadie”, donde los malos como los buenos hacen reclamos a su manera y no pocos a los que no les dan…arrebatan.

¿Cuándo podremos los mexicanos vivir en paz, seguros y con auténtico progreso, sin trastocar libertades, responsabilidades y derechos?, no lo sé, pero al paso que vamos, la mayoría de los ciudadanos parecen ajenos y peligrosamente omisos a su devenir y aquí vale recordar una frase de Alexandre Dumas: En lo individual, “lo que te hace un hombre (o mujer siendo fiel a la paridad de género) es lo que haces cuando llega la tormenta”…Pero ¿usted qué opina?