PENSARES
Vivimos lo suficiente para presenciar tres períodos distintos en el comportamiento de las personas. El primero lo vivimos en la infancia, cuando aprendimos de nuestros padres que es preciso Ser. Ser honesto, ser educado, ser digno, ser respetuoso, ser amigo, ser leal.
Algunas décadas más tarde fuimos testigos de la frase del Tener, tener buena apariencia, tener dinero, tener status, tener cosas.
En la actualidad estamos presenciando la fase del Haz de cuenta, analizando este punto de vista, llegamos a la conclusión de que hay muchas personas que hacen de cuenta que todo está bien.
Los padre hacen de cuenta que educan, los profesores hacen de cuenta que enseñan, los alumnos hacen de cuenta que aprenden, los profesionistas hacen de cuenta que son competentes, los gobernantes hacen de cuenta que se preocupan por el pueblo y hay pueblos que hacen de cuenta que lo creen.
Personas hacen de cuenta que son honestos, enfermos hacen de cuenta que tienen salud, maleantes hacen de cuenta que son dignos y la justicia hace de cuenta que es imparcial.
Padres que hacen de cuenta que no saben que sus hijos usan drogas, que se prostituyen, que se están matando poco a poco e hijos que hacen de cuenta que no saben que sus padres saben.
Corruptos que se hacen pasar por idealistas y terroristas que hacen de cuenta que son justicieros y la mayoría de la población hace de cuenta que todo está bien.
Pero una cosa es segura, no podemos hacer de cuenta cuando nos miramos en el espejo de la propia conciencia. Podemos inclusive encontrar disculpas para explicar nuestros Haz de cuenta, pero no los justificamos.
Vale la pena ser quien se es, aunque eso no le agrade a los demás.
Al final no es a los demás que rendiremos cuentas de nuestras acciones, sino a nuestra propia conciencia y a Dios.