/ martes 5 de junio de 2018

Trump quiere desaparecer el TLCAN y crear dos

Prisma


Por la forma en que se vienen realizando las negociaciones del Tratado de Libre Comercio y las declaraciones recientes del inefable Donald Trump, podemos suponer que no tiene la menor intención de aprobarlo de no aceptarse las condiciones que está imponiendo, mismas que cada día son más difíciles de aceptar por México y Canadá.

Veamos el porqué de nuestro aserto. Trump -en conferencia de prensa de la semana anterior- dijo que el documento trilateral ha sido “un terrible negocio para Estados Unidos y aquí lo grave: Preferiría poner fin al acuerdo y en su lugar pactaría dos con sus vecinos, refiriéndose a nuestro país y Canadá.

Ya encarrerado puntualizó: “No me importaría ver un TLC con un nombre diferente con Canadá, otro por separado con México debido a que estamos hablando de dos países distintos. En la plática con periodistas, de nueva cuenta insistió que la Unión Americana tiene un déficit de 100 mil millones de dólares con México y otro de muchos miles de millones de dólares con Canadá. No mencionó cuántos.

En la entrevista surgió otra de sus acostumbradas bravuconadas al afirmar que ambos países -México y Canadá- han abusado de Estados Unidos e imponen tarifas de cinco a uno a su país, por lo cual “eso se acabó”.

“Me gusta la palabra reciprocidad comercial; no se había hecho antes, pero lo vamos hacer ya, estamos analizando números”. Volvió a insistir: “Perdemos mucho con Canadá y una fortuna con México; eso no puede ser”.

La perspectiva del magnate republicano respecto a la participación de nuestro país en el TLC es que México prácticamente ha secuestrado la industria automotriz de Estados Unidos. A sus asesores que recomiendan la continuidad del acuerdo, Trump responde: “Lo que importa es que los trabajadores están de acuerdo conmigo y también nuestra industria”.

Así las cosas, es innegable que Trump tiene en mente desaparecer el Tratado actual y aprobar dos, uno con Canadá y otro con México, si nos atenemos a las declaraciones comentadas.

Matizando sus dichos en torno a nuestro país, Donald Trump anticipó: “Amo a México, pero sacan ventaja de nosotros; México no nos ayuda con el asunto de la frontera; tiene leyes más fuertes que las nuestras y si quisieran ya hubiésemos resuelto el problema de la frontera”.

La realidad es que “con todo el amor” que dice Trump tener para México, con la imposición de aranceles al acero y la guerra comercial que desató con ello, el futuro del TLC cada día es más incierto.

Prisma


Por la forma en que se vienen realizando las negociaciones del Tratado de Libre Comercio y las declaraciones recientes del inefable Donald Trump, podemos suponer que no tiene la menor intención de aprobarlo de no aceptarse las condiciones que está imponiendo, mismas que cada día son más difíciles de aceptar por México y Canadá.

Veamos el porqué de nuestro aserto. Trump -en conferencia de prensa de la semana anterior- dijo que el documento trilateral ha sido “un terrible negocio para Estados Unidos y aquí lo grave: Preferiría poner fin al acuerdo y en su lugar pactaría dos con sus vecinos, refiriéndose a nuestro país y Canadá.

Ya encarrerado puntualizó: “No me importaría ver un TLC con un nombre diferente con Canadá, otro por separado con México debido a que estamos hablando de dos países distintos. En la plática con periodistas, de nueva cuenta insistió que la Unión Americana tiene un déficit de 100 mil millones de dólares con México y otro de muchos miles de millones de dólares con Canadá. No mencionó cuántos.

En la entrevista surgió otra de sus acostumbradas bravuconadas al afirmar que ambos países -México y Canadá- han abusado de Estados Unidos e imponen tarifas de cinco a uno a su país, por lo cual “eso se acabó”.

“Me gusta la palabra reciprocidad comercial; no se había hecho antes, pero lo vamos hacer ya, estamos analizando números”. Volvió a insistir: “Perdemos mucho con Canadá y una fortuna con México; eso no puede ser”.

La perspectiva del magnate republicano respecto a la participación de nuestro país en el TLC es que México prácticamente ha secuestrado la industria automotriz de Estados Unidos. A sus asesores que recomiendan la continuidad del acuerdo, Trump responde: “Lo que importa es que los trabajadores están de acuerdo conmigo y también nuestra industria”.

Así las cosas, es innegable que Trump tiene en mente desaparecer el Tratado actual y aprobar dos, uno con Canadá y otro con México, si nos atenemos a las declaraciones comentadas.

Matizando sus dichos en torno a nuestro país, Donald Trump anticipó: “Amo a México, pero sacan ventaja de nosotros; México no nos ayuda con el asunto de la frontera; tiene leyes más fuertes que las nuestras y si quisieran ya hubiésemos resuelto el problema de la frontera”.

La realidad es que “con todo el amor” que dice Trump tener para México, con la imposición de aranceles al acero y la guerra comercial que desató con ello, el futuro del TLC cada día es más incierto.