/ viernes 22 de junio de 2018

Tutti frutti sabatini

Vientos


Y sí, amanecimos hoy de vena para poder decirles y sin pena, que el largo sueño de imposibles yertos, son el espacio fantasmal de muertos en el molesto carnaval viviente en donde ha de morar toda la gente soñando ser cliente algún día del edén que se dice de algún cielo.

Y claro que esta verseada mañanera me sirve de base para contarles algo que tal vez lo sepan ya… pero ¿qué tal si no?... Fray Luis de León, quizá el más grande poeta español o casi, hubo de sufrir una vida harto rica en experiencias diversas… su vocación religiosa y su vertiente filosófica lo llevaron a encuentros serios contra la Inquisición y fue preso por cuatro años en que la justicia y la calidad del preso obligaron a la iglesia a tomar el mejor derrotero: la libertad del gran preso… Fray Luis de León nació en Belmonte (Provincia de Cuenca) en 1527 (aunque muchos autores dicen que en 1528 y otros menos que en 1529)… A los 34 años fue catedrático de la materia en la Universidad de Salamanca… Pero mejor dejemos a Carlos Fisas, su más celoso biógrafo español que nos diga en pocas palabras el tema de hoy: “Su vida daría material para una novela histórica como las que gustan tanto hoy: vocación religiosa, estudios de latín, griego y hebreo, luchas académicas, envidias, acusaciones infundadas, procesos inquisitoriales, rehabilitaciones, honores, vilipendios; de todo hay en la vida de este hombre que no aspiraba más que a una existencia sosegada, tal como dejó escrito:

¡Qué descansada vida,

la del que huye del mundanal ruido

y sigue la escondida

senda por donde se han ido

los pocos sabios que en el mundo han sido.

Que no le enturbie el pecho

de los soberbios grandes del estado

ni del dorado techo

se admira fabricado

del sabio moro, en jaspes sustentado.

No cura si la fama

canta con voz su nombre pregonera

ni cura si encarama

la lengua lisonjera,

lo que condena la verdad sincera!

Y hoy estoy de vena pero sin espacio… así que vámonos largando a la botana sabatina que nos entregan con deleite en la cantina… y son los tragos diversión tan sana que le gustan a todos de mañana, de tarde y noche a libertad jurada y los salmones que de Alaska llegan para hacerlos crujir en la quijada, en la boca y luego… pos lo que en verso caiga… y aí’los vemos raza… arrivedercci.


Vientos


Y sí, amanecimos hoy de vena para poder decirles y sin pena, que el largo sueño de imposibles yertos, son el espacio fantasmal de muertos en el molesto carnaval viviente en donde ha de morar toda la gente soñando ser cliente algún día del edén que se dice de algún cielo.

Y claro que esta verseada mañanera me sirve de base para contarles algo que tal vez lo sepan ya… pero ¿qué tal si no?... Fray Luis de León, quizá el más grande poeta español o casi, hubo de sufrir una vida harto rica en experiencias diversas… su vocación religiosa y su vertiente filosófica lo llevaron a encuentros serios contra la Inquisición y fue preso por cuatro años en que la justicia y la calidad del preso obligaron a la iglesia a tomar el mejor derrotero: la libertad del gran preso… Fray Luis de León nació en Belmonte (Provincia de Cuenca) en 1527 (aunque muchos autores dicen que en 1528 y otros menos que en 1529)… A los 34 años fue catedrático de la materia en la Universidad de Salamanca… Pero mejor dejemos a Carlos Fisas, su más celoso biógrafo español que nos diga en pocas palabras el tema de hoy: “Su vida daría material para una novela histórica como las que gustan tanto hoy: vocación religiosa, estudios de latín, griego y hebreo, luchas académicas, envidias, acusaciones infundadas, procesos inquisitoriales, rehabilitaciones, honores, vilipendios; de todo hay en la vida de este hombre que no aspiraba más que a una existencia sosegada, tal como dejó escrito:

¡Qué descansada vida,

la del que huye del mundanal ruido

y sigue la escondida

senda por donde se han ido

los pocos sabios que en el mundo han sido.

Que no le enturbie el pecho

de los soberbios grandes del estado

ni del dorado techo

se admira fabricado

del sabio moro, en jaspes sustentado.

No cura si la fama

canta con voz su nombre pregonera

ni cura si encarama

la lengua lisonjera,

lo que condena la verdad sincera!

Y hoy estoy de vena pero sin espacio… así que vámonos largando a la botana sabatina que nos entregan con deleite en la cantina… y son los tragos diversión tan sana que le gustan a todos de mañana, de tarde y noche a libertad jurada y los salmones que de Alaska llegan para hacerlos crujir en la quijada, en la boca y luego… pos lo que en verso caiga… y aí’los vemos raza… arrivedercci.