/ viernes 25 de enero de 2019

Tutti frutti sabatini

Vientos


Los movimientos degenerativos políticos en México se están volcando con inusitada velocidad. La aparente avalancha de hechos solo emparentados con los preludios revolucionarios o antirrevolucionarios en contra de la invitación a la paz y a la tranquilidad que genera la buena fe del presidente López Obrador repiten las viejas historias de los movimientos preindependientistas, de la Reforma y de la Revolución de 1910 con nuevos disfraces.

Desde hace tiempo hemos expresado aquí que nuestro pueblo culturizado en la pobreza y la ignorancia, poco entienden de los caminos pacíficos… De pronto los discursos del líder -como en campaña- producen la explosión emotiva de los “morenistas”… ¡Sí”… pero cuando los actos terminan, todo lo demás, el choque irrazonable, la acción huachicolera sigue, los ataques a las fuerzas armadas se prodigan y los reflectores iluminan la negativa para crear la Guardia Nacional porque los críticos no entienden lo que es la disciplina castrense y las diversas acciones derivadas de sus tareas como la Policía Militar… y la ignorancia al respecto, en todos los niveles, prohíja una vertiente de defensa civil con disciplina militar como enemiga… la pregunta sería: ¿Cuál es el argumento razonable?... Claro que una armazón de la naturaleza de la Guardia Nacional que sueña AMLO es imposible construirla de la noche a la mañana… y que requiere, como las fuerzas armadas, un código especial para actuar con energía (mano dura) para pacificar los excesos leyes ad hoc… y aquí es en donde “la puerca tuerce el rabo” y el presidente entra en contradicción, queriendo la paz con el instrumental paternal familiar que en México es evidente que no se da y sobadas de lomo a gente que requiere cárcel y a veces la pena de muerte, aunque los llorones se traumaticen… y como ya tengo que convertirme en Garrick, los invitaría a la botana sabatina… el problema es que, como nunca, es solo para muy ricos, pues se trata de trozos de langosta en mantequilla de casa, trocitos de abulón en coctel y camarones en salsa taiwanesa… claro, con vinos blancos regionales de los valles de Guadalupe y Santo Tomás, allá en la Ensenada de mis amores que son los mejores del mundo… y, aunque usted no lo crea, todo esto y lo que se agregue, acompañado con tortillas de harina con manteca de cerdo… Y agrego a la no invitación hoy, porque será en una casa particular que cuando escribo esta modesta colaboración de ajustado, ignoro todavía… Les contaré hasta el próximo sabatini el cuento del príncipe japonés Mikosa Tadura, que se divorció de la princesa Tagana Kurito y que se divorciaron porque el marido era un mentiroso incluso con el nombre… y por ai’nos vemos raza… arrivedercci.

Vientos


Los movimientos degenerativos políticos en México se están volcando con inusitada velocidad. La aparente avalancha de hechos solo emparentados con los preludios revolucionarios o antirrevolucionarios en contra de la invitación a la paz y a la tranquilidad que genera la buena fe del presidente López Obrador repiten las viejas historias de los movimientos preindependientistas, de la Reforma y de la Revolución de 1910 con nuevos disfraces.

Desde hace tiempo hemos expresado aquí que nuestro pueblo culturizado en la pobreza y la ignorancia, poco entienden de los caminos pacíficos… De pronto los discursos del líder -como en campaña- producen la explosión emotiva de los “morenistas”… ¡Sí”… pero cuando los actos terminan, todo lo demás, el choque irrazonable, la acción huachicolera sigue, los ataques a las fuerzas armadas se prodigan y los reflectores iluminan la negativa para crear la Guardia Nacional porque los críticos no entienden lo que es la disciplina castrense y las diversas acciones derivadas de sus tareas como la Policía Militar… y la ignorancia al respecto, en todos los niveles, prohíja una vertiente de defensa civil con disciplina militar como enemiga… la pregunta sería: ¿Cuál es el argumento razonable?... Claro que una armazón de la naturaleza de la Guardia Nacional que sueña AMLO es imposible construirla de la noche a la mañana… y que requiere, como las fuerzas armadas, un código especial para actuar con energía (mano dura) para pacificar los excesos leyes ad hoc… y aquí es en donde “la puerca tuerce el rabo” y el presidente entra en contradicción, queriendo la paz con el instrumental paternal familiar que en México es evidente que no se da y sobadas de lomo a gente que requiere cárcel y a veces la pena de muerte, aunque los llorones se traumaticen… y como ya tengo que convertirme en Garrick, los invitaría a la botana sabatina… el problema es que, como nunca, es solo para muy ricos, pues se trata de trozos de langosta en mantequilla de casa, trocitos de abulón en coctel y camarones en salsa taiwanesa… claro, con vinos blancos regionales de los valles de Guadalupe y Santo Tomás, allá en la Ensenada de mis amores que son los mejores del mundo… y, aunque usted no lo crea, todo esto y lo que se agregue, acompañado con tortillas de harina con manteca de cerdo… Y agrego a la no invitación hoy, porque será en una casa particular que cuando escribo esta modesta colaboración de ajustado, ignoro todavía… Les contaré hasta el próximo sabatini el cuento del príncipe japonés Mikosa Tadura, que se divorció de la princesa Tagana Kurito y que se divorciaron porque el marido era un mentiroso incluso con el nombre… y por ai’nos vemos raza… arrivedercci.