/ viernes 26 de abril de 2019

Tutti frutti sabatini

Vientos


Estamos, dicen , en campaña política para elegir gobernador, diputados locales, síndicos municipales, presidentes municipales, por sólo dos años. Un cambio extraordinario para empatar elecciones federales sólo entre diputados y los demás para hacer coincidir elecciones federales y estatales, pero no con la presidencia de la República, como debió de haber sido. Pero cada cabeza es un mundo… o por eso es que andamos de cabeza.

Entramos a unas elecciones inéditas. Tirados a la basura los principios ideológicos, los intereses bastardos… o naturales a lo peor, desnudados los misterios individuales (con excepciones, claro), se enchina el cuero al pensar el batidiloo de resultados. Pero ya fijándose bien, descubiertas las posaderas políticas, pues deberíamos terminar aquí el tema y “cada chango a su mecate”… pero nos resistimos a ello, más vale seguirle la pista al carroussel político de suerte extraordinaria y apuntar sin pasiones y con claridad, que los competidores de aquí, alla y acullá en nuestra entidad, son de muy buena calidad. Hay partidos que no se merecen los candidatos que registraron, porque los harán perder. Y trataré de darles una explicación: La señorona Guadalupe Gutierrez Fregozo, con un curriculum envidiable y experiencia de garantía, llega bajo el amparo del PRI, un viejo y muy raspado partido, que sin razones valederas rechaza el ciudadano que antes se le ofrecia radiante de entusiasmo. Con valores como Cristina Guadarrama en la lista de regidores.

Pero ahí, a la vuelta de la esquina, dos potencias acechan: un PAN, con un muy buen candidato con tres años a la vista de experiencia y buenas cuentas, y un monstruo, “Morena”, que recogió las banderas de la vieja Revolución que soslayó el PRI y que el pueblo acepta

Vientos


Estamos, dicen , en campaña política para elegir gobernador, diputados locales, síndicos municipales, presidentes municipales, por sólo dos años. Un cambio extraordinario para empatar elecciones federales sólo entre diputados y los demás para hacer coincidir elecciones federales y estatales, pero no con la presidencia de la República, como debió de haber sido. Pero cada cabeza es un mundo… o por eso es que andamos de cabeza.

Entramos a unas elecciones inéditas. Tirados a la basura los principios ideológicos, los intereses bastardos… o naturales a lo peor, desnudados los misterios individuales (con excepciones, claro), se enchina el cuero al pensar el batidiloo de resultados. Pero ya fijándose bien, descubiertas las posaderas políticas, pues deberíamos terminar aquí el tema y “cada chango a su mecate”… pero nos resistimos a ello, más vale seguirle la pista al carroussel político de suerte extraordinaria y apuntar sin pasiones y con claridad, que los competidores de aquí, alla y acullá en nuestra entidad, son de muy buena calidad. Hay partidos que no se merecen los candidatos que registraron, porque los harán perder. Y trataré de darles una explicación: La señorona Guadalupe Gutierrez Fregozo, con un curriculum envidiable y experiencia de garantía, llega bajo el amparo del PRI, un viejo y muy raspado partido, que sin razones valederas rechaza el ciudadano que antes se le ofrecia radiante de entusiasmo. Con valores como Cristina Guadarrama en la lista de regidores.

Pero ahí, a la vuelta de la esquina, dos potencias acechan: un PAN, con un muy buen candidato con tres años a la vista de experiencia y buenas cuentas, y un monstruo, “Morena”, que recogió las banderas de la vieja Revolución que soslayó el PRI y que el pueblo acepta