/ viernes 3 de mayo de 2019

Tutti frutti sabatini

Vientos


Sigo teniendo el privilegio de contar con amigos cuando ya es época de zopilotes al punto de escribir su historia sobre mi ya atolondrado cuerpecito que no atina a dar paso sin peligro de rodar, rodar y rodar como dice la canción famosa, mucho mas que cualquiera de mis infumables articulejos ahora reducidos al sabatismo.

El licenciado Álvaro Sáinz Calderón tuvo la gentileza de conducirme en su tronco-movil al punto de reunión en donde minutos después arribaron mis otros grandes amigos “Marconi” cuyo apellido se me fue de pronto por ausencia del “archivista” memorioso, el alemán Althaimer y en el poderoso licenciado también, Ricardo Flores, mejor conocido en nuestra singular sociedad como “Richard Flowers”… ya estaban ahí dos nuevos amigos (espero), uno hermano del famoso “Richard” y el otro hijo de Carlitos Reza Saldaña, hermano de Alberto de los mismos apellidos, ciudadano cachanilla desperdiciado para tareas políticas por ese PRI que sigue siendo una institución de sus lealtades… el joven Reza es nieto de mi inolvidable amigo Carlos Reza Saldaña, compañero que fuimos de nuestras noches bohemias, eventuales compañeros y cuya amistad seguirá siendo eterna… ¡Porai’nos volveremos a encontrar amigo querido!... Total, saludando a Rosy o Rosi o Rossy, la dueña del sabroson “Tio Nacho”, que tiene ya 33 años de eternidad (el lugar, no la dueña) y de pronto una voz (método de reconocimiento para mi ceguera el sonido) que expresa: “¿Cómo esta señor Pardo?”… Y Alvaro le dice en voz queda: “Ya no ve”… y me apresuro a decir: “Pero oigo y siento y tiento. Y le extiendo la mano. ¿Qué otra cosa puede extender un pasado nonagésimo humano?... Total, una reunion de afectos, de recuerdos… desfilando los que ya se fueron y dejaron fuerte impacto entre los vivos (a veces ni tan vivos), como el licenciado Luis Angel Gutierrez Lemini que si hizo diabluras en el “más aca”, se pagarán en el “mas alla”… aunque si se trata de deudas pecuniarias, pues solo Dios sabe cómo se cobran en los cielos en donde la “pecunia” no existe… Y hubo botana para festejar al niño Jaime: bisteces rancheros muy sabrosos, pero con el chile aparte… Por si le hacen llorar a alguno de los botaneros me acordé del chiste aquel cuando la reina Isabel invitó a los embajadores de Mexico y Alemania a una cena en su palacio… para lucirse, ordenó una cena con picante… al rato el embajador alemán tenia lagrimas en sus azules ojos y la reina indagó: “Señor Embajador: ¿Llora por el chile?”… Y el alemán, todo fibra y entereza respondió: “De ninguna manera tal desacato Su Majestad: es por los ojos”… FIN… Y me retiro, pues mañana es dia del Trabajo y curiosamente no se trabaja… ¿Cómo dijo que dijo?... Y termino: para publicar en sábado, los ciegos tenemos permiso para escribir cualquier dia anterior… Y reitero mi viaje que espero no sea eterno todavía… arrivedercci.

Vientos


Sigo teniendo el privilegio de contar con amigos cuando ya es época de zopilotes al punto de escribir su historia sobre mi ya atolondrado cuerpecito que no atina a dar paso sin peligro de rodar, rodar y rodar como dice la canción famosa, mucho mas que cualquiera de mis infumables articulejos ahora reducidos al sabatismo.

El licenciado Álvaro Sáinz Calderón tuvo la gentileza de conducirme en su tronco-movil al punto de reunión en donde minutos después arribaron mis otros grandes amigos “Marconi” cuyo apellido se me fue de pronto por ausencia del “archivista” memorioso, el alemán Althaimer y en el poderoso licenciado también, Ricardo Flores, mejor conocido en nuestra singular sociedad como “Richard Flowers”… ya estaban ahí dos nuevos amigos (espero), uno hermano del famoso “Richard” y el otro hijo de Carlitos Reza Saldaña, hermano de Alberto de los mismos apellidos, ciudadano cachanilla desperdiciado para tareas políticas por ese PRI que sigue siendo una institución de sus lealtades… el joven Reza es nieto de mi inolvidable amigo Carlos Reza Saldaña, compañero que fuimos de nuestras noches bohemias, eventuales compañeros y cuya amistad seguirá siendo eterna… ¡Porai’nos volveremos a encontrar amigo querido!... Total, saludando a Rosy o Rosi o Rossy, la dueña del sabroson “Tio Nacho”, que tiene ya 33 años de eternidad (el lugar, no la dueña) y de pronto una voz (método de reconocimiento para mi ceguera el sonido) que expresa: “¿Cómo esta señor Pardo?”… Y Alvaro le dice en voz queda: “Ya no ve”… y me apresuro a decir: “Pero oigo y siento y tiento. Y le extiendo la mano. ¿Qué otra cosa puede extender un pasado nonagésimo humano?... Total, una reunion de afectos, de recuerdos… desfilando los que ya se fueron y dejaron fuerte impacto entre los vivos (a veces ni tan vivos), como el licenciado Luis Angel Gutierrez Lemini que si hizo diabluras en el “más aca”, se pagarán en el “mas alla”… aunque si se trata de deudas pecuniarias, pues solo Dios sabe cómo se cobran en los cielos en donde la “pecunia” no existe… Y hubo botana para festejar al niño Jaime: bisteces rancheros muy sabrosos, pero con el chile aparte… Por si le hacen llorar a alguno de los botaneros me acordé del chiste aquel cuando la reina Isabel invitó a los embajadores de Mexico y Alemania a una cena en su palacio… para lucirse, ordenó una cena con picante… al rato el embajador alemán tenia lagrimas en sus azules ojos y la reina indagó: “Señor Embajador: ¿Llora por el chile?”… Y el alemán, todo fibra y entereza respondió: “De ninguna manera tal desacato Su Majestad: es por los ojos”… FIN… Y me retiro, pues mañana es dia del Trabajo y curiosamente no se trabaja… ¿Cómo dijo que dijo?... Y termino: para publicar en sábado, los ciegos tenemos permiso para escribir cualquier dia anterior… Y reitero mi viaje que espero no sea eterno todavía… arrivedercci.