/ sábado 13 de julio de 2019

Tutti frutti sabatini

VIENTOS

Es increíble la conducta asumida por la cúpula priísta ante la derrota en las elecciones presidenciales casi recientes frente a la arrasante máquina electoral de un pueblo que renovó sus esperanzas, “MORENA”, que abanderó los viejos principios del Partido Nacional Revolucionario salpicado por algunos chispazos del Partido de la Revolución Mexicana (su hijo) y el pueblo lo avaló con su voto.

En ocasión de la maravillosa oportunidad de rescatar los impulsos fundamentales del “abuelo” del PRI, asentarse en los objetivos que generaron la Revolución Mexicana, los “cúpulos” que pretenden dirigir los destinos de lo que del PRI dejaron sus dirigentes modernistas buscando la unificación desde la cúspide, los tres gambusinos del poder político se enfrascan en un pleito de comadres que lo único que han logrado es la creación de facciones destructivas de la democracia.

Todavía no me encuentro con propuestas inteligentes como sería la renovación, con nuevos estatutos, de la Asamblea Nacional que tendría una mesa directiva NO presidida por el presidente del Comité Ejecutivo Nacional y de igual forma, renovar el Consejo Político Nacional con la directiva de la Asamblea Nacional. Y por supuesto, sea dicho, darle una estrujada a los Estatutos y a su Plataforma de Principios y Programa de Acción y reglamentos varios, para dejar libre a la militancia a ser la ordenadora y no los borregos que acudían en manada al sonido de la campanita del líder dominante como hoy lo ha hecho un pueblo ahíto de su hambre y sed de justicia.

Los pretensos no aprendieron la lección. Piensan en el poder que aturde cuando se piensa en llenar la faltriquera. Supongo que creen que para eso es el poder… y sí, lo es, pero también es el camino para llevar al pueblo por los caminos que sueña el presidente López Obrador, quien por cierto debe oír otras voces para hacer sus ideas realidad.

Mientras en Baja California se alborotó el gallinero político: anticonstitucionalmente, el Congreso estatal, luego de una votación constitucional, resolvió cambiar su duración. Por cierto la idea de 5 años de duración aquí se las planteé desde la torpe decisión de ajustar el gobierno estatal a un tercio de sexenal presidencial. Pero para tarugos nadie tiene más valor que los que en su ocasión así lo votaron. Hoy son otros los que se jalan los pelos…

Esperemos para ver el final del sainete burdo que pudo subsanarse. Y digamos salucita con una bien helodia y una gran botana: tilapias en la disca de don Antonio Hernández Armenta… Buen provecho y como siempre: Arrivedercci.

VIENTOS

Es increíble la conducta asumida por la cúpula priísta ante la derrota en las elecciones presidenciales casi recientes frente a la arrasante máquina electoral de un pueblo que renovó sus esperanzas, “MORENA”, que abanderó los viejos principios del Partido Nacional Revolucionario salpicado por algunos chispazos del Partido de la Revolución Mexicana (su hijo) y el pueblo lo avaló con su voto.

En ocasión de la maravillosa oportunidad de rescatar los impulsos fundamentales del “abuelo” del PRI, asentarse en los objetivos que generaron la Revolución Mexicana, los “cúpulos” que pretenden dirigir los destinos de lo que del PRI dejaron sus dirigentes modernistas buscando la unificación desde la cúspide, los tres gambusinos del poder político se enfrascan en un pleito de comadres que lo único que han logrado es la creación de facciones destructivas de la democracia.

Todavía no me encuentro con propuestas inteligentes como sería la renovación, con nuevos estatutos, de la Asamblea Nacional que tendría una mesa directiva NO presidida por el presidente del Comité Ejecutivo Nacional y de igual forma, renovar el Consejo Político Nacional con la directiva de la Asamblea Nacional. Y por supuesto, sea dicho, darle una estrujada a los Estatutos y a su Plataforma de Principios y Programa de Acción y reglamentos varios, para dejar libre a la militancia a ser la ordenadora y no los borregos que acudían en manada al sonido de la campanita del líder dominante como hoy lo ha hecho un pueblo ahíto de su hambre y sed de justicia.

Los pretensos no aprendieron la lección. Piensan en el poder que aturde cuando se piensa en llenar la faltriquera. Supongo que creen que para eso es el poder… y sí, lo es, pero también es el camino para llevar al pueblo por los caminos que sueña el presidente López Obrador, quien por cierto debe oír otras voces para hacer sus ideas realidad.

Mientras en Baja California se alborotó el gallinero político: anticonstitucionalmente, el Congreso estatal, luego de una votación constitucional, resolvió cambiar su duración. Por cierto la idea de 5 años de duración aquí se las planteé desde la torpe decisión de ajustar el gobierno estatal a un tercio de sexenal presidencial. Pero para tarugos nadie tiene más valor que los que en su ocasión así lo votaron. Hoy son otros los que se jalan los pelos…

Esperemos para ver el final del sainete burdo que pudo subsanarse. Y digamos salucita con una bien helodia y una gran botana: tilapias en la disca de don Antonio Hernández Armenta… Buen provecho y como siempre: Arrivedercci.