/ sábado 7 de diciembre de 2019

Tutti frutti sabatini

Vientos

A la memoria de mi padre que hubiera cumplido años el 4 de diciembre


Leer a Guillermo Chao Ebergenyi en su novela “De Los Altos” que subtitula “La Gran Novela de la Cristiada”, es meterse en un “berenjenal” geográfico de la región a la que el título alude y un positivo encuentro con las distintas florestas regionales en lo propios Altos de Jalisco, pero de otras regiones cuando la escenografía novelesca lo requiere.

La existencia de una magnífica sintaxis en la estructura escritural, y la dinámica expositiva amarrada a una temática romántica que se quiebra entre dubitaciones literarias al final, elude la historia de “la cristiada” pero atrapa al que la busca o al que gusta simplemente de las novelas capaces de constituir guiones cinematográficas. Da para todos.

Quienes busquen algo novedoso respecto de “la cristiada”; algún descubrimiento histórico importante, se decepcionará. Aquí la famosa “cristiada” es el escenario de la novela a mora, romántica, peliculesca pero posible en la realidad aunque se trate de un fenómeno natural que en lo cotidiano queda oculto a la sociedad en la que se inscribe.

En el cuerpo en general los personajes se presentan y se mueven sin perder su singular esencia incluso cuando la tragedia y el drama aparecen quitándonos el aliento momentáneamente.

Item más, la aportación de una interpretación filosófica del personaje principal que requiso el autor sobre lo negativo de las guerras, que es como un resumen de similares opiniones que sostienen los antibelicistas.

Hay también en viejo olor a costumbres familiares paternalistas que es constante compañera para el lector a lo largo de la novela, a la que este modesto crítico hubiera subtitulado “una novela en la cristiada”

Pero claro: es un libro que sirve y atrapa desde el principio hasta el final. Ya cité nombres del autor y de la obra al principio. Agrego que su editorial es Diana y la fecha de edición 1991. Búsquela y léala despojado de pasiones. Le gustará.

Vientos

A la memoria de mi padre que hubiera cumplido años el 4 de diciembre


Leer a Guillermo Chao Ebergenyi en su novela “De Los Altos” que subtitula “La Gran Novela de la Cristiada”, es meterse en un “berenjenal” geográfico de la región a la que el título alude y un positivo encuentro con las distintas florestas regionales en lo propios Altos de Jalisco, pero de otras regiones cuando la escenografía novelesca lo requiere.

La existencia de una magnífica sintaxis en la estructura escritural, y la dinámica expositiva amarrada a una temática romántica que se quiebra entre dubitaciones literarias al final, elude la historia de “la cristiada” pero atrapa al que la busca o al que gusta simplemente de las novelas capaces de constituir guiones cinematográficas. Da para todos.

Quienes busquen algo novedoso respecto de “la cristiada”; algún descubrimiento histórico importante, se decepcionará. Aquí la famosa “cristiada” es el escenario de la novela a mora, romántica, peliculesca pero posible en la realidad aunque se trate de un fenómeno natural que en lo cotidiano queda oculto a la sociedad en la que se inscribe.

En el cuerpo en general los personajes se presentan y se mueven sin perder su singular esencia incluso cuando la tragedia y el drama aparecen quitándonos el aliento momentáneamente.

Item más, la aportación de una interpretación filosófica del personaje principal que requiso el autor sobre lo negativo de las guerras, que es como un resumen de similares opiniones que sostienen los antibelicistas.

Hay también en viejo olor a costumbres familiares paternalistas que es constante compañera para el lector a lo largo de la novela, a la que este modesto crítico hubiera subtitulado “una novela en la cristiada”

Pero claro: es un libro que sirve y atrapa desde el principio hasta el final. Ya cité nombres del autor y de la obra al principio. Agrego que su editorial es Diana y la fecha de edición 1991. Búsquela y léala despojado de pasiones. Le gustará.