/ sábado 7 de noviembre de 2020

Tutti frutti sabatini

VIENTOS

La historia oficial de México de enseñanza primaria es muy elemental y con trazos que esconden la realidad. Se ha escrito para hacer resplandecer a ciertos personajes, independientemente de si sus virtudes son ciertas bajo el arcaico objetivo de fabricar héroes de los que la historia suele alimentarse para encender el amor patrio.

Por eso y por otros argumentos tal vez válidos para la docencia, se soslayan los hechos ciertos, la realidad que acompaña a los seres vivos con sus valores positivos o negativos, es decir, con sus virtudes y sus defectos… y en algunos casos más de los últimos. Por ejemplo, con la educación liberal y reformista, los conservadores y el clero católico siempre es parte oscura de la historia. Eso se enseña y el resultado es nefasto si todo queda en dichos, en juicios de valor, sin la iluminación de la verdad histórica atorada en prejuicios dignos del basurero.

La historia oficial para educandos de primaria y secundaria, por ejemplo, elude dar a conocer que antes del cura de Dolores, don Miguel Hidalgo y Costilla, no es el primer independentista. Más aún, hubo movimientos previos en 1803 y 1808 y muertos. El caso del "Grito" del cura de Dolores fue forzado por las circunstancias. Y no se enseña que con la nueva (entonces) Constitución de Cádiz, se independizaría a los reinos de ultramar y que por adelantado, el virrey de la Nueva España iba a darlo a conocer. Coincidía con Hidalgo, por eso la exclamación original de éste en el despertar de la madrugada del 16 de septiembre de 1810: "¡Viva la Nueva España! ¡Viva Fernando VII! ¡Viva la Virgen de Guadalupe¡".

Quisiera agregar a este relato que la Plaza de la Constitución, como es el nombre oficial del Zócalo capitalino de la CDMX, no es referente de ninguna constitución mexicana, pero sí de la de Cádiz.

Quisiera agregar en este tan resumido comentario ilustrativo de nuestra historia, que lean el magnífico libro escrito por el licenciado Mario Moya Palencia referido a Hidalgo: "El Zorro Enjaulado". A Hidalgo lo apodaban "El Zorro", asunto casi obvio. Fue un hombre de largo nombre: Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo Costilla Gallaga Mandarte. Y de cinco hijos con tres mujeres, una de las cuales fue Gabina Natera que siempre le acompañó en sus campañas, hasta que Allende y Aldama le quitaron al "Zorro" el mando en el momento cumbre para vencer la capital de Nueva España, cosa que Hidalgo eludió; y no solamente lo acompañó, sino fue su mano derecha. Y cuando los hechos de su fusilamiento, ahí estaba la leal madre de uno de sus hijos que en el momento en que le cortaron la cabeza, ella se desmayó. Libro interesante para los oficiosos redactores de las historias oficiales tan alejadas de la verdad.

Como usted, lector amigo, puede verlo, soslayar la realidad histórica por prejuicios "moralistas" es una torpeza y valladar para solventar los retos del entorno infantil y juvenil que requieren fundamentar su historia para afianzar las respuestas correctas del futuro, de su futuro.

Y voy a terminar: Cuando el paso coincidente del 15 al 16 de septiembre de 1808 temblaban ante la amenaza de la Constitución Liberal de Cádiz, que iría a liberar a la Nueva España y a todas las otras colonias de América hispana, el arzobispo Lizama y la Real Audiencia, apresaron al virrey Iturrigaray y su familia, según lo escribió más tarde (1811) Fray Melchor de Talamantes y Francisco Primo de Verdad y Ramos.

Este tema tiene un objetivo: evitar que nuestra historia bajacaliforniana sea distorsionada. Y eso es todo por hoy.


VIENTOS

La historia oficial de México de enseñanza primaria es muy elemental y con trazos que esconden la realidad. Se ha escrito para hacer resplandecer a ciertos personajes, independientemente de si sus virtudes son ciertas bajo el arcaico objetivo de fabricar héroes de los que la historia suele alimentarse para encender el amor patrio.

Por eso y por otros argumentos tal vez válidos para la docencia, se soslayan los hechos ciertos, la realidad que acompaña a los seres vivos con sus valores positivos o negativos, es decir, con sus virtudes y sus defectos… y en algunos casos más de los últimos. Por ejemplo, con la educación liberal y reformista, los conservadores y el clero católico siempre es parte oscura de la historia. Eso se enseña y el resultado es nefasto si todo queda en dichos, en juicios de valor, sin la iluminación de la verdad histórica atorada en prejuicios dignos del basurero.

La historia oficial para educandos de primaria y secundaria, por ejemplo, elude dar a conocer que antes del cura de Dolores, don Miguel Hidalgo y Costilla, no es el primer independentista. Más aún, hubo movimientos previos en 1803 y 1808 y muertos. El caso del "Grito" del cura de Dolores fue forzado por las circunstancias. Y no se enseña que con la nueva (entonces) Constitución de Cádiz, se independizaría a los reinos de ultramar y que por adelantado, el virrey de la Nueva España iba a darlo a conocer. Coincidía con Hidalgo, por eso la exclamación original de éste en el despertar de la madrugada del 16 de septiembre de 1810: "¡Viva la Nueva España! ¡Viva Fernando VII! ¡Viva la Virgen de Guadalupe¡".

Quisiera agregar a este relato que la Plaza de la Constitución, como es el nombre oficial del Zócalo capitalino de la CDMX, no es referente de ninguna constitución mexicana, pero sí de la de Cádiz.

Quisiera agregar en este tan resumido comentario ilustrativo de nuestra historia, que lean el magnífico libro escrito por el licenciado Mario Moya Palencia referido a Hidalgo: "El Zorro Enjaulado". A Hidalgo lo apodaban "El Zorro", asunto casi obvio. Fue un hombre de largo nombre: Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo Costilla Gallaga Mandarte. Y de cinco hijos con tres mujeres, una de las cuales fue Gabina Natera que siempre le acompañó en sus campañas, hasta que Allende y Aldama le quitaron al "Zorro" el mando en el momento cumbre para vencer la capital de Nueva España, cosa que Hidalgo eludió; y no solamente lo acompañó, sino fue su mano derecha. Y cuando los hechos de su fusilamiento, ahí estaba la leal madre de uno de sus hijos que en el momento en que le cortaron la cabeza, ella se desmayó. Libro interesante para los oficiosos redactores de las historias oficiales tan alejadas de la verdad.

Como usted, lector amigo, puede verlo, soslayar la realidad histórica por prejuicios "moralistas" es una torpeza y valladar para solventar los retos del entorno infantil y juvenil que requieren fundamentar su historia para afianzar las respuestas correctas del futuro, de su futuro.

Y voy a terminar: Cuando el paso coincidente del 15 al 16 de septiembre de 1808 temblaban ante la amenaza de la Constitución Liberal de Cádiz, que iría a liberar a la Nueva España y a todas las otras colonias de América hispana, el arzobispo Lizama y la Real Audiencia, apresaron al virrey Iturrigaray y su familia, según lo escribió más tarde (1811) Fray Melchor de Talamantes y Francisco Primo de Verdad y Ramos.

Este tema tiene un objetivo: evitar que nuestra historia bajacaliforniana sea distorsionada. Y eso es todo por hoy.