/ sábado 21 de noviembre de 2020

Tutti frutti sabatini

VIENTOS

En calidad de amorosa reconciliación tras larguísimos años de alejamiento "pasional", el PAN, el PRD y el PBC (y pue’que hasta esa cosa titulada MC), se comprometen, gracias al milagro de "Morena", unirse en legítima alianza "quemando sus naves"… es decir, sus ahora molestos principios que alguna vez les desbordaron pasión y sangre…

Armados caballeros de la "Santa Alianza" que en su momento habrá de recibir las bendiciones clericales, afilados los cuchillos, las espadas, las lanzas, las cachiporras y si fuera menester hasta lanzallamas o bombas nucleares prestadas por los anticomunistas tardíos, "ahora de coyuntura, parafraseando la vieja canción-himno socialista pero a contrapelo del viejo fantasmón socialista, aquello de "… a la lucha, proletarios, al combate final, que sea la raza humana supercapitalismo internacional…"; y se irán con "todo" (lo que esto signifique) en contra del "diabólico" AMLO y sus legiones "que apenas andan a lomo de bestias" como publicitan Los "fifis" emocionados en la esperanza.

Creo que el INE debiera invitar a tan brillante "Santa Alianza" a formar un nuevo partido; una unidad bajo la novísima situación de que ya se han fundido los principios y programas de acción de los aliancistas que siendo ya uno solo, no tendría porqué ser multiplicado, además de que la razón de su deterioro en aislamiento fue causado por su acción depredadora y soslayo de sus principios históricos alguna vez respetables.

Como es imposible afirmar un futuro, va uno observando, especulando, pegándole mordidas a la lógica para encontrarle respuesta a una simple cuestiónː ¿De qué color será el candidato de unidad de tan exultante espantajo?

Sin imaginación, el éxodo de las filas de los partidos en promesa de "santo ayuntamiento" fue causado por la frustración acumulada y la hartura popular víctima de un cesarismo que permitía con disfraz democrático la esclavitud, la explotación de los trabajadores, cuyo primer reparo de escándalo internacional lo provocó uno de los vástagos de una familia de hacendados norteños, ricos y de ninguna manera anuentes con el personaje teóricamente revolucionario y que por ello murió a manos de un alcohólico "jefe" de Estado. Victoriano Huerta.

Me refiero al inocente Francisco I. Madero. Y luego, sin disparos, en el cambio sustantivo de régimen político mexicano con Lázaro Cárdenas que provocó el nacimiento del PAN, arrancando de las filas del anarquismo por su puesto clerical. Es la historia, no este escribidor inventando.

Y se tuvieron que bajar los calzones cuando apareció el fantasmón con apellido justo: López Obrador. Obrador, el que trabaja, el que ejecuta bien una labor. Y amenazó con limpiar la casa del bandolerismo político pervertido y corrupto. Y si fuera imposible ocultar los pecados, quiso, tardíamente, levantar esas banderas tan viejas y deshilachadas Enrique Peña Nieto… pero le cayó la casa encima…

Los pasos de Juárez resuenan fuerte por los pasillos de Palacio Nacional. Esos pasos que hacían ensordecer a Vicente Fox Quesada y sólo soportó en los días patrios septembrinos Felipe Calderón Hinojosa. Escrúpulos religiosos.

Como se acabaron las promesas insultantes de los políticos de carnestolendas, resultó inútil el disfraz de payasos u otras desfiguraciones. El país sigue contra todos los males que le cayeron encima como el Coronavirus 19 y los torrenciales aguaceros del sureste que requerirá ingenio e imaginación para su arreglo. Por lo pronto no se trata de "enchílame las otras". Magna tarea.

Si el triunfo es de la "Santa Alianza", será uno vergonzante. Si vuelve a perder solos o en unidad, peor tantito… es el final. No PRI, RIP.

VIENTOS

En calidad de amorosa reconciliación tras larguísimos años de alejamiento "pasional", el PAN, el PRD y el PBC (y pue’que hasta esa cosa titulada MC), se comprometen, gracias al milagro de "Morena", unirse en legítima alianza "quemando sus naves"… es decir, sus ahora molestos principios que alguna vez les desbordaron pasión y sangre…

Armados caballeros de la "Santa Alianza" que en su momento habrá de recibir las bendiciones clericales, afilados los cuchillos, las espadas, las lanzas, las cachiporras y si fuera menester hasta lanzallamas o bombas nucleares prestadas por los anticomunistas tardíos, "ahora de coyuntura, parafraseando la vieja canción-himno socialista pero a contrapelo del viejo fantasmón socialista, aquello de "… a la lucha, proletarios, al combate final, que sea la raza humana supercapitalismo internacional…"; y se irán con "todo" (lo que esto signifique) en contra del "diabólico" AMLO y sus legiones "que apenas andan a lomo de bestias" como publicitan Los "fifis" emocionados en la esperanza.

Creo que el INE debiera invitar a tan brillante "Santa Alianza" a formar un nuevo partido; una unidad bajo la novísima situación de que ya se han fundido los principios y programas de acción de los aliancistas que siendo ya uno solo, no tendría porqué ser multiplicado, además de que la razón de su deterioro en aislamiento fue causado por su acción depredadora y soslayo de sus principios históricos alguna vez respetables.

Como es imposible afirmar un futuro, va uno observando, especulando, pegándole mordidas a la lógica para encontrarle respuesta a una simple cuestiónː ¿De qué color será el candidato de unidad de tan exultante espantajo?

Sin imaginación, el éxodo de las filas de los partidos en promesa de "santo ayuntamiento" fue causado por la frustración acumulada y la hartura popular víctima de un cesarismo que permitía con disfraz democrático la esclavitud, la explotación de los trabajadores, cuyo primer reparo de escándalo internacional lo provocó uno de los vástagos de una familia de hacendados norteños, ricos y de ninguna manera anuentes con el personaje teóricamente revolucionario y que por ello murió a manos de un alcohólico "jefe" de Estado. Victoriano Huerta.

Me refiero al inocente Francisco I. Madero. Y luego, sin disparos, en el cambio sustantivo de régimen político mexicano con Lázaro Cárdenas que provocó el nacimiento del PAN, arrancando de las filas del anarquismo por su puesto clerical. Es la historia, no este escribidor inventando.

Y se tuvieron que bajar los calzones cuando apareció el fantasmón con apellido justo: López Obrador. Obrador, el que trabaja, el que ejecuta bien una labor. Y amenazó con limpiar la casa del bandolerismo político pervertido y corrupto. Y si fuera imposible ocultar los pecados, quiso, tardíamente, levantar esas banderas tan viejas y deshilachadas Enrique Peña Nieto… pero le cayó la casa encima…

Los pasos de Juárez resuenan fuerte por los pasillos de Palacio Nacional. Esos pasos que hacían ensordecer a Vicente Fox Quesada y sólo soportó en los días patrios septembrinos Felipe Calderón Hinojosa. Escrúpulos religiosos.

Como se acabaron las promesas insultantes de los políticos de carnestolendas, resultó inútil el disfraz de payasos u otras desfiguraciones. El país sigue contra todos los males que le cayeron encima como el Coronavirus 19 y los torrenciales aguaceros del sureste que requerirá ingenio e imaginación para su arreglo. Por lo pronto no se trata de "enchílame las otras". Magna tarea.

Si el triunfo es de la "Santa Alianza", será uno vergonzante. Si vuelve a perder solos o en unidad, peor tantito… es el final. No PRI, RIP.