/ sábado 13 de febrero de 2021

Tutti frutti sabatini

Vientos


El homínido es el hombre original; no importa la salida magistral de los diccionarias. Es el hombre de Neanderthal o de donde usted quiera... no estamos en ilustración humanística, porque hablar del origen del hombre es muy interesante, pero muy triste: Es hablar de un primitivismo, lamentable, pero hoy con demasiada claridad redivivo.

Los imbéciles que golpean a los padres y madres, son la expresión más clara de primitivismo. Las violencias de cualquier género son eso: primitivismo, por drogadicción - siempre estúpida - o incultura producto de una ineptitud educativa. Y claro, siempre hay y habrá excepciones.

Las violencias hincadas en las turbulencias de la conquista orquestada por Hernán Cortés Pizarro sobre México: y antes soslayadas, pero ciertas, por Cristóbal Colón y sus parientes, son y serán signos de dolor y de amargura trascendentes en la vida mexicana que tuvo que soportar desde 1500 hasta 1821, la soberbia del español que aplacó, no de buena manera, el criollismo como cabeza: el mestizaje como compañía y el "Indigenismo" como pauta de un corrido inicial de venganza. Si Miguel Hidalgo es criollo, Morelos es aborigen y negroide. Y la dupla Iturbide (criollo) y Guerrero (aborigen) son el estallido de la independencia.

México, como expresión espiritual, pero con la anonimia de su nombre puede ser bandera espiritual, quizá amor inentendible, pero alude a lo abstracto, a lo que ni siquiera es, en donde la Virgen de Guadalupe es el mayor símbolo nacional. Y aquí, es en donde se rompe la unidad nacional. Ayer, como incisión yugular del clero católico contra los liberales y hoy, el evangelismo que se frontaliza ante el mismo negativo clero de ayer…

Este escribidor tiene un derecho que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador puntualizó: la libertad de expresión. Siempre he hecho y practicado ese derecho. Y cuando se me ha cerrado, lo he combatido de frente y en el mismo medio que me lo roba, que yo, autor de esta columna, le exijo a ese presidente a quien respeto, que igual cumpla.

El mundo ya cambió. Los conceptos de izquierda, centro y derecha, se multiplicaron y los hicieron, los convirtieron en conceptos diversos. La democracia, que EUA instaló con Lincoln casi como principio inmutable, mostró con Donald Trump y los republicanos, el vómito político. La mezcolanza PAN-PRI-PRD instruyó la puntilla certera. Y quedó la basca, la cruda, el olor defecálico en la punta de la lengua.

Y pregunto: ¿Frente a toda esta inmundicia, no es más digno el homínido futbolístico que nos regaló el poder de los "Tigres" frente a mis hermanos alemanes? Si se encuentra con Ferrett| reconózcalo como un señor o devuelva usted su credencial de mexicano.

Vientos


El homínido es el hombre original; no importa la salida magistral de los diccionarias. Es el hombre de Neanderthal o de donde usted quiera... no estamos en ilustración humanística, porque hablar del origen del hombre es muy interesante, pero muy triste: Es hablar de un primitivismo, lamentable, pero hoy con demasiada claridad redivivo.

Los imbéciles que golpean a los padres y madres, son la expresión más clara de primitivismo. Las violencias de cualquier género son eso: primitivismo, por drogadicción - siempre estúpida - o incultura producto de una ineptitud educativa. Y claro, siempre hay y habrá excepciones.

Las violencias hincadas en las turbulencias de la conquista orquestada por Hernán Cortés Pizarro sobre México: y antes soslayadas, pero ciertas, por Cristóbal Colón y sus parientes, son y serán signos de dolor y de amargura trascendentes en la vida mexicana que tuvo que soportar desde 1500 hasta 1821, la soberbia del español que aplacó, no de buena manera, el criollismo como cabeza: el mestizaje como compañía y el "Indigenismo" como pauta de un corrido inicial de venganza. Si Miguel Hidalgo es criollo, Morelos es aborigen y negroide. Y la dupla Iturbide (criollo) y Guerrero (aborigen) son el estallido de la independencia.

México, como expresión espiritual, pero con la anonimia de su nombre puede ser bandera espiritual, quizá amor inentendible, pero alude a lo abstracto, a lo que ni siquiera es, en donde la Virgen de Guadalupe es el mayor símbolo nacional. Y aquí, es en donde se rompe la unidad nacional. Ayer, como incisión yugular del clero católico contra los liberales y hoy, el evangelismo que se frontaliza ante el mismo negativo clero de ayer…

Este escribidor tiene un derecho que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador puntualizó: la libertad de expresión. Siempre he hecho y practicado ese derecho. Y cuando se me ha cerrado, lo he combatido de frente y en el mismo medio que me lo roba, que yo, autor de esta columna, le exijo a ese presidente a quien respeto, que igual cumpla.

El mundo ya cambió. Los conceptos de izquierda, centro y derecha, se multiplicaron y los hicieron, los convirtieron en conceptos diversos. La democracia, que EUA instaló con Lincoln casi como principio inmutable, mostró con Donald Trump y los republicanos, el vómito político. La mezcolanza PAN-PRI-PRD instruyó la puntilla certera. Y quedó la basca, la cruda, el olor defecálico en la punta de la lengua.

Y pregunto: ¿Frente a toda esta inmundicia, no es más digno el homínido futbolístico que nos regaló el poder de los "Tigres" frente a mis hermanos alemanes? Si se encuentra con Ferrett| reconózcalo como un señor o devuelva usted su credencial de mexicano.