/ sábado 6 de noviembre de 2021

Tutti frutti sabatini

Léame doña Marina del Pilar

Escuché a Gustavo Macalpin (Canal 66: “Ciudadano 2.0”) que expresó que la gobernadora electa doña Marina del Pilar Ávila Olmeda, siguiendo un “principio” del economista y filósofo social Vilfredo Pareto (1848-1932), atacará el problema de nuestra proverbial inseguridad social extremada en la superviolencia hoy.

El principio tomado - si la mención es certera - ha sido muy discutida y, creo, ya desechada por confusa y chocante entre opiniones de economistas y sociólogos contemporáneos. El tal “principio” supone que el “20% de los malandrines genera el 80% de los delitos”. Lo primero sería dilucidar cuantitativamente lo que representa ese 20% y luego, la tarea más difícil, el apresarlos y luego el qué hacer con ellos porque a veces los jueces son amenazados en su vida y la de su familia... o sueltan muchos billetes verdes... O quizá, el dinero llega primero a los aprehensores y consignadores y lo hacen de tal modo que los jueces se ven obligados por errores (?) en la documentación consignatoria a soltarlos y no existe posibilidad de repetir la documentación postdetención.

Marina del Pilar Ávila Olmeda, gobernadora de Baja California | Jorge Galindo | La Voz de la Frontera

Me agrada regalarle a doña Marina de todos mis respetos esta expresión de Pareto que es para un tatuaje: “El gran error de la época actual es creer que se puede gobernar a los hombres (N. Del T.: “... y las mujeres”, se diría hoy) por el puro razonamiento, sin hacer uso de la fuerza que es, al contrario, el fundamento de toda organización social. Aún es curioso observar que la antipatía de la burguesía contemporánea contra la fuerza llega a dejar el campo libre a la violencia. Los malhechores y los revoltosos, estando seguros de su impunidad, hacen, poco a poco, todo lo que quieren”.

Son muy interesantes los estudios filosóficos sobre la dinámica social de Pareto y sobre ese entramado en donde se enredan las combinaciones más extraordinarias, de tal forma que paren sociedades disímbolas aún en lo interno de una misma nación. Y con este “descaro” se desmitifica aquello de que el 20% de los malandrines provocan el 80% de los delitos... y aún habría que calificar los tipos delincuenciales.

Mientras, doña Marina le dejaron los “dejadores” dizque “una bomba” sin ni siquiera (faltó “cacumen”) atinar que fue un regalo que a López Obrador seduce: Usted, doña Marina, sin lastimar a las pujadoras por el aborto (ellas y ellos) o a quienes no lo aprueban, el veto para corregir el procedimiento irregular del Congreso local que funciona bajo la sombra del nuevo presidente camaral, a quien debe decírsele que regrese a los estudios del Derecho Constitucional o éste será su último tren... ¿No se dio cuenta que no tocaron el Artículo 7mo. constitucional que protege la vida desde el momento de la CONCEPCIÓN? Aún existen los principios... ¡Afortunadamente!

Y un final de escenario: Doña Marina del Pilar Ávila Olmeda va a unos meses de terminar su embarazo y regalarnos a los bajacalifornianos la criatura concebida en su matrimonio. ¡Benditos sus dioses! ¿Qué piensa al respecto? Sí tuvimos la suerte de que sea doña Marina nuestra gobernadora (sin restarle la alegoría de ser la primera mujer gobernadora de Baja California), tal vez nos regale, para el futuro que no viviré, un personaje intelectual de primer orden, porque nadie puede negar que fuimos y somos el primer estado de la Federación (negativa, pero constitucional), de engendrar un poderoso Estado en todos los niveles y rico en universidades, cuando apenas en 1945 tuve que sacrificar la economía familiar para ir al entonces Distrito Federal a hacer estudios profesionales. ¡B.C., siempre adelante!


Léame doña Marina del Pilar

Escuché a Gustavo Macalpin (Canal 66: “Ciudadano 2.0”) que expresó que la gobernadora electa doña Marina del Pilar Ávila Olmeda, siguiendo un “principio” del economista y filósofo social Vilfredo Pareto (1848-1932), atacará el problema de nuestra proverbial inseguridad social extremada en la superviolencia hoy.

El principio tomado - si la mención es certera - ha sido muy discutida y, creo, ya desechada por confusa y chocante entre opiniones de economistas y sociólogos contemporáneos. El tal “principio” supone que el “20% de los malandrines genera el 80% de los delitos”. Lo primero sería dilucidar cuantitativamente lo que representa ese 20% y luego, la tarea más difícil, el apresarlos y luego el qué hacer con ellos porque a veces los jueces son amenazados en su vida y la de su familia... o sueltan muchos billetes verdes... O quizá, el dinero llega primero a los aprehensores y consignadores y lo hacen de tal modo que los jueces se ven obligados por errores (?) en la documentación consignatoria a soltarlos y no existe posibilidad de repetir la documentación postdetención.

Marina del Pilar Ávila Olmeda, gobernadora de Baja California | Jorge Galindo | La Voz de la Frontera

Me agrada regalarle a doña Marina de todos mis respetos esta expresión de Pareto que es para un tatuaje: “El gran error de la época actual es creer que se puede gobernar a los hombres (N. Del T.: “... y las mujeres”, se diría hoy) por el puro razonamiento, sin hacer uso de la fuerza que es, al contrario, el fundamento de toda organización social. Aún es curioso observar que la antipatía de la burguesía contemporánea contra la fuerza llega a dejar el campo libre a la violencia. Los malhechores y los revoltosos, estando seguros de su impunidad, hacen, poco a poco, todo lo que quieren”.

Son muy interesantes los estudios filosóficos sobre la dinámica social de Pareto y sobre ese entramado en donde se enredan las combinaciones más extraordinarias, de tal forma que paren sociedades disímbolas aún en lo interno de una misma nación. Y con este “descaro” se desmitifica aquello de que el 20% de los malandrines provocan el 80% de los delitos... y aún habría que calificar los tipos delincuenciales.

Mientras, doña Marina le dejaron los “dejadores” dizque “una bomba” sin ni siquiera (faltó “cacumen”) atinar que fue un regalo que a López Obrador seduce: Usted, doña Marina, sin lastimar a las pujadoras por el aborto (ellas y ellos) o a quienes no lo aprueban, el veto para corregir el procedimiento irregular del Congreso local que funciona bajo la sombra del nuevo presidente camaral, a quien debe decírsele que regrese a los estudios del Derecho Constitucional o éste será su último tren... ¿No se dio cuenta que no tocaron el Artículo 7mo. constitucional que protege la vida desde el momento de la CONCEPCIÓN? Aún existen los principios... ¡Afortunadamente!

Y un final de escenario: Doña Marina del Pilar Ávila Olmeda va a unos meses de terminar su embarazo y regalarnos a los bajacalifornianos la criatura concebida en su matrimonio. ¡Benditos sus dioses! ¿Qué piensa al respecto? Sí tuvimos la suerte de que sea doña Marina nuestra gobernadora (sin restarle la alegoría de ser la primera mujer gobernadora de Baja California), tal vez nos regale, para el futuro que no viviré, un personaje intelectual de primer orden, porque nadie puede negar que fuimos y somos el primer estado de la Federación (negativa, pero constitucional), de engendrar un poderoso Estado en todos los niveles y rico en universidades, cuando apenas en 1945 tuve que sacrificar la economía familiar para ir al entonces Distrito Federal a hacer estudios profesionales. ¡B.C., siempre adelante!