/ sábado 10 de febrero de 2018

Tutti frutti sabatini

VIENTOS

Voy a correr como en Olimpiada en la escrituración de esta columneja sabatina de tantas penas y sobresaltos, pues me avisaron de un botanón de miedo (legítimamente ya lo verán) para el gusto, dijeron, de los amantes de la bone cuicine y no me la voy a perder aunque me apuntara el mejor sicario de Villa entre ceja y ceja. Así que me voy y sigo en la definición (extranjera) de la tal botana sabatina. Sale…

Cuando vaya, se lava las manos perfectamente, como si fuera un médico listo para entrar al cuarto de cirugía… Luego, vuelva su vista al entorno y vea bien que no ande por ahí Saúl Rosas porque hoy traerá un hambre espantoso y sería capaz de meterle diente a la botana y a usted… así que salva sea la parte del mordisco… Y las helodias las invita la casa, pero usted paga la botana… “Ai’stá el detalle”, dijo Cantinflas… y aquí, el “detalle” es la pachocha, el venga nos a tu reino y hágase señor mi voluntad… y sale: “Cuscús (¿Qué diablos es eso?) tratados a la “butterfly” con relleno de guacamole y camarones sin cáscara y fritos en aceite de oliva a la Courvassier”… Dicen que le va bien un vinillo rossé que se hace de uvas para tinto cabernet y sauvignon y que “se plastilizan” (lo que sea) un cucuruchu harinoso con parecido a tortillas de harina para burritos… y éntrele con fe al bailazo, mueva la cintura y pegue el taconazo… ya está todo listo para que el licenciado Richard Flowers se acomode con su cagua y el remache tequilero y brinde por Europa… No, ese es el verso del Brindis del Bohemio… el brindis es por Uruapan y Mich no es Michigan, sino Michoacán… Y el testimonio de calidad lo dará el probador de casa licenciado Álvaro Sáinz Calderón que anda presumiendo que le hablaba de tú a la Lola Beltrán… Pues pueque… son de allá… y ahora el chiste colorado aun cuando infantil, que les quedé a deber la semana pasada… ruego a las cientos de miles de lectoras que me hacen el favor de seguirme los sábados (aquí), no en la calle… que pueden suspender la lectura para evitarles un gran bochorno.. avisadas sigo: una niñita y un niñito de escasos 6 años juegan a la mamá y el papá… como usted lo hizo, seguramente, si ya tenía cuscús en el espacio de tenerlo… De pronto el niño se baja su calzoncito y le enseña, error, lo que Dios le puso para el uno y lo otro… y le dice a “la mamacita”: “Tú no tienes una de éstas” y se sube el pantaloncito… Ella, muy coqueta (es mujercita) a su vez se baja su calzoncito y le dice al “papacito”: “Mi mamá me ha dicho que con esto, cuando sea más grande, voy a tener muchas como esas”… (Ya empezaste viejo laberíntico y soez… los niños no dicen esas cosas)… (Es el otro yo que no vive en este mundo y no sabe el siguiente chiste entre dos niñas de ocho años: Una le dice a la otra: “Fíjate Pilar, ya sé cómo se tienen a los hijos”… La otra muy chicha, le dice con ironía: “¡Bah!, yo sé ya cómo no se tienen”… Mundo nuevo que no es mío… Me largo antes de que la calaca me halle… pórtense bien y arrivedercci.

VIENTOS

Voy a correr como en Olimpiada en la escrituración de esta columneja sabatina de tantas penas y sobresaltos, pues me avisaron de un botanón de miedo (legítimamente ya lo verán) para el gusto, dijeron, de los amantes de la bone cuicine y no me la voy a perder aunque me apuntara el mejor sicario de Villa entre ceja y ceja. Así que me voy y sigo en la definición (extranjera) de la tal botana sabatina. Sale…

Cuando vaya, se lava las manos perfectamente, como si fuera un médico listo para entrar al cuarto de cirugía… Luego, vuelva su vista al entorno y vea bien que no ande por ahí Saúl Rosas porque hoy traerá un hambre espantoso y sería capaz de meterle diente a la botana y a usted… así que salva sea la parte del mordisco… Y las helodias las invita la casa, pero usted paga la botana… “Ai’stá el detalle”, dijo Cantinflas… y aquí, el “detalle” es la pachocha, el venga nos a tu reino y hágase señor mi voluntad… y sale: “Cuscús (¿Qué diablos es eso?) tratados a la “butterfly” con relleno de guacamole y camarones sin cáscara y fritos en aceite de oliva a la Courvassier”… Dicen que le va bien un vinillo rossé que se hace de uvas para tinto cabernet y sauvignon y que “se plastilizan” (lo que sea) un cucuruchu harinoso con parecido a tortillas de harina para burritos… y éntrele con fe al bailazo, mueva la cintura y pegue el taconazo… ya está todo listo para que el licenciado Richard Flowers se acomode con su cagua y el remache tequilero y brinde por Europa… No, ese es el verso del Brindis del Bohemio… el brindis es por Uruapan y Mich no es Michigan, sino Michoacán… Y el testimonio de calidad lo dará el probador de casa licenciado Álvaro Sáinz Calderón que anda presumiendo que le hablaba de tú a la Lola Beltrán… Pues pueque… son de allá… y ahora el chiste colorado aun cuando infantil, que les quedé a deber la semana pasada… ruego a las cientos de miles de lectoras que me hacen el favor de seguirme los sábados (aquí), no en la calle… que pueden suspender la lectura para evitarles un gran bochorno.. avisadas sigo: una niñita y un niñito de escasos 6 años juegan a la mamá y el papá… como usted lo hizo, seguramente, si ya tenía cuscús en el espacio de tenerlo… De pronto el niño se baja su calzoncito y le enseña, error, lo que Dios le puso para el uno y lo otro… y le dice a “la mamacita”: “Tú no tienes una de éstas” y se sube el pantaloncito… Ella, muy coqueta (es mujercita) a su vez se baja su calzoncito y le dice al “papacito”: “Mi mamá me ha dicho que con esto, cuando sea más grande, voy a tener muchas como esas”… (Ya empezaste viejo laberíntico y soez… los niños no dicen esas cosas)… (Es el otro yo que no vive en este mundo y no sabe el siguiente chiste entre dos niñas de ocho años: Una le dice a la otra: “Fíjate Pilar, ya sé cómo se tienen a los hijos”… La otra muy chicha, le dice con ironía: “¡Bah!, yo sé ya cómo no se tienen”… Mundo nuevo que no es mío… Me largo antes de que la calaca me halle… pórtense bien y arrivedercci.