/ lunes 18 de febrero de 2019

Un soldado en cada hijo te dio

Entre Teclas


Desde siempre, el Ejército Mexicano es una de las instituciones que genera mayor confianza a los ciudadanos y no obstante el debate que se ha generado sobre cuál debe ser su papel, si debe regresar o no a los cuarteles y dejar los temas de seguridad, 60% de los mexicanos está a favor de que dicha institución siga realizando tareas de seguridad en las calles.

De acuerdo con estudios que ha realizado la casa encuestadora Parametría, desde hace 15 años los porcentajes revelan que el nivel de confianza en ese lapso oscila entre el 52 y 75%.

El tema sale a relucir cada año, precisamente en esta fecha, al conmemorarse el Día del Ejército. Revisemos la historia. Tras el cuartelazo de Victoriano Huerta contra el gobierno de Francisco I. Madero, Venustiano Carranza presentó el 19 de febrero de 1913 el Plan de Guadalupe, en el que se fijó por decreto la creación del Ejército Constitucionalista y después el Ejército Mexicano. En 1932 se forma la SEDENA; se señaló el 27 de abril como día para celebrar al soldado; se escogió esta fecha para recordar la gesta heroica de Damián Carmona, acontecida durante el sitio de Querétaro en 1867.

Finalmente, por decreto presidencial de 22 de marzo de 1950 se estableció el 19 de febrero como Día del Ejército Mexicano a fin de conmemorar la creación de nuestro actual instituto armado. Además, a partir de 1969 el Ejército sumó a sus responsabilidades el auxilio a la población civil en caso de desastres naturales.

A pesar de los eventos donde el Ejército se ha visto involucrado en la violación de derechos humanos y otras acciones como el caso de dos estudiantes asesinados por militares frente al Tecnológico de Monterrey en 2010 y el otro en Tlatlaya, Estado de México, donde el Ejército realizó 22 ejecuciones extrajudiciales, seis de cada diez mexicanos (62%) afirmó sentirse más seguro con la presencia de esta institución en las calles, el 19% dijo sentirse igual de seguro y sólo 15% sintió menor seguridad.

Durante estos años, los mexicanos siguen considerando al Ejército como baluarte de la nación, más allá de la galopante incredulidad de los ciudadanos hacia el gobierno y sus acciones que tuvo su mejor muestra el pasado julio de 2018.

Ojalá que las decisiones que se avizoran en este naciente sexenio no cambien este respeto hacia los soldados a quienes identificamos como un gran puñado de hombres adiestrados para el combate, prestos a defendernos, un orgullo para la nación y que están dispuestos a dar su vida para defender la nuestra.

Lo decimos porque sigue en suspenso la Ley de Seguridad Interior, la cual para algunos observadores convertirá al Ejército en una institución que atacará a su pueblo por instrucciones de sus mandos y no por decisión del militar común, quien está consciente que ésta es una función que no le corresponde, pues la esencia de su existencia está para defender a los mexicanos y no ir en contra de ellos. Ojalá que en el análisis subsista la cordura.

Entre Teclas


Desde siempre, el Ejército Mexicano es una de las instituciones que genera mayor confianza a los ciudadanos y no obstante el debate que se ha generado sobre cuál debe ser su papel, si debe regresar o no a los cuarteles y dejar los temas de seguridad, 60% de los mexicanos está a favor de que dicha institución siga realizando tareas de seguridad en las calles.

De acuerdo con estudios que ha realizado la casa encuestadora Parametría, desde hace 15 años los porcentajes revelan que el nivel de confianza en ese lapso oscila entre el 52 y 75%.

El tema sale a relucir cada año, precisamente en esta fecha, al conmemorarse el Día del Ejército. Revisemos la historia. Tras el cuartelazo de Victoriano Huerta contra el gobierno de Francisco I. Madero, Venustiano Carranza presentó el 19 de febrero de 1913 el Plan de Guadalupe, en el que se fijó por decreto la creación del Ejército Constitucionalista y después el Ejército Mexicano. En 1932 se forma la SEDENA; se señaló el 27 de abril como día para celebrar al soldado; se escogió esta fecha para recordar la gesta heroica de Damián Carmona, acontecida durante el sitio de Querétaro en 1867.

Finalmente, por decreto presidencial de 22 de marzo de 1950 se estableció el 19 de febrero como Día del Ejército Mexicano a fin de conmemorar la creación de nuestro actual instituto armado. Además, a partir de 1969 el Ejército sumó a sus responsabilidades el auxilio a la población civil en caso de desastres naturales.

A pesar de los eventos donde el Ejército se ha visto involucrado en la violación de derechos humanos y otras acciones como el caso de dos estudiantes asesinados por militares frente al Tecnológico de Monterrey en 2010 y el otro en Tlatlaya, Estado de México, donde el Ejército realizó 22 ejecuciones extrajudiciales, seis de cada diez mexicanos (62%) afirmó sentirse más seguro con la presencia de esta institución en las calles, el 19% dijo sentirse igual de seguro y sólo 15% sintió menor seguridad.

Durante estos años, los mexicanos siguen considerando al Ejército como baluarte de la nación, más allá de la galopante incredulidad de los ciudadanos hacia el gobierno y sus acciones que tuvo su mejor muestra el pasado julio de 2018.

Ojalá que las decisiones que se avizoran en este naciente sexenio no cambien este respeto hacia los soldados a quienes identificamos como un gran puñado de hombres adiestrados para el combate, prestos a defendernos, un orgullo para la nación y que están dispuestos a dar su vida para defender la nuestra.

Lo decimos porque sigue en suspenso la Ley de Seguridad Interior, la cual para algunos observadores convertirá al Ejército en una institución que atacará a su pueblo por instrucciones de sus mandos y no por decisión del militar común, quien está consciente que ésta es una función que no le corresponde, pues la esencia de su existencia está para defender a los mexicanos y no ir en contra de ellos. Ojalá que en el análisis subsista la cordura.

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