/ lunes 19 de febrero de 2018

Utopistas precursores de Marx”

Vientos

Escribimos la semana anterior en que abordamos la teoría comunista como tema de ilustración histórica, que esta ideología constituyó el primer enfrentamiento en contra de un poderoso desarrollo de un capitalismo individualista que iniciaba con las máquinas elementales, entonces, una nueva forma de poder y de explotación de las masas trabajadoras.

Sigamos pues, para apuntar dos temas que personalmente creo importante expresar: 1.- Para llegar a concretar la teoría del comunismo, hubo necesidad de que aparecieran los llamados utopistas -cuya explicación es obvia por su nomenclaturación histórica- quienes plantearon sus argumentos válidos aun en lo anímico, pero con el valladar del modernismo industrial que transformó tales entusiasmos humanísticos en una plausible ilusión; y 2.- El olvido de todos los pensadores en sus exposiciones respecto de la política y la economía, que todas sus teorías se fincan en torno a los hombres y mujeres ideales, pero cuya respuesta a los problemas que los circundan, responden con singular sorpresa ante la colectividad, lo que, para este escribidor, representa una muralla insalvable por la diversidad intelectual.

Como inicio y para los lectores interesados en la materia, doy una breve lista de los precursores de esta teoría y anticipadores, sea dicho de una vez, de Marx: François Noël Babeuf “Graco” (1760-1797); Henri de Saint Simon (1760-1825); Robert Owen (1771-1858); Charles Fourier (1772-1837); Felicitté-Robert de Lammenais (1782-1854); Etienne Cabet (1788-1856); Augusto Blanqui (1805-1881); Victor Considerant (1808-1893); y Louis Blanc (1811-1882). El orden de presentación es en sentido onomástico.

Sin el concurso de éstos, quizá Marx hubiese desviado su atención política, afectando el área economicista de su planteamiento. Y escribí “quizá” sabiendo su esterilidad expresiva. Sin embargo el aporte de los utopistas (y lo dice Marx) sí influyeron en el diseño planteado como tesis en Karl Marx. De eso no tengo la menor duda. Y menos que con ello se derivó un cambio evidente en la historia de la humanidad. El antes y después de Marx y, claro, de Engels con el que la dupla hace el todo.

Creo además, que en tratándose de humanos (ellas y ellos), cualquier teoría puede responder de su planteamiento con seres y ante seres idealizados, porque el interior anímico de los seres vivos es incomprensible en sus reacciones y, más aún, en los diversos momentos. Lo que hoy puede complacerlos. Tal vez mañana no. Así pues, las teorías económicas fallan en cualquier sentido si se enfrentan a un diseño de comportamiento acartonado, hermético, inflexible. Pero eso no es posible, y lo vemos en las diversas democracias cuando debiera ser un solo esquema de conductas civiles.

También en lo futuro tocaremos el enfrentamiento de quienes sostienen a Cristo como un precursor del comunismo y enfrente salta la ética cristiana de la renunciación a la riqueza, de la humildad y de la paz, que chocan frontalmente con la teoría comunista de la subversión y el tema de la fuerza. Ya tendremos tiempo… creo.


Cronista de Mexicali

jaimepardoverdugo@yahoo.com.mx

Vientos

Escribimos la semana anterior en que abordamos la teoría comunista como tema de ilustración histórica, que esta ideología constituyó el primer enfrentamiento en contra de un poderoso desarrollo de un capitalismo individualista que iniciaba con las máquinas elementales, entonces, una nueva forma de poder y de explotación de las masas trabajadoras.

Sigamos pues, para apuntar dos temas que personalmente creo importante expresar: 1.- Para llegar a concretar la teoría del comunismo, hubo necesidad de que aparecieran los llamados utopistas -cuya explicación es obvia por su nomenclaturación histórica- quienes plantearon sus argumentos válidos aun en lo anímico, pero con el valladar del modernismo industrial que transformó tales entusiasmos humanísticos en una plausible ilusión; y 2.- El olvido de todos los pensadores en sus exposiciones respecto de la política y la economía, que todas sus teorías se fincan en torno a los hombres y mujeres ideales, pero cuya respuesta a los problemas que los circundan, responden con singular sorpresa ante la colectividad, lo que, para este escribidor, representa una muralla insalvable por la diversidad intelectual.

Como inicio y para los lectores interesados en la materia, doy una breve lista de los precursores de esta teoría y anticipadores, sea dicho de una vez, de Marx: François Noël Babeuf “Graco” (1760-1797); Henri de Saint Simon (1760-1825); Robert Owen (1771-1858); Charles Fourier (1772-1837); Felicitté-Robert de Lammenais (1782-1854); Etienne Cabet (1788-1856); Augusto Blanqui (1805-1881); Victor Considerant (1808-1893); y Louis Blanc (1811-1882). El orden de presentación es en sentido onomástico.

Sin el concurso de éstos, quizá Marx hubiese desviado su atención política, afectando el área economicista de su planteamiento. Y escribí “quizá” sabiendo su esterilidad expresiva. Sin embargo el aporte de los utopistas (y lo dice Marx) sí influyeron en el diseño planteado como tesis en Karl Marx. De eso no tengo la menor duda. Y menos que con ello se derivó un cambio evidente en la historia de la humanidad. El antes y después de Marx y, claro, de Engels con el que la dupla hace el todo.

Creo además, que en tratándose de humanos (ellas y ellos), cualquier teoría puede responder de su planteamiento con seres y ante seres idealizados, porque el interior anímico de los seres vivos es incomprensible en sus reacciones y, más aún, en los diversos momentos. Lo que hoy puede complacerlos. Tal vez mañana no. Así pues, las teorías económicas fallan en cualquier sentido si se enfrentan a un diseño de comportamiento acartonado, hermético, inflexible. Pero eso no es posible, y lo vemos en las diversas democracias cuando debiera ser un solo esquema de conductas civiles.

También en lo futuro tocaremos el enfrentamiento de quienes sostienen a Cristo como un precursor del comunismo y enfrente salta la ética cristiana de la renunciación a la riqueza, de la humildad y de la paz, que chocan frontalmente con la teoría comunista de la subversión y el tema de la fuerza. Ya tendremos tiempo… creo.


Cronista de Mexicali

jaimepardoverdugo@yahoo.com.mx