CONTRASENTIDO
Hace un año arribó el primer lote de la vacuna contra la Covid-19. Fue el inicio de dimes y diretes entre analistas y políticos porque se estableció una meta del 70% de la población en un año. Para algunos grupos el objetivo era una cuestión imposible por la baja cantidad de vacunas disponibles y establecían irónicamente el 2024 para cumplirlo con la llegada del nuevo Presidente, pero afortunadamente se equivocaron.
Cabe recordar que la vacunación en México fue voluntaria y no obligatoria, por lo que aunado a las recomendaciones internacionales se buscaba llegar al 70% de la población para lograr la inmunidad de rebaño. A un año se han recibido cerca de 200 millones de dosis, con lo que se ha cumplido el objetivo establecido desde un inicio. Pero más allá de las cifras, lo importante es que cada vacuna aplicada ha sido factor para salvar vidas. Desafortunadamente no estuvieron listas antes, pero el esfuerzo es y seguirá siendo muy importante para todos.
Uno de los grandes baluartes del programa de vacunación es el primer canciller Marcelo Ebrard, quien ha encabezado el grupo interdisciplinario encargado de la logística y negociación para la compra de vacunas. Ha sido un verdadero esfuerzo titánico para lograr acuerdos comerciales con las farmacéuticas y países involucrados, porque evidentemente las vacunas se han convertido en un objeto deseado por todos en el mundo y, por ende, en un pieza clave de la geopolítica.
El proceso de vacunación, al menos en México, ha avanzado y nos está permitiendo recuperar un poco de la normalidad, pero en las últimas semanas la nueva variante de la Covid-19 pone en vilo todos los esfuerzos. Con ello, el Plan Nacional de Vacunación ha iniciado un proceso de refuerzo con una tercera dosis, aun cuando se sigue vacunando a jóvenes de 15 a 17 años, para los adultos mayores y se ha anunciado que se seguirá con docentes y personal médico. Por lo anterior, la vacunación seguirá siendo un proceso del que debemos de estar pendientes en los próximos años.
Los esquemas de vacunación se pudieran ver favorecidos si la Organización Mundial de la Salud emitiera la recomendación de las vacunas pendientes, que incluso ya se encuentran avaladas por la comunidad científica como CanSino. Entre más opciones se tengan, se podrán agilizar las aplicaciones y cada dosis aplicada representa una esperanza de vida no solo para quien se le aplica, sino para toda la comunidad.
Así que el objetivo se cumplió, pero la historia sigue.
